Ya
tengo los pies fríos. y esto va a más.
Nos
habíamos citado en la empresa hace una hora, él tenía intención de desvelarme
un gran secreto, vital según parecía para
que nuestra relación como socios siguiera funcionando. Y yo, intrigado y curioso a
partes iguales me presenté puntual en
ese lugar de encuentro tan inusitado.
Suena
la señal de un mensaje entrante en mi móvil.
Me
comunica que no llegaré a verle, que he sido un socio infiel, que le he traicionado y que el contrato de sociedad queda rescindido
por incumplimiento, ya que su mujer no
entraba dentro de las condiciones acordadas.
En
ese justo momento oigo el clic, al cerrarse la puerta de la cámara de
congelados.
Derechos de autor: Francisco Moroz
¡Impresionante!, bien dicen que la venganza se consume en frío.
ResponderEliminar😘
Ciertamente muy bien traído tu comentario.
EliminarGracias y un saludo Adel.
¡Buena venganza! Se quedará con los pies fríos, más que congelados. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que de esta no sale el personaje, y es que la honorabilidad es una virtud a tener en cuenta cuando de negocios se trata.
EliminarUn abrazo.
Es que a quién se le ocurre aceptar un lugar así para un encuentro con alguien que tiene deudas que cobrar. Sí que va a ir a más el asunto del frío.
ResponderEliminarUn beso.
El lugar es lo de menos cuando no hay nada que temer. Lo malo es no haber sospechado de porqué el socio te da cita justo ahí, y no en las oficinas de la empresa.
EliminarUn beso, Rosa.
Las infidelidades se pagan muy caras, como acabar los días congelado, en esa cámara de gas, perdón, frigorífica, quise decir. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
La infidelidad es algo a lo que no damos importancia y no me refiero solamente a las infidelidades matrimoniales. La honestidad en todo su espectro es importante para poder confiar en alguien y llevar a buen puerto, acuerdos y negocios.
EliminarOtro abrazo para ti, Estrella.
Oh! Tremendo! No esperaba para nada ese final. Muy buen micro, Francisco.
ResponderEliminarEsos finales son los que me gustan, no por lo escabroso sino por lo inesperado y justo. Al Cesar lo que es del Cesar y...
EliminarUn abrazo.
Buen relato con final insospechado.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias Manuela, me alegra haberte sorprendido.
EliminarUn saludo.
La realidad supera a muchas ficciones. Tenemos muy reciente el suceso de Castro Urdiales y la cabeza en una caja. Un abrazo.
ResponderEliminarHay realidades suficientes en las que basar una historia. Alguien dijo ya en una ocasión que todo está inventado.
EliminarUn abrazo Zarzamora.
Desde luego este se ha quedado helado.
ResponderEliminarJajaja muy bueno, qué peligrosa es la venganza.
Besos
La venganza se sirve como plato frío, y en este caso queda constancia de que el hecho es literal.
ResponderEliminarBesos, amiga.
El lugar de la cita, no se puede decir que fuera el mejor, la verdad ja, ja, ja
ResponderEliminarY la venganza es un plato que se sirve fría, en este caso congelada, :)
Genial, Francisco.
Un beso.
Bueno, el lugar de la quedada no infunde sospecha cuando se presupone que es en un lugar de la propia empresa que dirigen los dos socios. Empresa de congelados cierto que no la más adecuada.
EliminarUn beso Irene.