miércoles, 12 de junio de 2019

Viaje al centro de la mente






El último día de vacaciones fue el mejor y más intenso. Estuvimos de crucero por las islas griegas, esquiamos en los Alpes, visitamos la Gran Muralla China. Y a la noche, tomamos un vuelo directo a la feria que habían instalado en las afueras de mi pueblo. Montamos en todas las atracciones repetidas veces, nos pusimos ciegas de algodón de azúcar y como colofón, entramos en la caseta de la adivina.

La pitonisa me vaticinó un futuro inquietante a causa de mi desbordante imaginación.
Y solo con escucharme, intuyó a la amiga imaginaria que me acompaña en todos los viajes que realizo dentro de mi mente. Pero ¡Eso sí! No supo adivinar su nombre. 
Y es que demencia, no se muestra a cualquiera la primera vez. 

Derechos de autor: Francisco Moroz



viernes, 7 de junio de 2019

Tinta escrita y derramada






Cuando Romeo y Julieta se besaban con pasión prometiéndose amor eterno, eran ajenos a su drama personal y a la falta de futuro en su relación amorosa.
No podían haber imaginado, que su trágico destino ya estaba escrito de antemano con premeditación y alevosía por un tal Shakespeare.



Cuando salió de la cárcel en la que estuvo recluido cinco años de su vida, fue directo a matar al autor de sus días, el que lo había creado como personaje de ficción, el mismo que le condenó por un crimen del que era inocente, solo por dar más interés al argumento.

                             

Entre los entendidos que frecuentaban la sala de lectura era conocida como una novela de acción. A pesar de haber abandonado la balda donde reposaba tan solo en un par de ocasiones.

                             

Desde el primer momento en que el forense, hombre instruido y muy leído, inspeccionó el cadáver encontrado en la biblioteca. Dictaminó que se trataba de una muerte de libro.

                             

Aunque el escritor era zurdo nunca supo tener mano izquierda con las editoriales y por ello, le resultó dificultoso obtener el derecho de autor.

                             

Para una vez que Don Juan se enamoraba sinceramente de una dama tan interesante como aquella que le leía, y justo en el instante en el que iba a declararle su amor incondicional, ella se limitó a pasar página y seguir leyendo.

                             

Cuando su querida musa inspiradora le dijo que la relación entre ellos era imposible, se quedó tan pálido como la hoja en blanco que tenía delante, y en la que no acertó a escribir ni una triste despedida.

                             

Lázaro de Tormes se acercó al registro para reclamar al autor sus derechos de imagen, y salió contrariado cuando le dijeron que este se encontraba en paradero desconocido.

                             

El escritor triunfó con su primera obra. Top ten de ventas, número uno en las listas internacionales de libros más leídos. Su opera prima se convirtió en poco tiempo en Best Seller, siendo traducida a cuarenta idiomas.
Pero no volvió a escribir más, todo por un maldito punto y final.



Derechos de autor: Francisco Moroz


martes, 4 de junio de 2019

Proyecto




“Tengo pensado hacer varios peces de colores con papel de seda, para regalárselos a Carlitos por su cumpleaños”. –Me dijo el viejito mientras departíamos en aquella fría habitación.

Tantos años han pasado desde aquellos juegos y paseos compartidos por el parque, que no solo yo he olvidado muchas cosas importantes.

Mi padre desde su realidad no me identifica, pero sigue pensando en hacer feliz a ese pequeño niño que fue su hijo convertido en lo que ahora soy, un hombre de cuarenta y cinco años que viene de vez en cuando a la residencia de ancianos, para refrescar recuerdos que atenúen la soledad de ambos.

Derechos de autor: Francisco Moroz



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