jueves, 30 de junio de 2016

Okupas



Como si de una plaga venenosa se tratara, llegaron sin avisar, sin llamar a la puerta del apartamento.

Se instalaron cómodamente en el sofá mientras veíamos nuestros programas favoritos, en la silla junto a la mesa, e incluso se atrevían a acostarse en la cama, entre los dos, para separarnos.

Al principio eran soportables como novedad, pero después se hicieron insufribles y dolorosos, y más cuando estábamos con nuestros amigos o marchábamos al trabajo.

Ya me lo advirtió mi madre que los celos no eran buenos consejeros. Ahora tocará desalojarlos de nuestras vidas.



Derechos de autor: Francisco Moroz


martes, 28 de junio de 2016

Pasión por los libros


¡Qué queréis que os diga! 
Personalmente me gusta la tranquilidad y el silencio, y por eso elijo las bibliotecas como lugar incondicional para sentirme bien.
Otras pueden elegir sitios más sugerentes como los restaurantes, los bares de fritanga, las terracitas de verano, o los lugares concurridos.

Para mí, las bibliotecas, son mi paraíso incondicional y particular, no las cambio por nada.

A los libros me aficionó el poema de un tal Antonio Machado que oí por primera vez recitado en una escuela pública, y desde entonces, el entorno donde se atesoran todos esos volúmenes encuadernados y meticulosamente ordenados en sus estanterías
se ha convertido en una especie de hábitat natural para mi existencia bibliófila.

Los silenciosos inquilinos que frecuentan estos ambientes también me gustan por su sedente actitud de respeto y concentrada pose intelectual donde la haya.

Aunque en realidad, son un tanto huraños cuando me acerco, como si el libro que en esos momentos ojean y tienen entre sus manos, fuera de su absoluta propiedad. 

¿No estamos en un lugar público?¿Las zonas no son compartidas y de libre circulación?¿Entonces, por qué esas miradas que me persiguen y esa actitud torva? 
¿Por qué esa violenta gesticulación cuando me sitúo cerca de ellos, o miro por encima del hombro lo que están leyendo?
Una fauna un tanto peculiar la de este ámbito de "con-texto" tan selecto.

La sección que más me atrae es la de los clásicos encuadernados en piel y cuero, esas texturas, esos olores tan animales que los hace fascinantes a mi entender.
Y no digamos el caleidoscópico colorido de sus lomos. Esos dorados brillantes o mates que los orlan y adornan. Es irresistible no posar en ellos toda tu atención y todo tu ser.

Y que puedo deciros del papel impreso, de la vitela o el pergamino, de las telas moarés, de las ceras que pulen las tapas duras.
¿Y las tintas y tintes? es como el nirvana ideal del gourmet intelectual.

Soy adicta a este mundo de contenidos secretos y universos misteriosos que me gustaría comprender y no comprendo. ¿Que porqué no tengo acceso a ellos?

¡Sí! imagináis bien, no aprendí a leer ni a interpretar esas marcas negras que desfilan por las hojas. Varias son las razones: la falta del tiempo necesario para hacerlo, de maestros que supieran enseñarme, y a causa de mi naturaleza inconstante y mi actitud inquieta.

Pero si de algo estoy orgullosa, es de romper con los convencionalismos, los cánones y las frases hechas en este lugar. Pues nadie podrá decir nunca con total convencimiento que: en la Biblioteca Nacional, no se escucha ni el vuelo de una mosca, pues allá estaré yo confirmando celosa, la excepción que confirma esa regla.

                             

Derechos de autor: Francisco Moroz




jueves, 23 de junio de 2016

Tuyo el reino el poder y el domingo de gloria





Nunca me pareció adecuado tu nombramiento como hijo preferido del clan, nunca concebí que lo hicieran, y no sé como lo conseguiste. ¿Quizás empleaste esas malas artes que dominas? ¿Tu uso de la palabra? ¿Tu poder de convicción? ¿Sobornos, prebendas, favores, promesas?¿ Alguna bruja roja te asesoró?

No creo que lleguemos muy lejos bajo tu gobierno. Sin embargo los viejos creen en ti, pero estos están corrompidos por ideales trasnochados. Confían en que eres el elegido porque han visto señales misteriosas en el cielo, oyeron voces diciendo que eras el elegido. Otros, que comen de tu mano, te adulan babeantes gritando enfervorizados tu nombre mientras parecen olvidar todo tu pasado de tropelías y atropellos. Adoran tu imagen, la idolatran y la besan.

Pero yo soy de esa minoría que no cree en tus falacias ni en tus mentiras solapadas que rayan lo  escandaloso. 
Duelen tus arengas, lo mismo que tus sonrisas falsas ante los congregados en la asamblea, siento que te burlas de todos nosotros mientras te frotas las manos imaginándote ya, sentado en tu trono, en lo más alto, dentro del templo del poder y flanqueado por leones, protegido por las leyes que imperan y otras que impondrás para hacer valer todos tus desfalcos, latrocinios y desvaríos de grandeza. Te sientes engrandecido al verte rodeado por los varones y los señores de otros reinos.

Sospecho que hay intereses velados, ocultos, inconfesables, algo que quieres conseguir a toda costa pasando por encima de los derechos del resto de hermanos y hermanas. El poder te obceca, te obnubila y proporcionalmente nos eclipsa al resto de miembros. 
Nuestra opinión solo tiene un valor representativo, pues todo está pactado de antemano entre los grandes líderes comunitarios que te apoyan sin condición y tapan tus pecados. Ellos quieren verte ostentar un mando que les beneficiará como lo ha hecho otras veces. conseguirán beneficios sin parangón a costa de los de siempre: Un pueblo conformista a la altura de los corderos.

Tú, persigues lo que todos tus antecesores: el estatus que te proporcionará el poder. Quieres vernos sometidos a tus mandatos, que obedezcamos tus leyes arbitrarias mientras te reverenciamos por miedo a tus ejércitos armados que nos disuaden con la violencia de sus escudos y sus armas, evitando que nos alcemos contra ti y toda tu casta de despellejadores.

Mientras, el dinero fluirá en tus manos de forma deshonrosa, el pueblo pasará penurias llevando una mísera vida que no merece, y el reino se fragmentará, se derrumbarán como escombro los más nobles ideales, los valores esenciales serán pisoteados por tus huestes ¿Pero eso a ti que te importa ?¿Verdad?

Aunque no cuentas con que el guión está escrito: tú morirás y caerás lo sabes, como mueren y caen todos en esta historia, todos los que ocuparon el sitio que tú pretendes, el guión ya está delineado y poco podrás cambiar el argumento. Las tramas surgirán a lo largo de tu desgobierno, pero ¿De qué te servirá la riqueza y el poder conseguido, si te convertirás en polvo en un descuido?¿Qué guardia personal te librará de ese siniestro guerrero negro, armado con una guadaña? Los dragones de la envidia te acechan para arrebatarte lo que nunca fue tuyo.

La guerra de los siete reinos y de las comunidades autónomas está servida...

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…Esto de ver juego de tronos al mismo tiempo que los debates políticos de la tele, me hace escribir unas historias increíbles que siendo de ficción tienen ciertos visos de realidad que asustan.


¡¡Busco editor con urgencia!!


Derechos de autor: Francisco Moroz



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