Seguir viendo la tele a toda costa, acomodado en mi desgastado sillón de
orejas, viendo debates, programas del corazón, concursos, telenovelas y anuncios morralla durante
horas y horas, mientras me alimento de comida basura y bebidas estimulantes.
Esa
es mi propuesta.
Sin
ser consciente de conforme pasan los días, se van atrofiando los músculos,
deteriorando el sistema nervioso y licuando el cerebro.
Si llego al final deseado, habré conseguido descubrir la manera más placentera
de suicidio asistido por televisión.
Derechos de autor: Francisco Moroz
No sé cuánto tiempo se tardará en fenecer a causa de ese atiborramniento, pero seguro que tarde o temprano uno acaba hecho trizas. Yo prefiero no probarlo.
ResponderEliminarMuy agudo, je,je.
Un abrazo, Javier.
Tampoco quiero imaginar un final así. Debe de ser agónico el ver como te vas desintegrando, licuando e idiotizando.
EliminarCreo que los adictos a este medio tienen propensión a la imbecilidad, pero no me hagas mucho caso.
Un abrazo.
El mejor invento del siglo para alienar completamente a las personas y venderles humo disfrazado de comida basura y otras lindeces o anuncios morralla, como tú lo denominas, es seguir viendo la tele.
ResponderEliminarEstupensa sátira del suicidio asistido por televisión.
Un abrazo, Javier.
Y todo eso que comentas, sin que el usuario sea consciente e incluso que llegue ha ser cómplice de su propio acabamiento como ser racional. un suicidio colectivo en toda regla, un alineamiento y una lobotomía en masa.
EliminarY todos tan felices cebándonos como cochinillos previa matanza.
Un abrazo, Estrella.
me has impresionada encantada de conocerte abrazos desde el mar de Miami
ResponderEliminarY yo como siempre encantado de que me leas y comentes, recomenzar.
EliminarDesde España mi abrazo.
Es que es tal cual lo dices... No hay mejor forma de sacrificar el intelecto que seguir las pautas de tu micro.
ResponderEliminarOcurrente como siempre, Francisco.
Un beso
Gracias por tus palabras amiga.
EliminarYo me suscribo a las palabras de Groucho March: La televisión es muy educativa, cuando alguien la enciende yo me voy a leer al cuarto de al lado.
Besos.
Ja ja, me has dado una idea por si alguna vez me encuentro tan sin salida que me decido por esa vía de escape. Aunque yo, en vez de televisión, me pondría un montón de libros infinito y me rodearía de toda clase de dulces caseros y enormes jícaras de chocolate también casero.
ResponderEliminarBuen relato, Francisco. Algunos, aunque tarden decenas de años en conseguirlo, hacia ello van sin darse cuenta.
Un beso.
Bueno Rosa, es cuestión de gustos, e incluso diría de buen gusto. La verdad que tu alternativa sería como mucho de muerte más dulce y cultural.
EliminarPrefiero esa a morir de asco viendo Hombres, mujeres y viceversa ¡Puajjj!
Besos.
Con tu micro has abierto una vía para otra clase de suicido, ja, ja. Con todos esos ingredientes y programas, el final auspiciado está asegurado, al menos el del cerebro.
ResponderEliminarBuen micro, Francisco.
Feliz semana.
Puede ser una sugerencia, pero más bien me gustaría que sirviese para concienciar a los adictos que ya están enganchados como burros del ronzal. hay vida más allá de los ordenadores, las televisiones de tropecientas pulgadas y los iphone.
Eliminartriste vida la que no se vive con lógica salvaje y libre.
Un beso, Mila.
Qué miedo, Javier. Un micro tan real que produce pavor del auténtico, y es que tienes toda la razón del mundo. Muy bueno y original.
ResponderEliminarUn beso, y feliz semana.
terror y náusea. Nada es inventado. solo hay que ver como los padres sientan a los niños delante de la tele desde chiquititos para quitárselos de enmedio y no tener que dedicarles tiempo. así salen después los nenes, zombis descerebrados con miles de caprichos y sin responsabilidad ninguna. Unos monstruitos a imagen y semejanza del educador televisivo.
EliminarUn beso.
Madre mía, Javier, es evidente que la mayoría de la Humanidad está en peligro de muerte. Una verdad tremenda la que expones. Un suicidio que si no acaba con el cuerpo -¡que también!- evidentemente licúa las neuronas y mata la voluntad.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya estamos viendo como hasta los dirigentes son cada vez más idiotas, ricos pero idiotas. Y eso por que desde pequeños se les alimentó con toxinas televisivas y mensajes invasivos en forma de anuncios y programas que twe cortocircuitan las neuronas.
EliminarUn abrazo, Amigo.
Menuda manera de morir más escalofriante, viendo telebasura y comiendo porquerías. Casi que prefiero un tiro en la sien, es más rápido y menos doloroso.
ResponderEliminarBesos.
Es más rápido el tiro, ya lo creo, pero menos entretenido y más violento. al menos con la tele te echas unas risas con las imbecilidades que se montan pensando que nos engañan a todos. Yo quito el sonido cuando empiezan los anuncios y me invento hasta los diálogos y la banda sonora. Es de carcajada el juego que dan.
EliminarUn beso.
Una forma de morir elegida sin darse cuenta de que hay vida ahí fuera. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Bah! muchos piensan que hay más colores y más acción dentro de la caja tonta.
EliminarOtro abrazo para tí, Mamen.
Sí, tienes toda la razón. la televisión forma parte de nuestro entorno más cercano y su función es la de anestesiarnos para que la realidad pase desapercibida por nuestro lado sin que nos enteremos, mientras consumimos telebasura.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.