Nos
enviaban de una patada a las duras calles, siempre emitiendo la misma
respuesta: “No hay para todos.”
Al
día siguiente nos volvíamos a organizar en grandes grupos y largas filas, nos
armábamos de paciencia y esperábamos innumerables horas ante sus puertas.
Volvían a recibirnos con cordialidad, como a viejos conocidos, para después de
remover unos cuantos papeles y pulsar unas cuantas teclas, decirnos lo mismo de ayer pero con distintas palabras: “Volved mañana a ver si hay más suerte con la búsqueda de trabajo”.
Y así, hasta la desesperanza.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Una realidad que viven a diario muchas personas. Algunas cercanas a las que vemos poco a poco entrar en esa desesperanza de la que hablas.
ResponderEliminarY no es un problema que vaya a resolverse. ¿Qué querrán decir con lo de la recuperación y el fin de la crisis? ¿Que los bancos ganan más dinero? ¿Que los ricos son más ricos? ¿Que los pobres cada vez están más tristes, más indefensos, más solos?
Un beso.
Es curioso comprobar como cada periodo de tiempo y a lo largo de la historia, las crisis económicas se repiten. La verdad es que me da que pensar sobre alguna teoría conspiratoria de grandes multinacionales y lobbies ocultos en la sombra.
EliminarSea como sea, siempre somos los mismos los que pagamos las consecuencias. Como bien dices: Los ricos lo son cada vez más y los pobres de por si, se convierten en los personajes paupérrimos de "Los Miserables"
Un beso, amiga.
Buff terrible micro y sobre todo terrible situación y terrible ver a esas personas que se van apagando y cada vez tienen más dudas sobre ellas mismas, sin esperanza, sintiéndose inútiles... Muy triste.
ResponderEliminarEstoy con Rosa que la recuperación debe ser para unos pocos porque cada vez hay más personas malviviendo en las calles, gente que lleva años sin trabajo y sin esperanza.
Besos
El problema más que económico es el de la autoestima de los afectados por la falta de trabajo. Por ello, el que lo tiene es afortunado, y con ello juegan los empresarios sin escrúpulos, con la amenaza velada del despido si el trabajador no cumple con lo exigido de forma exhaustiva. Cuando la mayoría de las veces lo exigido es a su vez injusto. La esclavitud sigue vigente en el mercado laboral. Que se lo digan a esa nueva figura que apareció hace pocos años. El becario.
EliminarUn beso.
Una cruel y dura realidad a la que mucha gente se tiene que enfrentar por desgracia, muy bien reflejada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es. Cruda realidad, pues esta realidad nunca fue vehemente, ni suave ni cálida. Triste que muchas personas tengan que padecer en un país teóricamente desarrollado, las consecuencias de las malversaciones y robos de unos pocos sinvergüenzas. ¿Dónde están las revoluciones del proletariado?
EliminarOtro abrazo para ti.
Que pena, y qué real resulta tu micro de hoy... por desgracia para quienes viven la situación con esa carga de desesperanza.
ResponderEliminarUn micro estupendo, Francisco, felicidades
Y lo realmente triste es que cada vez son más los parados de larga duración y los jóvenes que no encuentran un empleo digno, y las mujeres que parece ser siempre son las grandes perdedores a causa de su condición.
EliminarTriste realidad es poca definición para el sufrimiento cotidiano de tantos prójimos.
Abrazos.
Excelente Francisco, has plasmado en pocas palabras una durísima realidad de cada día. Un abrazo y te felicito por contarlo tan bien.
ResponderEliminarTe agradezco esas letras dedicadas al relato y a su autor. He adornado con letras una realidad no tan bonita como la que nos gustaría vivir. Está claro que nos lo ponen cada vez más difícil.
EliminarUn abrazo, compañera.
Muy buen micro Francisco. La cola para la desesperanza de los pobres. Mientras los ricos no hacen cola ni para hacerse más ricos. Sólo a base de un clic ya se hacen más ricos. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, pero la ley del karma, si es que esto sirve de consuelo, funciona también con esos personajes sin escrúpulos. Y como decía mi padre que en paz descanse: "Era rico, era poderoso y famoso. Tenía títulos y honores, pero al final también murio".
EliminarUn beso.
Está claro que "vuelva usted mañana", por desgracia no pasa de moda nunca.
ResponderEliminarEl agujero en que se han sumido muchos por esta crisis es cada vez más profundo, y dudo mucho que esos vuelvan a ver la luz.
Un beso.
El periodista y escritor Larra es el que tituló uno de sus libros de esa manera. En él exponía la profunda desesperación de los personajes ante la lastrante burocracia implantada en el sistema.
EliminarY esta historia, como interminable que es (Michael Ende) estamos condenados a repetirla mientras no la memoricemos y nos rebelemos de manera unánime contra ese orden establecido para conveniencia de algunas clases privilegiadas.
Un beso.
Tristemente, parece exagerado, pero como dices, así es.
ResponderEliminarYo lo califico con el título de una famosa película: Camino de perdición...y desesperación.
Un saludo.