Vuelve
a pedirme que la empuje, y yo hago oídos sordos a su petición mirando para otro lado como si
el ruego no fuera dirigido a mí. No quiero complicarme la vida con pleitos,
juicios y otras zarandajas legales.
Las
madres me observan con suspicacia, como para pillarme en falta y poder denunciarme
por acosador, por pervertido, o vete tú
a saber por qué otras transgresiones más.
Pero
la miro, y veo esa carita tan linda y esos ojos que en silencio, me ruegan que
la impulse de nuevo, para subir hasta el cielo sentada en la silla del columpio.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Ja, ja. Si es que hay que tener mucho cuidado porque las gentes bienpensantes están a la que salta para que ninguna falta quede sin castigo. Yo me sorprendo haciendo cosas que en la vida había hecho. Ayer hubo huelga de estudiantes en Cantabria y en un grupo solo vino a clase un chico. Pues sentí la necesidad de dejar abierta la puerta del aula. Por si acaso.
ResponderEliminarUn beso.
Cierto que en esa obsesión de control absoluto que queremos tener sobre nuestro correcto proceder, nos estamos volviendo algo paranoicos. Se lo debemos a todo lo que está situado en el extremo opuesto, tan de actualidad, tan alarmante.
EliminarYo al principio pedía permiso a ciertos padres para hacer alguna carantoña a sus hijos, no fuera que pensaran mal.
Todo un desatino el de esta sociedad tan débil y enfermiza para algunas cosas y para otras tan intolerante.
Besos de Lunes.
Jajaja. Hoy en día hay que ir con sumo cuidado con lo que haces a los niños, aunque sean los tuyos, no vayan a pensar mal y denunciarte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, el micro es un poco exagerado, pero real en ciertos aspecto en los que nos sentimos vigilados por esos cancerberos de la moral y las buenas costumbres. Convivir nunca fue tan difícil.
EliminarUn abrazo.
La idea del columpio también me pasó por la cabeza, pero al final no presenté relato.
ResponderEliminarMe gusta tu forma de enfocarlo.
Un saludo.
La idea es muy común, un comienzo que no da para echarle mucha imaginación a "Ese tipo de empuje"
EliminarLástima no presentases el tuyo.
Un abrazo.
Jaja un relato curioso Francisco. Cada vez te superas más. Un abrazo, y haber que haces con tus hijos eh jajaja
ResponderEliminarNo creo que sea difícil el superarme, para eso están los buenos y geniales escritores. Yo personalmente me divierto sin pretender mucho más.
EliminarMe alegro eso sí que a personas como a ti les gusten las ideas que transcribo con letras.
Un abrazo, amigo
Me encanta como nos atrapas con tu lectura y luego le das ese giro final...
ResponderEliminarMil besitos.
Y a mi me encanta este tipo de comentarios porque me animan y mucho a seguir escribiendo.
EliminarGracias Auroratris.
Y un beso, o dos.
Buen micro Francisco.
ResponderEliminarMe has hecho pensar en una vez en el parque con mis dos peques y un abuelito bromeaba con ellos y les preguntaba cosas y se acercó a mí para preguntarme si me molestaba que lo hiciera y si les podía dar un caramelo. Me hizo pensar en esa "criminalización" de todos. He leído el comentario de Rosa y sé de personas que han hecho lo mismo para evitar problemas o suspicacias.¿Qué estamos haciendo?
Besos
Lo que estamos haciendo es algo que está mal, seguro. Una cosa es prevenir y otra criminalizar los actos más inocentes. Las muestras de cariño o atracción instintivas por lo inocente o lo bello.
EliminarSi miro a una mujer o hombre atractivos no tengo porque ser un pervertido violador ni un obseso sexual con deseos impuros. La ética y la moral son conceptos condicionantes de muchas cosas.
Esta sociedad la creamos entre todos y debemos de estar un poquito tocados del ala para estar haciendo las cosas tan mal en algunos aspectos.
Besos Conxita.
Qué bonito ese "subir hasta el cielo" con el columpio...Me has evocado todas las veces que he columpiado a mis sobris y siempre me pedían más.
ResponderEliminarLa reflexión que subyace, ese temor a ser tachado de lo que uno no es, también es muy interesante.
Un beso, Francisco.
hola Chelo. cuando la inocencia impera es todo maravilloso en su principio y su fin. Lo malo es que esa inocencia la perdemos en el momento en que el prejuicio entra en juego sin saber el resto de la argumentación. Muchas veces un sencillo beso es demonizado por las mentes bien-pensantes que son por otro lado casi siempre las más corruptas.
EliminarBesos.
Qué bueno Francisco.
ResponderEliminarCómo sabes engañarnos, mira que mi mente ha creído lo peor, y luego de un plumazo me has enternecido.
Un besazo y feliz fin de semana.
Ja,ja. eres de las mal pensadas. La manera de expresar nuestro amor es siempre la misma, el roce de pieles.
EliminarDespués cada uno que piense lo que quiera. Las mentes retorcidas son las que marcan la diferencia de ese contacto físico.
Gracias por tu cariño, expresado en el comentario.
Besos
Hoy en día eso de jugar con los niños en plena calle es un tema sensible y hay que tener cuidado. Espero que el prota tuviera su carné de padre en regla para poder justificarse adecuadamente si llega el caso :P
ResponderEliminarCreo que tu micro, a pesar de ser tan corto, toca un tema interesante en la sociedad de hoy en día. A veces dejamos de hacerles "fiestas" a los niños por si sus progenitores piensan que somos acosadores o algo peor. ¡A lo que hemos llegado!.
Un beso de domingo, compi.
En Estados Unidos se ha llegado a un nivel enfermizo en este caso. Los padres rodean a sus hijos con un férreo control de seguridad en vigilancia de tal manera, que cuando ven a alguien extraño a la comunidad acercarse al parque donde sus hijos juegan, lo echan de allí como si no tuviera derecho a permanecer cerca de donde juegan sus hijos.
EliminarHay de todo, pero los extremos se tocan.
Un Beso.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarEl pecado esta en las mentes propensas al pecado. El mal en los malpensantes y prejuzgadores, los que tienen mentes sucias y lastradas por prejuicios.
Un saludo Julio.