miércoles, 30 de diciembre de 2020

¡Feliz año nuevo!





Queridos amigos y compañeros de letras. Se nos va un año poco favorable en cuestiones de salud e incluso de trabajo. Un periodo temporal con mucha amargura y frustración a nuestras espaldas; pero para ser justos y pensando en positivo, también esta pandemia, nos está haciendo cambiar nuestro concepto de ocio como aprovechamiento del tiempo libre extra disponible por obligación. Incluso me atrevería a decir que algunos nos hemos reencontrado con aficiones abandonadas y espacios personales, donde plantearse horizontes con preferencias diferentes a las que ya teníamos preestablecidas de antemano al comenzar el 2020.

Queda poco para que se efectúe el cambio de dígito que nos traerá otros trescientos sesenta y cinco días; que suponen unas ocho mil setecientas sesenta horas ¿En qué las invertiremos? allá cada cuál. Yo sigo apostando por la cultura con sus variadas facetas y la lectura y la escritura como reinas absolutas. Aunque espero que no falte el cine, el teatro, las series y las visitas a museos; todo ello aderezado a ser posible con buena compañía. Y en este blog, por supuesto, me gustaría contar de nuevo con la vuestra.

De momento me despido hasta el año que viene, con mis mejores deseos de salida y de entrada aunque sea por puerta de servicio o de emergencia, incluso por butrón de última hora.

Que sepáis que en esta casa se os aprecia y valora como cada uno merecéis aunque no siempre os lo pueda demostrar.

Mi abrazo, como siempre, para todos y cada uno.

Y como digo a mis amigos: ¡Nos vemos por los blogs!





 



jueves, 24 de diciembre de 2020

Felices fiestas





 Me gustaría aprovechar este espacio para desear a todos los que os pasáis por aquí, todo aquello que necesitéis en estos momentos: Descanso, compañía, salud, una interesante conversación o un buen libro. Ánimo o cariño. Una cálida sonrisa desenmascarada y un abrazo virtual o no, según el riesgo que queráis asumir. 

Una pequeña reunión con lo más selecto de la familia, una vídeo conferencia que signifique encuentro, con ese ser que añoráis tanto a causa de la distancia física.

¡En fin! que todo en estos días brille a pesar de las dificultades.

Que todo se abra paso con generosidad a pesar de las restricciones.

Que el amor sea el que dirija vuestros deseos de felicidad.

Desde este espacio vaya mi abrazo para todos.






miércoles, 16 de diciembre de 2020

Te doy mi palabra 6




Coturno:

En la antigua Grecia y Roma, calzado de suela de madera o corcho que llegaba hasta la pantorrilla y podía llevarse indistintamente en uno u otro pie; fue un calzado usado principalmente por actores de teatro trágico, en neta oposición al socco (o soccus), reservado para la representación de la comedia. Con la suela más o menos gruesa según la categoría y el papel del actor.

También utilizado por las princesas de la Edad Media al salir a la calle, ya que antiguamente no existía sistema de alcantarillado ni de recogida de desechos en las vías públicas y, de este modo, no se ensuciaban los pies.

Los coturnos tenían la función de proporcionar altura al actor que representaba personajes nobles elevándolo por encima del coro y equiparándolo a las grandes dimensiones de la máscara, convirtiéndolo así en un personaje enorme. De este modo, se acrecentaba también la impresión sobre el público.

Se representaba calzada con coturnos a Melpómene, una de las dos musas del teatro.


Bruno:


Del lat. prunum 'ciruela' o prunus 'ciruelo'.

1. m. Ciruela negra que se coge en el norte de España.

2. m. Árbol que da el bruno.

Del fr. brun 'moreno', y este del franco *brûn; cf. ingl. brown y al. braun.

3. adj. cult. De color negro o muy oscuro.

El significado del nombre Bruno es "el protector" o bien "el que lleva una coraza". Sin embargo, este nombre es uno de los más interesantes que existen, pues en él coinciden varias etimologías.

Técnicamente, Bruno se considera un nombre de origen germánico y su significado más directo proviene de dicha lengua ("el de piel oscura, rojiza o quemada.

 

Noctívagos:


1adj. Poet: que anda vagando.

   Palabras similares: Nocharniego, noctámbulo. Ave nocturna.

[persona] Que tiene tendencia a realizar actividades durante la noche, en especial si son diversiones o si son actividades que normalmente se realizan durante el día.


Moloso:


1. adj. HISTORIA De Molosia, antigua región del reino de Epiro.

2. s. HISTORIA Personas natural de esta antigua región.

3. adj./ s. ZOOLOGÍA Se aplica a una raza canina de gran tamaño y pelo corto, que procede de Molosia. dogo

4. s. m. POESÍA Pie de la poesía clásica compuesto de tres sílabas largas.

Los molosos son un grupo de perros caracterizados por tener una constitución musculosa, fuertes mandíbulas, gran cabeza y hocico corto, lo que les hace ser excelentes guardianes y defensores. ... Es frecuente el uso de los términos mastín y dogo como sinónimos de moloso porque son las dos subdivisiones de esta categoría.


Perendengues:

1. s. m. Adorno que se ponen las mujeres en las orejas llevaba unos perendengues de esmeraldas. pendiente

2. Adorno femenino de poco valor suele ir llena de perendengues y quincallas. baratija

3. s. m. pl. Cosa usada para adornar o ataviar tiene la casa llena de cuadros, jarrones y otros perendengues.

4. Trabas o dificultades que se ponen para la ejecución de una cosa a pesar de los perendengues conseguimos salir

Similar: Sin tonterías.



 Texto


Eran como el Yin y el Jang, de lo más antagónico en el aspecto, pero terminaron juntos. Componían la pareja perfecta.

Ella de piel blanca. Rubia, con ojos verdes malaquita. De altura destacable, y más con esos zapatos de plataforma, que como los antiguos coturnos griegos, la elevaba por encima de la mayoría de féminas que pululaban por la ciudad. Sus curvas bien proporcionadas eran de las que hacían derrapar las miradas de ambos sexos sobre su cuerpo.

Él, con un cuerpo bien trabajado en el gimnasio, era la envidia de unos y el objeto de deseo de otras.

Compacto y musculoso, de ojos y piel brunos. No muy alto pero de aspecto recio. Era conocido en el ámbito de los noctívagos como “el moloso aunque a ella le gustaba llamarle “mi negro."

Su historia de amor fue de lo más convencional: Se vieron, se gustaron, se enamoraron y se fueron a vivir juntos. Sin perendengues ni prejuicios. Inseparables y fieles. Por encima de los tópicos que los hubieran podido clasificar tan solo por la superflua apariencia.

Y es que a pesar de su aspecto físico impecable también ejercitaban el cerebro. Ponían en práctica lo de “Mens sana in corpore sano que proclamó Décimo Junio Juvenal. Uno de los autores favoritos para ambos. No fue casualidad que se conocieran en la biblioteca de la universidad, mientras estudiaban filología clásica en horario nocturno. Pues ambos trabajaban por las mañanas. Ella de cuidadora de ancianos y él, de jardinero.

Lo que ya os dije: la pareja perfecta.










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