Querido hijo:
Llega el momento del encuentro.
Hoy, después de tan larga espera podremos conocer tu rostro y oír tu llanto.
Tendrás que abandonar este lugar tan cálido que te acogió hasta ahora en húmedo y rítmico arrullo de dos corazones unidos por el amor a lo engendrado.
Pero no sientas temor, estaremos muy cerca, al igual que ahora, para recibir tu primera mirada cuando abras esos ojos que imaginamos claros como el cielo.
Fantaseamos con tu sonrisa, con tus deditos agarrando un mechón de nuestros cabellos.
Seguro que no te faltarán caricias sobre tu piel indefensa, te garantizo que nuestros besos te cubrirán como ropaje de cariño; eres un bien muy preciado para ambos, y deseamos compartir tantas cosas contigo, que esperar las últimas horas se hace costoso.
Cuando vengas nos haremos todos como niños. Seremos partícipes de tus descubrimientos, volveremos a admirarnos de las cosas en las que un buen día dejamos de creer.
Gracias a ti, volveremos a ver el mundo con esperanza y quien sabe si por tu causa, reiremos más a menudo de felicidad.
Lo que sabemos con seguridad es que todo cambiará, y que lo que fuéramos hasta ese momento carecerá de importancia, pues tú, vienes a dar nuevo sentido a nuestras existencias.
Por tu nacer y por lo que lleguemos a ser juntos te estamos muy agradecidos hijo y eres bienvenido a nuestros brazos, que serán tu primer hogar.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Código de registro: 1605087457687
Hola Francisco:
ResponderEliminar¿Pura ficción o auténtica realidad? Si ficción, muy bien escrito; si además estamos ante una realidad cierta, añade una enhorabuena con mayúsculas: ¡¡¡E N H O R A B U E N A!!!
Espero una pronta respuesta. Un fuerte abrazo
¿Qué tal amigo? si , lo escrito lo fue hace 19 años y no había tenido oportunidad ni ocasión de subirlo. Hoy por fin me decidí.
EliminarGracias por esa enhorabuena. Tener un hijo es una bendición y una fortuna. Yo tengo dos fortunas.
Un abrazo.
Por cierto: ¿Nos veremos en esta nueva ocasión?
Trasciende de lo escrito una tal sinceridad que se me hacía difícil pensar que fuese pura ficción. ¿Y se lo has leído a esa o esas bendición / -es. Seguro que les ha parecido fantástico.
EliminarSí, habrá que esforzarse para buscar un motivo para volvernos a ver.
Un abrazo
Hermoso!!! Mi enhorabuena por tan bella expresion de lo q puede ser una realidad o ficcion a la vez.
ResponderEliminarGracias.Es por suerte una gran realidad que mide 1'87.ja,ja.
EliminarPero esto lo escribí antes de que naciera.
Un abrazo
Precioso carta al amor de un hijo todavía no nacido. Como padres es una bendición tener un hijo que cambia el concepto de la vida. Yo como tu tengo dos y ya esperando que alguno de ellos sea padre y me hagan abuela. Un abrazo
ResponderEliminarEntonces tus experiencias con respecto a lo escrito son las mismas. cuanta necesidad de ellos una vez que los tienes.¿Y ahora los nietos?
EliminarEso será una repetición de emociones parecidas, seguro.
Un beso Mamen.
¡Qué bonitooo Francisco! cuánta ilusión en la espera se desprende de tus letras. O sea, que ya tenías madera de escritor hace casi 20 años...
ResponderEliminar¡Un beso, y enhorabuena por lo que fue y es!
No te puedes imaginar el cúmulo de sentimientos y pensamientos que te desbordan en ese momento de la espera deseada, del primer encuentro con el que será el centro de atención y de cuidados durante mucho tiempo. Lo de ser madre y padre es algo que debería experimentar todo ser humano.
EliminarLo de la madera de escritor viene de mucho antes. je,je.
Besos amiga.
!Qué ternura! Un orgullo para ese hijo, tener las palabras de su padre. Cariños
ResponderEliminarMe figuro que por su parte será otro tipo de amor el que sienta por mi. Creo que esto que le escribí hace 19 años lo leyó hace unos meses, pues no le había comentado nada.
EliminarTodo serán recuerdos en su momento, pero benditos recuerdos.
Besos y gracias María.
Me ha pasado como a Juan Carlos. Se veía tan verídico que no sabía yo si estarías realmente esperando un gachupín. Ahora veo que es verídico con carácter retroactivo. Lo era cuando lo escribiste y se nota.
ResponderEliminarAhora me voy a poner caústica, que ya sabes que me gusta. Tener un hijo es una fortuna y una bendición o una desgracia, depende del hijo. Algunos de pequeños eran muy ricos y sus padres debieron comérselos. ¡¡Cuanto más habrían ganado!! Sé de gente cuya mayor fuente de infortunios han sido los hijos, o uno de ellos. Con los años que llevo viendo pasar adolescentes y padres por delante de mí, sé de lo que hablo...
Pero sí, tienes razón, cuando son una fortuna, lo son con todas las letras. Yo sólo tengo una fortuna de esas y vive fuera de mi ciudad y, por cuestiones de su horario de trabajo, lo veo poco, pero es el mejor hijo del mundo y su cariño y el amor con que me trata, son algo insuperable.
Un beso.
Ese es el espíritu positivo, el de tus últimas lineas.
EliminarQuien duda todavía que la educación, el cariño, y la atención son la continuación de la responsabilidad adquirida por engendrar.
El que se evade de esas "obligaciones" lo paga con creces.
No digo que todos los padres se merezcan lo que tienen en casa convertidos en adolescentes "terribilis" pero muchos de ellos están recibiendo sus omisiones de amor y sacrificio y recogiendo lo que sembraron.
Besos Rosa.
P.D: Yo ya no estoy para ciertos trotes. ja,ja.aunque me conserve joven
Era tan emotivo... Además hay hombres que han tenido hijos con ochenta años. Mujeres, no.
EliminarHola Francisco. En Julio hará ya diez años que viví el momento mas hermoso de mi vida. Mi pequeña María vino al mundo y cambio mi vida ya para siempre, y por supuesto para mucho mejor. Así que como no suscribir tus sentidas y bellas palabras. Un gran abrazo y gracias por tus letras.
ResponderEliminarGracias Miguel. Con tus palabras vienes a corroborar las emociones sentidas por los padres del nuevo ser que viene siempre a aportar y nunca a restar.
EliminarUn abrazo compañero.
Yo sentí lo mismo las dos veces (ya lejanas) en que iba a ser padre y en la que (mucho más reciente) iba a ser abuelo por primera vez. La presencia de una criatura siempre nos llena de alegría y nos cambia la vida para bien aunque los padres (sobre todo s son primerizos) deban pagar un pequeño peaje en forma de preocupaciones y alguna noche en vela. Y a los abuelos, la presencia de niños nos rejuvenece más que cualquier pócima mágica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto, no sé lo que tienen los niños pero rejuvenecen a los abuelos y a los padres nos mantiene activos.
EliminarLas noches en vela y preocupaciones como obligaciones varias, como limpiar culos y dar biberones son pasajeras. después vienen otras como las compañías y los estudios, o las horas de llegar a casa.
Pero la cantidad de alegrías y satisfacciones lo compensa todo con creces. Yo asl menos soy afortunado con los mios.
Un abrazo joven abuelo.
Qué entrañable bienvenida para la llegada de los hijos.
ResponderEliminarUn abrazo
Escribí en su momento mis emociones, aquello que yo esperaba y se hacía realidad; y compartirlo con mi mujer fue maravilloso ¡Eso sí! más mérito suyo que mio.
EliminarBesos Suni.
Muy bonito. La paternidad es lo mejor que me ha pasado en la vida, también lo más difícil.
ResponderEliminarUn saludo
Ante todo mi bienvenida.
EliminarMe alegra coincidir con tus palabras. Lo mejor que me ha pasado, después de conocer a mi pareja y compartir vida.
Y ante las dificultades que conlleva la paternidad yo digo: "Sarna con gusto no pica"
Un saludo y espero verte en más ocasiones.
Emociona tú escrito especialmente a las que somos madres, me ha gustado no mucho si no lo siguiente, es preciosa, espero que esa bendición de la vida, te de muchas muchas alegrias como a mí adolescente me las da a mi, aunque a veces cuesta por la edad ya sabes, pero aún así es una maravilla. un abrazo. TERE.
ResponderEliminarTú como madre sabes bien de lo que escribo ¿Verdad? yo creo que vosotras con más razón experimentáis el milagro de traer vida al mundo; un gran milagro que te hace copartícipe de la creación.
EliminarY es verdad que si no fallas con la educación, después las satisfacciones son un añadido que compensa todo sacrificio.
Un beso Teresa.
Qué bien has expresado las sensaciones que se tienen cuando se espera un hijo. El querer ver su carita, el oír su llanto, el tocar sus manitas, todos esos anhelos que los padres hemos tenido mientras esperamos que nazcan nuestros hijos.
ResponderEliminarMe has hecho recordar mi embarazo, cuántas ganas tenía de tocar a mi niña, de ponerle cara y forma a algo que ya quería desde hacía meses (desde que supe que estaba creciendo una vida en mi seno). ¡Cómo se puede querer tanto a alguien que, en realidad, aún no se conoce!
Preciosa carta, Francisco.
Me congratula el haber traído estos recuerdos que mencionas. Es un milagro la vida que se forma como sin querer, sin ser conscientes de lo que nos viene encima de forma perentoria y nos pide refugio, acogida y cuidado. El instinto poderoso de la maternidad es la más grande de las fuerzas.
EliminarBesos Kirke.
Muy tierno Francisco, al leerte he recordado esos momentos en que estás a punto de conocer a ese ser con el que has compartido 9 meses, los sentimientos son indescriptibles y tú has conseguido transcribirlos.
ResponderEliminarSe te acaba la tranquilidad, se acaban periodos más egoístas de la vida de uno, todo gira en torno a ese nuevo ser que lo modifica todo y al que tanto se quiere. Es una experiencia agotadora pero tan preciosa, única e irrepetible, sientes lo mismo con cada uno de tus hijos, se los quiere tanto, después toca seguir educando y amándolos, no siempre es fácil, pero lo auténtico, lo que se hace desde el corazón está ahí, en tus hijos.
Gracias por este relato tan lleno de sentimientos.
Un beso
Y que momentos ¿Verdad Conxita? Yo al menos no los cambio por nada, no sería capaz de renunciar a ellos que me aportan riqueza a mi vida personal. Cada uno es muy libre de tomar sus opciones con respecto a su vocación materna o paterna; pero cierto que renuncian voluntariamente a hermosas experiencias.
EliminarMe encanta que me leas, por tanto la gratitud es mía.
Besos
Qué carta tan preciosa y cuánto amor destila. Ojalá que todos los niños que llegan a este mundo contaran con un recibiento tan cálido y con una espera tan llena de ganas. Ainssss es una ternura de carta, Francisco :))
ResponderEliminarUn beso.
desde luego que este mundo necesita más amor incondicional, cambiarían muchas cosas, y la saociedad sería mucho más amable al igual que la convivencia entre nosotros.
EliminarUn beso amiga.
Cierto Julio David, que como el entorno que te proporciona la familia ninguno es equiparable.
ResponderEliminarAhí te sientes siempre querido y aceptado como lo que eres.
Un abrazo compañero.
No te felicitaré por tu próxima paternidad como la otra vez ni por el pequeñín jajaja, dios que vergüenza pasé jajaja. Pero si lo haré por un texto lleno de sensibilidad, ternura y sobre todo mucho amor.
ResponderEliminarBesos grandes.
Ja,ja. Me puedes felicitar las veces que quieras, pues para un servidor los dos mamotretos que tengo en casa siguen siendo mis pequeños.
EliminarGracias por tus palabras escritas. Un besos Mariola.
¡Preciosísima carta Francisco!
ResponderEliminarCuánto amor y ternura, son palabras que anhelan, abrazan y protegen.
Pero justo esta parte: volveremos a admirarnos de las cosas en las que un buen día dejamos de creer, ains... maravillosa!
Besos!
Me has obligado a releerla, la escribí hace tiempo ya. tus palabras también me abrazan y por eso te aprecio amiga.
EliminarTe doy las gracias y unos cuantos besos.
Si me encuentras detrás de ti no será para dañarte sino para protegerte (No más tortícolis) je,je