Hubo
un tiempo en que no deseaba otra cosa más que estar contigo. Solos tu y yo,
cuando éramos niños de barrio bajo, y jugábamos en las calles cercanas a
nuestros portales.
Pues
no en vano juntos, descubrimos lo que era la camaradería y la amistad, esa especie
de connivencia que nos convirtió en hermanos de andanzas, juergas y alguna
gamberrada; también en cómplices de amores adolescentes y confidentes de
desengaños y sueños.
Nos
juramos fidelidad incondicional, pasara lo que pasara, no permitiríamos que
nadie ni nada se interpusiera en nuestra perfecta relación de camaradas.
Después
la madurez y las responsabilidades nos alejaron. Tú te quedaste en el barrio
que nos vio crecer, yo me fui lejos, evitando desde entonces un encuentro
contigo, pues tenía claro mis objetivos al igual que tú elegiste los tuyos.
Pero
la vida que parece regocijarse en el drama y la tragedia me trajo de nuevo
noticias tuyas, después de tanto tiempo sin querer saber de ti, volvía a
escuchar en los noticiarios sobre tus proezas, habías superado tus miedos
iniciales y te atrevías con todo. Y yo que siempre había sido el más retraído
de los dos, el que admiraba tus habilidades y me enorgullecía de ser tu amigo;
ahora me avergonzaba de conocerte.
El
informe desglosaba los trapicheos que te traías entre manos y el dolor que infringías
de forma interesada, poniendo el alma solo en el sufrimiento de los más débiles,
únicamente para obtener beneficios personales. Habías perdido todo el control,
eras peligroso.
Y
hoy nos volvíamos a encontrar. Tú con tus secuaces, yo con mis nuevos
compañeros: Los de la unidad especial contra el tráfico de estupefacientes.
Mi único deseo era que no intentaras utilizar
el arma que sujetabas en la mano. Pues: “Los viejos tiempos” no te servirían
para nada.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Como todo lo que escribes estupendo. Que pena da que cuando te encuentres con un amigo de la infancia que ya hacia tiempo que no compartíais los sueños. Él se encamina por lo más fácil. Aprovecharse del negocio de las drogas y ser tu el que lo cazas. Un abrazo
ResponderEliminarMil gracias por la confianza que tienes depositada en mi.
EliminarLa vida nos pone en el camino y nos enfrenta. triste pero real.
Besos
Una estupenda historia tan real como la vida de estos antagónicos protagonistas que si en la infancia llegaron a ser buenos amigos, luego el transcurrir del tiempo, los separó definitivamente por "calles" opuestas, al principal protagonista convirtiéndolo precisamente en la "mano ejecutora de la ley" y al otro en un sinvergüenza traficante de drogas.
ResponderEliminarBuen microrrelato con un estupendo y sorprendente final.
Un fuerte abrazo, amigo Francisco.
Gracias por tus generosas palabras Estrella.
EliminarEs cierto que cuando nos juramos fidelidad y amistad eterna, no somos capaces de vislumbrar los inconvenientes y las sorpresas que la vida nos pondrá en el camino más adelante. Por ello no deberíamos expresar tan alegremente lo de: "Hasta que la muerte nos separe". Pues quizás la muerte venga de nuestra mano.
Interesante ese devenir que nos trae la vida, iguales en un momento y distintos en el siguiente. En la vida uno debe elegir con frecuencia qué camino quiere seguir, a veces no es fácil seguir el correcto, es más complicado, más trabajoso pero son opciones de vida y vivir conforme a esas opciones nos hace más o menos felices. El mundo de la droga es una agonía enorme para todos los que tienen la desgracia de estar cerca.
ResponderEliminarMe ha hecho recordar un caso en que se dio esta situación pero encima eran de la misma familia. Durísimo.
Un beso
Cuando tienes conocimiento de casos reales en los que los amigos se enfrentan por ser antagónicos según en que circunstancias, te parece vivir algo surrealista y sin sentido. Pero ¿ Cuantas de estas situaciones no se vivirían y sufrirían en las guerras?
EliminarY Si son los hermanos o los padres y los hijos, ya ni te cuento.
Besos amiga
Bueno y triste, con un final sencillo y realista. Es muy frecuente, sin llegar al extremo del traficante y del policía, que encuentres, años después, a amigos de la infancia y adolescencia con los que parecía que siempre ibas a estar unido por la camaradería y de pronto comprendes que no tienes nada que ver con esa persona y esa persona no tiene nada que ver con lo que recuerdas de otros tiempos.
ResponderEliminarMuy bue relato, Francisco.
Un beso.
¿Cuantas parejas con una formidable relación como novios, después de casarse no se aguantan y parecen no conocerse?
EliminarLos casos de amigos y familias enfrentadas abundan más de lo que creemos.
Gracias por la aportación comentada.
Besos querida Rosa
Muy buen relato, compañero. Yo creo que el terminar juntos en el mismo sitio hace que estos dos personajes se parezcan de maneras más sutiles de las que el propio narrador está dispuesto a reconocer, y esto sí que es realista y suele darse con frecuencia en la realidad, pero la imposibilidad de verlo y admitirlo de uno de ellos le da un valor agregado a tu narración. Te felicito por la premiación: ¡más que merecida! Un placer leerte, siempre.
ResponderEliminarBesos y muy buen finde ;)!
Fer
En concreto estos dos personajes que compartieron tantas cosas se distanciaron, siguiendo caminos antagónicos que los conducían a su vez a un encuentro inesperado donde su siguiente decisión podría ser la definitiva.
EliminarEstaban condenados a encontrarse y quizás, solo quizás, a separarse definitivamente.
Besos compañera Fer.
Vaya reeencuentro, y es que muchas veces la vida por unas cosas y por otras nos lleva a destinos diferentes. Sin duda uno de los protagonistas se desvío del camino y escogió mal, a donde le llevo a encontrarse en el polo opuesto con su amigo que era poli, en fin así es la vida, yo eso lo he visto alguna vez que otra, yo quise ayudar a una compi del cole que se metió a prostituta, uf, pero fue muy complicado a día de hoy no se que habrá sido de ella, en fin el destino a veces si escogemos mal o las circunstancias de la vida, nos lleva a los lugares mas insospechados hasta donde como en tu relato tus compañeros de juegos infantiles te tienen pero en el otro lado de la ley. un abrazo y como siempre da gusto asomarte a tu ventana. TERE.
ResponderEliminar¡Puff! vaya experiencia la tuya. eso si que es un caso real donde los halla.
EliminarLos que escribimos no dejamos de basarnos en casos reales, y vemos con asombro que cuando lo hacemos no tenemos mucha necesidad de fantasear, pues la realidad supera en muchas formas a lo inventado. Parecen increíbles ciertos sucesos acaecidos delante de nuestros ojos. También tengo alguna experiencia al respecto.
Agradezco que te asomes a mi ventana de manera tan fiel.
Muchos besos Teresa.
Tremendo relato!!!
ResponderEliminarSe me hace difícil añadir algo más a lo que dicen tus lectores en sus comentarios, pues definen en mi opinión con bastante acierto el sentido que le quieres dar al mismo, solo añadiré que la justicia esta por encima de los viejos tiempos.
Lo que si haré es felicitarte por el merecido premio que has obtenido por el mismo,¡enhorabuena amigo!
Un abrazo Francisco.
La justicia está muy sobrevalorada. En estos tiempos Según a quién se le aplique se le hará de forma más o menos contundente.
EliminarEn nuestro caso se trata de un encuentro inapelable con el destino, en el que la decisión final la tomará no la justicia o la amistad, sino el sentido común o el instinto de supervivencia.
Los viejos tiempos ya murieron hace mucho.
Gracias por dejarme tus palabras Miguel.
Un abrazo.
Estupendo relato, Francisco, y real como la vida misma. Lo digo literalmente pues conozco un caso muy parecido al que cuentas. Es curioso cómo dos niños criados en ambientes parecidos toman caminos tan opuestos, habría mucho que reflexionar al respecto.
ResponderEliminarUn beso y enhorabuena por ese, más que merecido, premio.
Cuantos amigos quedaron por el camino por haber tomado decisiones desacertadas. Cuantos no conoceremos, con los que nos unía algún lazo de parentesco, vecinos cercanos... y después de echar la vista atrás, nos damos cuenta que sus vidas con respecto a las nuestras, no tienen nada que ver, para bien o para mal.
EliminarY es que por lo general la senda correcta no es la más ancha.
Aprovecho para aclarar que no es premio, sino reconocimiento. El premio lo consiguió nuestra querida amiga Julia Cambil.
Besos Paloma.
Excelente relato crudo y real, así es la vida llena de caminos que elegir y decisiones que tomar. Dos niños que viviendo de igual manera toman sendas completamente opuestas y al final se encuentran en una encrucijada en el que realmente ambos han perdido aquello que alguna vez los unió. Me encantó la frase "ahora me avergonzaba de conocerte", por la dureza que encierra ante unos sentimientos rotos que alguna vez existieron. Magnifico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahí radica el desconcierto de este nuevo encuentro: En la ruptura y el conocimiento de ambos, que los tiempos lejanos en los que todo les unía, no será óbice para el enfrentamiento actual en el que ambos personajes se juegan la supervivencia.
EliminarLa justicia no reconoce a los amigos. es ciega.
Besos Mariola.
¡Estupendo mico, Francisco! Me quedé con la mosca detrás de la oreja desde que escribiste "me fui lejos, evitando un contacto" pero, francamente, no imaginaba el final.
ResponderEliminarLas circunstancias marcan y, a veces, hasta forjan a las personas, y como la vida da tantas vueltas estas cosas pueden suceder en la vida real. Seguramente no sabríamos qué hacer hasta que nos viéramos en situación.
Genial, amigo, ¡un beso!
Imagínate por un momento una relación amorosa entre una pareja y que uno de ellos se aleja en un momento dado, y por causas incluso ajenas a él o ella: Laborales, familiares, emocionales...
EliminarPasados los años sin saber el uno del otro y tras un encuentro casual, te das cuenta que ya nada es igual que entonces, que hay cosas que han cambiado y son difíciles de retomar.
No hace falta como bien dices circunstancias muy excepcionales como para que una relación se enfríe y muera.
Besos
El poder de las sofisticadas identidades adultas, de niños jugamos a policías y ladrones, de mayores deja de ser un juego para convertirse en una realidad que deja nuestra inocencia en el pasado, obsoleta, como aquella pistola de juguete y el antifaz de tela negra.
ResponderEliminarUn buen relato que nos sorprende y nos hace reflexionar sobre el mundo en el que vivimos, y los valores que nos forjan.
¡Abrazo, hermano!
Pura y acertada filosofía la tuya. De un pequeño relato has hecho en tu resumen toda una tesis de valores. Así eres de genial compañero.
EliminarAgradezco tu paso y tu comentario tan enriquecedor.
Un abrazo de letras.
Las amistades inocentes pueden convertirse, como en este caso, en amistades peligrosas.
ResponderEliminarMuchas veces, amigos en la infancia y Juventus, se convierten en enemigos. Incluso en las guerras, dos antiguos amigos pueden estar, frente a frente, en trincheras enemigas.
Un gran relato con un final sobrecogedor.
Un abrazo.
Quería decir juventud. No sé de dónde habrá salido ese equipo de futbol.
EliminarCuantas amistades de cuando eramos niños y después de jóvenes no se habrán quedado en nada después del tiempo pasado. También se acaba la inocencia y la ingenuidad. Todo se hace más esquinado y brusco. Todo es más árido. Los sentimientos se erosionan y nunca son los mismos.
EliminarLos amigos son contados y casi ninguno para siempre. Y con lo de las amistades peligrosas que razón tienes.
Un abrazo Josep.
El Juventus no deja de ser un buen equipo para que no lo nombraras. Ja, ja, ja
¡Sí! esa es la decisión acertada en todo caso. Y el personaje que hace de policía lo tiene claro cuando empuña el arma. no creo que el otro se venga abajo y se entregue así por las buenas recordando una antigua amistad.
ResponderEliminarlo dejaremos en ese "Impas" sin tomar nosotros la decisión.
Un saludo compañero.
Se supone que las madres nos prohíben relacionarnos con amigos problemáticos como si de un virus letal se tratase. Realmente los malos no son siempre tan malos, y los buenos pueden terminar siendo los peores.
ResponderEliminarDifícil elección para el prota, verlo como un amigo de la infancia o como amigo de lo ajeno. Aunque al parecer le pesa más el poder de hacer lo correcto. ;)
Un besote. =)
Hay elecciones desacertados que nos llevan por un camino con final desastroso. Cada uno hace su papel y en este caso la incertidumbre de lo que es lo correcto está en el aire, en unos segundos que nos separan de la vida la muerte o la detención. La amistad acabó hace bastante tiempo.
EliminarUn besos también para ti mi amiga.
Pensar que alguna vez fuimos niños, y muchos de nosotros recordamos esa época con una frase parecida a la que colocas al principio del relato: “no deseaba otra cosa que estar contigo”. A partir de ahí es que reflexiono ¿Qué nos ha pasado?, ¿qué ha ocurrido en medio?, desde aquellos días hasta que nos hicimos mayores.
ResponderEliminarEse niño ahora es un delincuente peligroso, ¿quién es el culpable?, me pregunto. Y no encuentro una respuesta clara, en todo caso no encuentro una sola respuesta a esa pregunta tan simple.
Excelente y conmovedor relato, muy bien escrito, emotivo, con un cierre inmejorable, y como un valor más: para reflexionar. Felicitaciones, Francisco, ha sido un placer haberte visitado para disfrutar de esta lectura. Volveré a tu sitio a visitarlo nuevamente. Te mando un abrazo.
Ariel
Eres muy amable Ariel. Llevas poco por aquí, pero ya como si fueras de los de siempre.
EliminarEl tiempo que pasa inexorable, hace que los cambios sean casi irrevocables para los humanos. Su interactuación con los demás seres y con el entorno condicionan su manera de proceder. El pasado ya está escrito y el futuro depara las sorpresas de los encuentros deseados o no, que nos ponen en un brete a la hora decidir si queremos seguir una relación o romper para siempre lo que nos ata a los recuerdos almacenados.
Un abrazo compañero.
Buenísimo relato Francisco, la vida y sus caminos.
ResponderEliminarEs tan real y posible que deja esa sensación de pérdida de niñez, donde todo lo veíamos con otra mirada, más limpia y menos conflictiva. ¿Qué nos pasa al hacernos adultos? Parece que en vez de ir hacia delante, involucionamos. Dos personas que no dejan de tener una base común y aún así guardan entre ellos un final dispar.
Me ha encantado, :)
Besos, amigo.
Según el tiempo pasa la inocencia se pierde, eso es cierto. Como dicen las abuelas: Perros de una misma camada unos salen negros y otros con manchas.
EliminarBesos y gracias por pasarte compañera.