No acababa de tumbarme en la cama cuando esta, poniéndose de patas como potro enloquecido, me trasladó a una cabaña desvencijada en un inhóspito bosque como de cuento de Disney. Me levanté del lecho con cierta reticencia y empujé la puerta desvencijada que se encontraba medio abierta.
–Pasa,
pasa, no te cortes Pedro –me saludó alguien con voz cascada.
–¿
Quién es usted, y por qué me llama Pedro? –respondí.
–Me
conocen como Merlín, y te llamo así, porque has entrado en mi hogar como
Pedro por su casa, sin llamar.
–Perdone
usted caballero.
–Perdonado
quedas, pero no soy caballero, El rey Arturo nunca me nombró como tal. Solo soy un viejo encantador.
–Encantado
yo también de conocerle. –le contesté. ¿Es usted mago como el Tamariz?
–¡Lo
soy, lo soy! y como muestra de ello te voy a enseñar mi varita.
–¡No, perdone! no se confunda, yo no soy de esos, puede guardarse su varita donde le
quepa que yo no “entiendo”, ni me gustan los polvos mágicos y menos con viejos
verdes y desdentados.
–¡Oye
chavalín! creo que te estás equivocando de parte a parte conmigo a la vez que
faltándome el respeto! Lo único que pretendo es mostrarte un objeto
extraordinario capaz de realizar grandes portentos.
–¿Objeto mágico? ¿De esos capaces de transformar en ranas a los príncipes y en
oro el plomo?
–¡Sí!
así como de hacer mucho más, como el caldero de Taron o la espada Escalibur, La
capa de invisibilidad, el giratiempos, las escobas y alfombras voladoras, las
habichuelas de Jack, las botas de siete leguas o las zapatillas mágicas. Sin
olvidar la lámpara de Aladino o las diversas pociones y sustancias que te hacen
más alto, más guapo, más deseable, más…
–…
¡Quite, quite! Esas, las he probado alguna vez, pero tienen efectos secundarios
nada deseables. Una euforia muy limitada que no satisface.
–También
tengo ataúdes trasparentes que conservan cuerpos muertos en estado latente,
agujas de rueca que te hacen dormir eternamente hasta que te besan en los
labios, anillos y brazaletes Nibelungos, cuernos de la abundancia, santos
griales y lanzas de Longinos…
–¡Vale,
vale! que me saturo con tanta propuesta. Y dígame, solo por curiosidad ¿Por un
casual no tendrá algún objeto que consiga convocar a los gobernantes más justos
y honestos?
–¡Hombre!
tengo unas urnas de cristal a mitad de precio a causa de los remanentes de
anteriores eventos electorales. Pero ya te advierto que no son infalibles si
falta voluntad popular.
–Entonces
olvídelo. Lo que sí me voy a llevar si tiene, es algunos objetos que consigan
hacerme sabio.
–¡Hecho
chavalínl!¡Que los disfrutes!
Bonito relato. El mago Merlín es un personaje que me gusta mucho y que atesora objetos mágicos muy importantes como la lanza de Longinos y el Grial. O eso cree él porque se ha descubierto que el Grial es el cáliz de Doña Urraca que toda la vida (bueno, un poco menos) estuvo en San Isidoro de León y que ahora han descubierto tan noble origen para él.
ResponderEliminarDormirse rodeado de libros mientras se estudia, es lo que tiene, que ves griales por todas partes.
Un beso.
Sí Rosa, Merlín no deja de ser un personaje carismático donde los haya dentro de la literatura de ficción. Pero ante todo lo que hace atractivo al personaje es su aparente magia alquímica que desarrolla en favor de un rey poderoso que es elegido por excálibur, que ya es de por sí un objeto lo suficientemente mágico... pues tan pronto tienes vida como que te la arrebata de un tajo.
EliminarSobre lo del Grial yo creía que estaba en valencia, o esas eran las últimas noticias que tengo.
Dormirse rodeado de libros es un sueño. Je,je.
Besos
Muy buen cuento y como los cuentos son mágicos este tuyo ha resultado de primera. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Mamen por calificar mi relato como cuento de primera.
EliminarMe alegro te haya gustado.
Un abrazo.
Un relato encantador, con unos diálogos divertidísimos e irónicos y la mención de muchos objetos mágicos que han poblado la literatura.
ResponderEliminarSaludos, Francisco.
Lo de encantador lo dices por Merlín ¿No?. Es broma.
EliminarTe agradezco el comentario compañera. Y sí, es cierto que en muchos libros de los que hemos leído se mencionan objetos mágicos o personajes con poderes extraordinarios.
Un abrazo Mirella.
Merlín, precisamente nos hacía falta un Merlín para arreglar las cosas de manera mágica porque de otra forma me parece que no va a ser posible. SAludos.
ResponderEliminarHay cosas que no tienen remedio ni solución mientras estén los que están representando al pueblo.
EliminarNi con magia negra nos quitamos a todos estos que están como la grasa pegados a los escaños. Aunque también te digo que tan hartos estamos que ni ganas tenemos de movilizarnos como los de Fuente ovejuna en su momento literario.
Un abrazo Manuela.
¡Toma ya Magia Potagia!, y además con Merlín y todo su arsenal de objetos mágicos, un personaje redondo y más que adecuado para el reto que esta vez propone el otro mago David.
ResponderEliminarEstás inspirado ¿ehh Francisco?, te has sacado del sombrero nada más y nada menos que...tachammmmm!!!! dos cuentos mágicos.
Este cuento Tara es el que escribí primero como humorada, pero después pensé que otro más humano y realista tampoco estaría de más. Un objeto que sin ser mágico en sí mismo, podría realizar magia blanca eventual y de andar por casa.
EliminarLa inspiración no es algo que me sobre, pero cuando me sobreviene no tengo más remedio que volcarme en el word.
Un saludo, compañera.
Genial!! Irónico y muy divertido. Pura magia :)
ResponderEliminarPara mi personalmente la ironía es el humor destilado en alambique.
EliminarTe agradezco tu paso por aquí y las palabras dejadas.
Besos.
Te ha quedado redondo este nuevo aporte para el reto del objeto mágico, amigo Francisco, ya que no falta magia ni debajo de la cama ni al otro lado de la puerta, donde espera ni más ni menos que el mago de todos los magos del universo: ¡Merlín!
ResponderEliminarUna historia muy bien urdida desde principio a fin, con ese gran aporte de objetos mágicos, que ilustran la literatura y nuestros cuentos de la infancia. Sin olvidar tu marchamo personal, que no es otro, que ese singular humor un tanto irónico que te caracteriza.
Un beso.
Me has calado bien amiga. Eso del humor irónico es para mi un divertimento de lo más satisfactorio. Mientras escribo en esa clave de humor me rio yo solo y me lo paso bomba.
EliminarMerlín creo que es el referente de todo mago o encantador que se precie. Una especie de alquimista fetén que era capaz de hacer ilusionismo con los palurdos de la época, pues poca cultura y racionalidad había entonces en los tiempos de los de la mesa redonda ¿No te parece?
Otro beso para ti, querida amiga.
Ya se sabe que la sabiduría solo se consigue a fuerza de estudio y no de pócimas ni sortilegios. Al menos lo saben los estudiosos, no así los necios.
ResponderEliminarMe lo he pasado en grande con el registro humorístico que le has dado a este relato "mágico".
Un abrazo.
Gracias Josep por habértelo pasado bien con mi relato.
EliminarNo estoy de acuerdo contigo totalmente en lo que has escrito. Te explico que la sabiduría se consigue a base de estudio, eso sí, pero también a base de pócimas como el café. Haber quién hubiera aguantado si no tantas horas nocturnas con los tochos delante y repasando la lección pertinente.
¿Y los necios que sabrán de todo? Más bien nada.
Un abrazo, amigo y compañero.
Bueno, bueno, Francisco, has escrito un micro que es todo un homenaje al objeto mágico en la ficción. Por no hablar de los divertidos diálogos. He soltado una carcajada con ese malentendido con la varita. Pero por si esto ya fuera poco, introduces una sutil crítica a la situación política. Y por si faltara algo más, ese homenaje al mayor de los objetos mágicos: el libro.
ResponderEliminarUn micro de diez, Francisco. ¡Enhorabuena!
A mí personalmente David, lo político me aburre soberanamente de por si, pero es que los que se dedican a ello carecen de la imaginación suficiente como para hacer magia y cambiar ciertas prebendas asignadas.Aunque no nos dejan de sorprender con el ilusionismo, engañándonos continuamente con sus discursos y promesas.
EliminarY esa carcajada tuya, ya me ha compensado y dado sentido a lo escrito.
Un abrazo mago literario.
Qué buen viaje nos has hecho a los objetos mágicos que han adornado nuestra vida. Merlín, Tarón y su caldero, los objetos de Harry Potter,... El santo Grial y la lanza de Longinos, y, por supuesto, los libros, esos objetos mágicos que nos trasladan a mundos lejanos, nos hacen vivir aventuras y nos dan un poquito de sabiduría y mucha felicidad. Lástima que Merlín no tenga un remedio para encauzar el país.
ResponderEliminarOtro abrazo fuerte.
Son viajes imaginarios que me monto, como los tuyos a mudos futuristas donde la magia es posible, o al menos la sorpresa ante lo desconocido.
EliminarLos que escribimos hacemos un poquito de alquimia. hacemos que los lectores se trasladen como en máquina del tiempo. Convertimos letras en imágenes personales. Yo creo que Merlín tenía algo de escritor.
Los libros son los objetos con más magia que conozco.
Un abrazo Bruno.
Me ha encantado, muy buen relato, Francisco. Es de lo más original y muy divertido. Me ha matado de risa la trama con esa varita mágica, me impresionó ese rotundo final. No hay nada como aprender la magia y sabiduría de los libros.
ResponderEliminarSaluditos
Gracias Yessy, tú si que eres encantadora aunque no tengas "varita" Pero seguro que te las apañas bien con tus "Encantos" ( Por favor no interpretar como machismo) Hay que andar con mucho ojo con lo políticamente correcto; por Dios que asco de palabra...
EliminarRecibe un abrazo.
Muy graciosa la escena,esa varita mágica que solucione los problemas.Y al final mira donde estaba la solución.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco
Puri
La magia radica en querer ver nuestros deseos hechos realidad. También cuando nuestros esfuerzos se ven compensados con resultados satisfactorios. Mágico puede ser un paisaje o una sonrisa. tantas cosas pueden ser mágicas.
EliminarUn abrazo Dulcinea.
Me gusta este catálogo de exhibición de objetos mágicos, con el colofón de los libros. La forma de presentarlo como un diálogo como Merlín es un acierto, sin duda. Gracias Francisco
ResponderEliminarEsos y los que quedan escritos en otros tantos libros de fantasía. Creo que la humanidad se ha basado en leyendas, en sueños y en deseos en un tanto por ciento muy elevado. Antes se creía en los duendes, elfos y enanos que vendrían a solucionarnos la papeleta vital. Ahora creemos en la magia de la lotería y el euromillón. El hombre es muy previsible cuando se pone en plan pedigueño.
EliminarU abrazo, Javier.
Buen compendio de utiles de magia Francisco. Entretenido y gracioso, imaginar un Merlin en esas chanzas, ja, ja.
ResponderEliminarEse !Tachaaan! se convirtió en "La magia de los libros"
Los libros son los objetos con más magia real y efectiva que conozco. Los demás son adornos más o menos vistosos que se llenan de polvo, que por cierto tampoco es mágico.
EliminarUn abrazo, compañera.