Se
asomó sola por la escotilla para ver amanecer y vio mucho más de lo que
esperaba.
Con
los ojos entornados a causa de la claridad que empezaba a definir el horizonte,
no muy lejos, sobre las calmadas aguas de un mar neutral, divisó un buque que
posicionaba lentamente sus torretas cañoneras que apuntaban hacia ellos.
Se
trataba de un acorazado que les había elegido como objetivo, sin tener en
cuenta que la nave en la que ella viajaba con otros trescientos refugiados más
la tripulación, no era ninguna amenaza.
También
vio el sol naciente en la bandera de guerra del barco japonés mientras se hundían.
Metáfora
de vida y muerte.
Derechos de autor: Francisco Moroz
triste y bello a la vez
ResponderEliminarAmbas cosas no deben de ser antítesis. agradezco tus palabras marcela.
EliminarUn abrazo.
Parodias de esta vida que vivimos. Metáfora de vida y muerte sin duda. Abrazos!!
ResponderEliminarLa vida es una gran maestra en mostrarnos estas cosas. lo malo es que no queremos aprender.
EliminarAbrazos compañera.
Qué triste, Francisco y qué actual y qué a la orden del día, desgraciadamente. Muy bello el escrito.
ResponderEliminarUn beso.
Todo lo que se escribe, se piensa, o se imagina ya está escrito a lo largo de la historia real del ser humano. Lo único es que no lo conocemos todo, y lo llamamos creatividad.
EliminarBesos Rosa.
Muy triste y mucho más frecuente de lo que quisiéramos, serán víctimas colaterales que no importan.
ResponderEliminarUn beso
En las guerras siempre hay víctimas civiles y daños colaterales. Que bonita palabra para algo tan horrible, teniendo en cuenta que se refiere a muertos inocentes que no tienen nada que ver con lo que provocan otros.
EliminarBesos amiga.
Siempre un blog fantástico, da gusto leer aquí, saludos!
ResponderEliminarGracias Juan Carlos por considerarlo tal. Todo un honor que alguna vez te pases por aquí.
EliminarSaludos amigo
A veces el destino es muy irónico y se muestra cruel con sus alegorías. Vaya manera de empezar el día la de tu protagonista, pobre.
ResponderEliminarBesos.
Los que han perdido toda esperanza no temen perder la vida. pero es triste que siempre les toca a los mismos y que los poderosos señores de la guerra se salen con la suya en la mayoría e las ocasiones sin llenarse las manos de sangre.
EliminarBesos
Lleno de tristeza ante la belleza de un amanecer, de una realidad real y dura.un abrazo. TERE
ResponderEliminarSon las seis y media y llevo sin dormir desde las cinco y media jeje, queria decir de una realidad dura, no de una realidad real, disculpa Francisco, la mente que a estas horas te juega malas pasadas, y el insomnio también ayuda,ains. TERE.
ResponderEliminar¡Ay! El insomnio que malo es. Pero no te preocupes lo entendí a la primera Teresa.
EliminarBesos
Muchos fueron los barcos hundidos por la marina japonesa y más de un "aparente" error llevó al fondo del mar los cuerpos de civiles inocentes. Hoy día esa tragedia se repite una y otra vez aunque no sean buques de guerra los que atentan contra refugiados que huyen de la guerra y de la miseria.
ResponderEliminarSon muchas la ocasiones que mientras nace un nuevo día, mueren seres inocentes.
Un triste pero hermoso micro que me ha inspirado todo lo antedicho.
Un abrazo.
Los desastres humanos se repiten en cada conflicto sea este el que sea. No solo los japoneses. Los alemanes, los italianos, los franceses y los polacos. Los rusos, ingleses y los americanos. Todos mataron por sus ideales, sus doctrinas y sus intereses. Quien este libre de culpa que tire la primera piedra contra el otro.
EliminarTambién los que no movieron ni un dedo para parar la guerra. La primera, la segunda las que fueron y serán. esos también son culpables de omisión.
Las guerras son tristes por las injusticias y las muertes que ocasionan.
Un abrazo Josep.
Fabuloso el poder creativo desde una sola frase que da pie al relato. Me ha venido a la cabeza los duros momentos para los refugiados de guerra y esos buques que surcan el Mediterráneo con la esperanza de encontrar un mundo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
También me sorprendo a mi mismo cuando me enfrento a la frase obliga y me vienen unas cuantas historias a la cabeza. Hay que ver lo que nos pueden decir unas simples palabras inesperadas. Todo un reto, ya te digo.
EliminarGracias por venir.
Un abrazo.
Un triste relato para un amanecer hermos, pero no deja de ser una realidad penosa. Un abrazo
ResponderEliminarCada amanecer es contemplado por millones de seres indiferentes al dolor de otros. ¿Qué nos importa a nosotros lo que ocurra al otro lado del planeta?
EliminarDeberemos preguntarnos cuál será nuestro último amanecer y si alguien sabrá de nuestro final.
Besos Mamen.
Me alegro que te haya gustado. La inspiración viene motivada como ocurre con este tipo de relatos pequeñitos.
ResponderEliminarUn saludo.