Pestañeó dos veces para decir que sí, luego me
miró agradecida con lágrimas en los ojos.
Eran
muchos los días compartidos repletos de intensas emociones. El caso es que me había
encariñado de la muchacha y sospechaba que ella sentía igualmente un amor
profundo por mí.
Su sumisión hacia mi persona y sus gemidos nocturnos cuando me acercaba así lo demostraban.
Me
dolía la separación, pero no tenía más remedio que abandonarla a su suerte.
Le
quité la mordaza y la cuerda que la maniataba. La dejé marchar, después de todo
ya tenía el dinero del rescate y no era cuestión de dejarme atrapar ni por los sentimentalismos ni por la policía.
Derechos de autor: Francisco Moroz
La muchacha debía de sentir un gran amor por él. Estos psicópatas sin capaces de convencerse de cualquier cosa.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un beso.
Realmente la chica está aterrorizada y no siente más que alivio cuando su captor le pregunta si quiere que la libere.
EliminarEs el verdugo el que se monta la película en su cabeza.
Estos psicópatas son muy sofisticados.
Un beso Rosa
Es sin duda un muy buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, tú que me aprecias.
EliminarUn beso Teresa.
Quizá la chica haya desarrollado el síndrome de Estocolmo. Dentro de su maldad, muchos criminales acaban sintiendo una atracción perversa hacia sus presas. Más difícil de imaginar es que las presas acaben sintiendo algo distinto al odio hacia sus captores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues eso mismo pero al contrario, creo que en este caso el captor es el que se ha enamoriscado de la muchacha a la tiene retenida contra su voluntad, sus fines son espúreos: cobrar el rescate, pero le gusta imaginarse que la chica siente algo por él. El temor por ser atrapado le hace rechazar sentimientos que por supuesto no son compartidos por la víctima.
EliminarUn abrazo Josep.
Fíjate qué buen tipo...Ya con el dinero la dejó marchar. Me hubiera gustado más que, aunque le hubiera hecho derramar esas lágrimas, la hubiera soltado sin el botín ;-)
ResponderEliminarIngenioso como siempre, Francisco.
Un beso
" por el interés te quiero Andres" Sin dinero no hubiera habido liberación, seguro, y peor desenlace habríamos tenido delante.
EliminarLo que le pasa a este es que no le basta con cobrar el rescate, también hubiera querido llevarse as la chica. Esperemos que no llegue muy lejos con la policía pisándole los talones.
Un beso Chelo.
Hay algunos que ven aquello que quieren ver, igual ella suspiraba aterrorizada por conseguir su libertad y alejarse de ese delincuente.
ResponderEliminarBesos
Ahí le has dado. Es lo único que deseaba la prisionera, ser liberada. En este caso todo ha salido bien, pero imagina si el rescate no hubiese llegado a tiempo. Lo demás son pensamientos y ensoñaciones del secuestrador¡Faltaría más!
EliminarBesos
Qué majo el tío ese. Encima pensará que habría que erigirle un monumento o algo así. Es verdad que algunos psicópatas creen que sus víctimas sienten admiración por ellos, es tal el mundo de irrealidad en el que viven que todo lo adaptan para ensalzarse a sí mismos.
ResponderEliminarUn beso.
El mundo interno de la psicopatía es incomprensible, tiene miles de facetas como los poliedros. Una persona normal no tiene ciertos pensamientos que por otro lado son ilógicos. estos elementos perturbados tienen un mundo personal incalificable.
Eliminarno creo que haya muchas víctimas que se enamoren de sus verdugos, aunque masoquistas también los hay.
Un beso Kirke.
Relato corto y duro. Y más ahora, con todo lo que sabemos de los padres que retenían a sus 13 hijos. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando salta una noticia como la que citas, nos damos cuenta de repente, que convivimos con personajes desconocidos que podrían ser cualquier cosa menos normales ¿Qué puede inducir a unos padres a retener prisioneros a sus propios hijos? Habría que entrar en sus mentes para intentar comprender y después encerrarlos en una celda naturalmente, o un psiquiátrico.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
Wow, qué buen relato, Francisco. Me ha encantado el giro que le das. Menudo elemento el fulano y pobre chica, no quiero ni imaginar el terror que habrá sentido. Muy buen relato, repito. Me ha gustado un montón.
ResponderEliminarUn abrazo
PD.- No había visto la nueva cabecera de tu blog. Preciosa. Me gusta mucho. Se ve que tú de estas cosas entiendes. ¡¡Renovarse o morir, sí señor!!
Ciertos aspectos de la vida son feos, deslucidos y dolorosos. Las relaciones humanas de por sí son complicadas y llenas de malentendidos y situaciones controvertidas. Más si hay una situación de violencia como las que parecen invadirnos en los noticiarios puntualmente, y todas las que desconocemos.
EliminarUn gran abrazo amigo.
Y me alegro te guste el nuevo diseño. Año nuevo...
Muy buen micro Francisco, esa chica casi estaba agradecida de que la soltara. Pero él qué listo, no la soltó hasta tener el rescate. Un abrazo
ResponderEliminarEsa mujer lo que quería era marcharse lo más lejos de ese individuo. dice que sí con los ojos, pues está amordazada y maniatada. No quiero pensar que hubiera pasado si el dinero no llega a tiempo. Pero como el que escribe es el que manda, el final es todo lo feliz que se pudiera pensar.
EliminarUn abrazo.
Como siempre la realidad es mucho más extrema que todo lo que podamos imaginar, los que plasmamos los productos de nuestra imaginación.
ResponderEliminarVa más allá e incluso a veces nos toca de cerca con lo que ello supone.
Un saludo Julio y agradecido.