viernes, 23 de diciembre de 2016

A vueltas con la navidad -tercera parte-



Flor de pascua.

De todos es conocida esta planta tan llamativa de hojas rojas que se acostumbra a ver sobre todo en estas fechas como adorno señalado de interiores.
Su nombre botánico es: Poinsettia , nombre elegido en honor a un embajador americano en Méjico que es el que la dio a conocer y la hizo popular pues, enamorado de su vistosidad y apariencia la solía regalar a sus amistades por estas época. También se encargó de mandar algunos ejemplares a diversos jardines botánicos.
La planta es originaria de Méjico y ya era muy conocida por los pueblos pertenecientes a la cultura mesoamericana. Utilizada como medicina en forma de emplastos para enfermedades de la piel, como infusión para que las madres produjesen abundante leche y para bajar la fiebre. Y a causa de su llamativo color, como tinte natural para tejidos.
En el siglo XVI los misioneros franciscanos las usaban en navidad como motivo ornamental de sus iglesias, pero será gracias al nombrado embajador: Joel Roberts Poinsett en el XIX y a su admiración por estas plantas tan vitales, pues florecen desde noviembre a enero; que se conozcan y se usen de forma generalizada.
Hay un cuento referido a esta planta que nos dice que era una de las más humildes, irrelevante y de anodina presencia. Crecía en la orilla de un camino por el que solía pasar Jesucristo, y que cuando este lo hacía, intentaba mejorar su presencia, creciendo lozana en honor al Mesías. Cuando este fue crucificado, parte de su sangre se derramó sobre ella, tiñéndose con el color que caracteriza a sus hojas.

Árbol de navidad.

Es una tradición originaria de los pueblos celtas de centro Europa que ya acostumbraban a adornar los robles en honor a sus dioses, en concreto a uno llamado Frey, dios que representaba al sol y que era propiciador de la fertilidad de las mujeres, los campos y las bestias.
El árbol al que conocían como Idrasil (Árbol del universo) era considerado sagrado por estos pueblos. De él pendía el universo y sus raíces profundas llegaban al inframundo. Al llegar el solsticio elegían uno de los más antiguos para encender luminarias entre sus ramas y colgar guirnaldas para a continuación danzar en torno a él.
Cuando San Bonifacio llegó a estas tierras de Germania sobre el año 740, utilizó este elemento de adoración de los pueblos paganos como motivo para evangelizarlos. Para ello eligió un abeto o pino para darle la simbología más acorde con el nuevo credo.
La forma triangular del pino recuerda a la trinidad al igual que las hojas perennes el amor perdurable de Dios. Colgó manzanas para recordar el pecado original del que supuestamente todos somos portadores y las velas significando la luz de la fe que guía al creyente.
El primer árbol de navidad como tal, se vio en Alemania en el año 1605. La tradición se fue arraigando llegando a Inglaterra en 1841 de la mano del príncipe Alberto consorte de la reina Victoria. A España llegó en 1870 traído por una princesa rusa llamada Sofía Troubetzkoy esposa del marqués de Alcañices.

Hoy en prácticamente todas las ciudades luce en medio de su plaza principal un árbol de esta índole que suele ser artificial, pero del que siguen colgando los ornamentos que desde ahora nos recordaran otras creencias, culturas y tradiciones.

Uno de los árboles más grandes es el colocado todos lo años en New york, en el Rockefeller Center que tiene que reunir dos características: tener no menos de 50 años y medir más de 20 metros.
Para ello los encargados de buscar dicho abeto sobrevuelan bosques hasta dar con el espécimen adecuado.
su instalación en la gran manzana y el posterior encendido, se convierten en un espectáculo multitudinario.

Portal de Belén (Nacimiento)

Un elemento que es motivo de regocijo sobre todo para los más pequeños. Donde maquetistas avezados y aficionados entregados a la labor crean escuela, superándose año tras año.
Y la tradición nos viene también de lejos, esta vez de los primeros cristianos que adornaron algunos sarcófagos de las catacumbas romanas de la localidad de Priscila, sobre el siglo II –V, representando la estampa tan conocida por todos como “El misterio” con los tres magos de oriente incluidos.
La tradición como tal fue establecida gracias a una genial idea de San Francisco de Asís que tras un viaje a tierra santa en 1223 y tras (supuestamente) visitar el lugar donde nació Jesús, quedó tan impactado por la experiencia que decidió montar un Belén viviente en una cueva o ermita de Greccio (Italia) con motivo de la nochebuena. 
Cuentan, que fueron los mismos paisanos los que colaboraron como personajes y que el niño del pesebre fue una figura moldeada por el propio San Francisco. Tras los cantos y alabanzas y en el momento más solemne la figura el niño adquirió vida y sonriendo al Santo extendió sus brazos hacia él. 

Pero eso entra dentro de la leyenda. Lo que sí es veraz es que a partir de ahí la tradición belenista comienza a ser difundida por los conventos italianos gracias a la influencia de Santa Clara, quedando estas representaciones limitadas a los intramuros conventuales y priorizando el contenido religioso antes que el meramente artístico.
Sería a partir del XVI cuando los belenes empiezan a adquirir ese carácter ornamental gracias a la andadura de escuelas como la andaluza y la castellana siendo sus máximos representantes los maestros Berruguete y Siloé como retablistas, y Martinez Montañés y Eugenio Torices como talladores de figuras integrales.

Será en el siglo XVIII con la subida al trono de Carlos III de Borbón, cuando en España adquiere cierta relevancia la fabricación y exposición de belenes, sobre todo entre la aristocracia. Es este siglo en el que destaca el escultor Francisco de Salzillo.
No obstante os tengo que decir que los belenes de antaño no se parecían a los de ahora. En ellos aparecían personajes como Adán y Eva, ermitaños, profetas o animales salvajes, así como símbolos de la pasión de Cristo o elementos que recordaban el camino hacia la pasión de Jesucristo.
Con el tiempo los belenes se han vuelto más pintorescos y costumbristas, representando el propio misterio rodeado con personajes propios del pueblo llano como zapateros, lavanderas, herreros, leñadores, junto con los consabidos pastores, reyes, ángeles y soldados romanos.
En muchas ocasiones constituyen auténticos dioramas en movimiento. Maquetas tan completas que representan las edificaciones al detalle: Norias, fuentes, iglesias, castillos, albergues, molinos y algún que otro personaje escondido entre los musgos aliviando sus necesidades perentorias.

* El primer Belén hecho con figuras data en el año 1289 y fue realizado por Arnolfo di Cambio.
* El más antiguo de España es el que se encuentra en la iglesia de la anunciación de Palma de Mallorca.
* El más grande es el belén bíblico monumental de Santa Ángela de la Cruz en jerez de los Caballeros que posee unas de 10.000 piezas ubicadas en una superficie de 450 metros cuadrados.
* Y los tres belenes vivientes con más renombre son:
-El de Arcos de la frontera localidad cercana a Cádiz que sirve como escenario natural a unas 30 escenas en las que participan los propios habitantes del pueblo.
-El de Buitrago en la comunidad de Madrid, con más de 20 escenas en las que participan más de 230 figurantes en un gran “Mannequin challenge”
-El de Sangüesa en Navarra donde se reviven escenas bíblicas y las zagalas ataviadas con vistosos trajes regionales recitan versos ante el niño Dios.
Como veréis en España somos auténticos especialistas en montar “Belenes”



Continuará...




Derechos de autor: Francisco Moroz


8 comentarios:

  1. Una nueva e interesante entrega histórico-costumbrista.
    En casa, el árbol de Navidad entró por la insistencia de mi hermana mayor, la más "moderna" de los seis miembros de la familia, y ante la oposición de mi padre quien, católico, apostólico y romano, lo veía como un símbolo pagano. Pero la modernidad se impuso y desde entonces el árbol nos ha acompañado junto al belén. Y lo más curioso es que, a medida que el árbol se hacía cada año más grande, el belén iba menguando de tamaño hasta llegar a lo que es hoy: las siete figuras imprescindibles: La Virgen y San José con el niño, los tres magos adoradores y el angelito. Eso sí, son unas figuras artesanales muy bellas que compramos hace ya muchos años en el mercado navideño de Santa Lucía, en la plaza de la catedral de Barcelona.
    Recuerdo que, de niño, hacíamos una especie de peregrinación por el barrio para contemplar los belenes de algunos vecinos que eran verdaderas obras de arte y casi de ingeniería.
    Y la Poinsettia que no falte, aunque no nos dura más de lo que duran las fiestas, la muy desagradecida.
    Un abrazo navideño.

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  2. Bueno Josep vuestro padre tenía razón, todo son costumbres muy paganas y en este caso el árbol más que ninguna otra cosa. Pero es verdad que el criterio de la modernidad tampoco es del acertado porque de moderna tampoco tiene nada.
    El nacimiento es algo más hermoso para los niños, por eso se llama "misterio" pues para ellos las figuras y la historia que representan es eso: Un misterio.
    Yo en mi casa coloco el árbol, la corona y al niño jesús. Una mezcla pagana-cristiano-judaica-germana-celta.
    Un abrazo y Feliz navidad Amigo.

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  3. Buena tu nueva entrega navideña, mira que yo este año tengo dos ponsetias, la actual que luce un espléndido color rojo y la del año pasado que sobrevivió pero es verde, así que si te animas con los consejos de jardinería para que sepa cómo hacer que mi ponsetia luzca de nuevo hojas rojas, te lo agradeceré.

    En casa somos de árbol y belén, mi hijo pequeño, tu tocayo, es el que se encarga del belén, de comprar figuritas y de organizarlo, es el artista y lo cierto es que nos queda muy bonito, ya pasaré alguna foto jajaja.

    Felices fiestas para ti y los tuyos y que el 2017 nos de muchos buenos momentos de letras y alegrías y a ver si un nuevo encuentro.

    Besos querido amigo,

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    1. Tocayo tenía que ser el artista de la casa, no podía ser de otra manera.
      Te deseo igualmente lo mejor para ti y los tuyos y confío en que el año que viene sea propicio para buscar el momento de otro nuevo encuentro.
      Con la jardinería todavía no me atrevo. solo se me dan bien los cactus y es por los escuetos cuidados que conllevan su mantenimiento. Ja,ja.
      Besos, guapa. Y Felices Fiestas.

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  4. Es interesante como nos explicas el origen de cada adorno navideño. Cuando era niña en casa de mi tia poníamos el nacimiento con sus figuritas de barro y el río, el musgo y el àrbol que lo cortábamos en el monte y lo adornábamos con las bolas y espumillón y cajitas pequeñas envueltas en papel de regalo. Cuando me casé y mis hijos eran pequeños y puse mi casa un belén pequeñito con las figuras del San José, la virgen, el niño el burro y la vaca. Más tarde pasé a poner un árbol pequeño con bolas plateadas. Ahora de vez en cuando pongo el árbol que pertenecía a mis padres. Ahora voy haciendo manualidades cada año para adornar la casa. Tenía un niño jesús y se nos rompió. Un abrazo

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    1. Cada uno aprovecha a su manera los símbolos que nos proporcionan las tradiciones heredadas por nuestros mayores.
      Gracias por compartir tu experiencia al respecto.
      Besos y un feliz año amiga

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  5. Vaya, hemos coincidido hablando de Belenes... que pases una muy feliz Navidad, compañero bloguero.

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    1. estas fechas son lo que tiene, que hablamos muchos sobre lo mismo. Una vez al año tampoco hace daño.
      Me paso a leerte.
      Feliz año compañera.

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