Cuando
llegaste no te conocía, pero enseguida conectamos los dos de tal
manera, que me hicieron responsable de tu aprendizaje; me convertí en más que un compañero. Disfrutábamos
juntos, y compartimos muchas situaciones que recuerdo con verdadero deleite.
Casi
nos hemos convertido en pareja de hecho, solo nos falta irnos a vivir juntos,
pero ese paso no me atrevo a darlo todavía ¿Qué pensaría la gente si nos viera caminar
por la calle de la mano?
Por
lo tanto tan solo somos amigos, pero muy especiales, y lo dejaremos ahí de
momento. Los pasos importantes hay que darlos con moderación.
Por
eso me tiene tan asustado la propuesta del director para que los empleados
asistamos mañana al trabajo disfrazados para que los clientes se encuentren
con un ambiente especial, y de esta manera compartir con ellos nuestra actividad
cotidiana, y de paso, naturalmente, promocionar el centro ¡Ni que esto fuese Disneylandia o el circo Bailey
de los hermanos Ringling y Barnum! Uno tiene su dignidad y el payaso lo hago
cuando a mi me da la gana y no cuando quieren los demás.
Ya sé
que es carnaval y que te haría ilusión verme disfrazado. Participar conmigo
como acompañante femenina, pero sabes que no me gustan estas tonterías que se
inventan los que no tienen otra cosa mejor que hacer que entretenerse con estos
espectáculos tan superfluos.
Creo
que mi cometido es quererte y cuidarte para que no te falte de nada. Tenerte
como a una reina, como a la niña de mis ojos, pues la verdad es que a simpática
y cariñosa no te gana ninguna.
Creo
que hasta los compañeros de trabajo nos tienen cierta envidia, y que a algunos
les gustaría estar en mi lugar, haberse ganado tu confianza y tu amor.
Por
otro lado, sabes que ya se ríen bastante de los frikis como yo, y que bastaría
con que me vieran aparecer disfrazado con una máscara, una capa, y mallas
ajustadas, para empezar a cachondearse a mi costa durante toda la jornada. No
quiero que te avergüences de mí, preciosa.
Tampoco
me gusta aparentar ser alguien que no soy en realidad: un pirata, un guerrero
con armadura, un Cherlock Holmes de pacotilla, el Yeti, Drácula o un hombre de
las cavernas. Batman o Spiderman ¡Me niego a parecer un gilipollas!
Me encuentro
bien con lo que soy, me basta con que tú me mires con esos ojazos que tienes
como dos soles para sentirme como un súper héroe y no creo que tenga que
ponerme nada para poder acompañarte. Seguro que te haría ilusión ¡Lo reconozco!
Pero de verdad que no lo considero oportuno, me sentiría ridículo y fuera de
lugar.
No
nos hace falta disfrazarnos de nada para ser el centro de todas las miradas. Mi
uniforme tampoco está tan mal y sabes de hecho, que hacemos tan buena pareja que
llamamos la atención de los clientes que se dan la vuelta cuando nos ven pasar.
¡No
obstante te sorprenderé! ¡Lo haré solo por ti! Y te adelanto que no me pondré
ropa, más bien me la quitaré, y de esa forma me presentaré ante tu pabellón y
aunque te llames “Nica”, te diré:
–Hoy
estás especialmente mona, Chita. –Para a continuación lanzar el característico grito
mientras me golpeo el pecho con los puños, sorprendiendo a los desprevenidos
visitantes.
Para
celebrar como Dios manda un carnaval dentro del zoo, no hace falta hacer tantas
monadas como pretenden que hagamos.
–
¡Que les den morcillas a todos! Mientras
tú y yo felices, comeremos bananas.
Como cuidador no tengo precio.
Como cuidador no tengo precio.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Este relato se presentó al reto de los relatos anónimos de la comunidad de: Relatos compulsivos
Me ha encantado, y no me esperaba para nada ese final, como tú solo sabes hacer.
ResponderEliminarUn besillo de mono.
gracias guapa. un placer que me leas con tanto cariño.
EliminarBesos
Me ha gustado mucho como va la narración. Yo pensando el final nos la dá jajajja y si yo estaba que era tu compañera y perro pero al final va de mono/as. Muy bueno como siempre. Besos
ResponderEliminarDe momento os sigo sorprendiendo, la verdad es que me gusta hacerlo. espero que no se me agoten las ideas o estas no sean muy previsibles.
EliminarUn besos Mamen.
Me ha encantado Francisco, y me he reído mucho con el inesperado final. Un abrazo carnavalesco! ; )
ResponderEliminarTus risas ya amortizaron el relato.
Eliminarmuchas gracias compañero.
Un abrazo
Supongo que no te costará creer que desde la primera línea intentaba saber por dónde saldrías esta ves y mira tú que no lo esperaba, ya te he comentado otras veces esa capacidad para las sorpresas que tienes y esos giros inesperados que le das a los relatos, magnifica tu imaginación que nos deja ratos bien divertidos.
ResponderEliminarMucha suerte con tus retos.
Un beso
Ya os voy conociendo y me imagino que cuando empezáis a leerme ya estáis pergeñando el posible final.
EliminarEso me congratula, sobre todo cuando a pesar de todo me salgo por peteneras y os descoloco.
espero seguir haciéndolo durante mucho tiempo, eso querrá decir que las musas me siguen acompañando y que vosotros me seguís leyendo.
Besos, amiga
Hasta el final pensé que se refería a una perrita, su mascota, pero no, me has tenido pendiente del desenlace hasta el último momento, como a ti te gusta, jeje. Así que objetivo cumplido y, además, muy bien cumplido pues ha resultado una lectura muy entretenida.
ResponderEliminarPor cierto, por extraño que parezca, jamás me he disfrazado. Ni he disfrazado a mi perro, como algunos hacen.
Un abrazo.
¡Así me gusta! que os estrujéis las neuronas de la imaginación e intentéis adivinar que es lo que me traigo entre letras.
EliminarPara mi es un inmenso placer engañaros con esos finales inesperados
Recibe un abrazo Josep, junto con mi agradecimiento por tu comentario.
Que bueno tú relato, enganchada como siempre hasta el final, un final que nunca deja de sorprenderme.
ResponderEliminarYo me he disfrazado poco en mi vida, y ya de mayor, cuando tenia los veintitantos de arbitro de fútbol jeje, y luego mucho mas tarde de India jejee, en fin para que veas, eso si, me gusta mucho el Carnaval de Alicante, hay mucho ambiente y los disfraces algunos son de los que te dejan la boca abierta, hay mucha mucha imaginación, merece la pena, ahora sueño con ir al de Cádiz o el Santa Cruz de Tenerife, pero bueno de ilusión también se vive. un abrazo. TERE.
Eres una fiel lectora ¡Ya lo creo! y me agrada que le hayas cogido gusto a estos relatos con "trampa".
EliminarYo me he disfrazado de joven, pero nunca con motivo de los carnavales. más bien fiestas que preparábamos los amigos con motivo de cumpleaños o fiestas particulares con personas de confianza.
Te imagino con el disfraz de árbitro...ja,ja.
Un abrazo Teresa.
Lo que más me divierte cuando te leo en uno de estos es que sé que me vas a sorprender al final, y, aunque quiera, - y que conste que lo intento - nunca logro imaginar el final con el que me sorprenderás. Muy bueno, Francisco ;)!
ResponderEliminarUn beso grande!
Fer
La verdad es que para mi ya supone todo un reto el poder escribir estos relatos cortos añadiendo esos finales que ya buscáis por anticipado. El día que no los tenga, os va a resultar la lectura muy sosa y os parecerá aburrida.
Eliminar¡Ojalá no ocurra por Dios!
Besos querida Fer.
Muy bueno. No me extraña que no quiera irse a vivir con ella. Puede ser complicado. Y si un gato suelta pelos, no te digo esta...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el cuidador: a mí tampoco me gusta disfrazarme y hacer el gilipollas. Bastante hace una el ridículo disfrazada de sí misma, como para hacerlo de forma vicaria.
Un beso.
Ja,ja. Es o que más preocupa al cuidador: hacer el gilipollas mayormente. Pero por el cariño que profesa al animalito que tiene a su cuidado es capaz no solo de ponerse sino de quitarse ropa para aparentar ser el rey de los monos, animal que por otro lado nunca metería en una casa.
EliminarBesos Rosa.
Jajaja, estupendo relato. Mira que el título lo he intentado descifrar cual enigma pero ni así. Qué tierno me ha resultado lo de "hoy estás especialmente mona, Chita". Tu imaginación es desbordante.
ResponderEliminarUn beso, Francisco.
Gracias Chelo. ¿Ya desde el principio buscando finales sorpresivos? Os estáis mal acostumbrando.
EliminarY por otro lado te diré que en el mundo animal también existen parámetros de belleza inusual que nosotros no somos capaces de apreciar por pertenecer a género diferente.Ya sabes lo del refrán: Aunque la mona se vista de seda... Pero a los monos se les caería la baba.
Besos Amiga.
Enhorabuena por tan merecido premio, tus finales crean tendencia y son reconocidos, me alegro mucho.
ResponderEliminarPor cierto, yo tampoco veo bien que a un cuidador del zoo le vistan de Tarzán por muchos monos que cuide.
Besos.
Bueno, el disfraz era de libre elección, pero este operario es de los mejores y sabe adaptarse a su condición de cuidador de monos.
EliminarBesos Kirke.