Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado, y aunque se reencarnó sucesivas veces
para convencerlos de sus errores y de las injusticias que cometían, todo fue
en vano. Le quitaban de en medio siempre de manera violenta cuando se sentían interpelados.
Había llegado a la conclusión de que el ser humano no tenía redención y era hora de mandarlos a todos al infierno que merecían.
El
alcaide y dos guardias vinieron a buscarle a su celda, situada en el corredor de la muerte, para trasladarle al habitáculo donde se le administraría la inyección letal bajo la inquisitiva mirada acusadora de
los testigos presenciales que se volvían a lavar las manos como Poncio Pilatos.
Una hora más tarde se oscurecería el cielo y un gran cataclismo acabaría con toda vida sobre la tierra.
Una hora más tarde se oscurecería el cielo y un gran cataclismo acabaría con toda vida sobre la tierra.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Interesante traslación. En cierto sentido Cristo hoy podría ser de estos condenados a muerte por la autoridad (el Poncio Pilatos) de turno.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que el ser humano repite sus errores una y otra vez. Parece que se trata de una condena inevitable.
EliminarUn abrazo Juan Carlos.
Siempre se ha dicho que si volviera a la Tierra, volverían a crucificarle. Tú lo narras de maravilla. Y seguramente hoy, con más ganas que entonces´Puede hacer mucho más daño y amenazar intereses más grandes.
ResponderEliminarUn beso.
Cuando aparece un ser excepcional o comprometido con la justicia y la verdad. Y además es coherente y honesto. Interroga a la sociedad hipócrita e interesada en otros menesteres no tan honorables, y por tanto estorba y molesta, con lo cual se le quita de enmedio. Estos personajes son actuales y se repiten en toda comunidad de hombres y mujeres, e indefectiblemente se les aparta o se les elimina en algunas ocasiones.
EliminarUn beso.
Se dice que del pasado se aprende y no se debería volver a repetir. Es que las historias se pueden repetir y además cada vez son más crueles. Buen micro Francisco.Un abrazo.
ResponderEliminarSomos así de intransigentes y egoístas. No permitimos críticas ni correcciones a nuestras acciones poco honestas.
EliminarUn abrazo.
Está claro que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
ResponderEliminarUn beso.
Y hasta tres y cuatro si me apuras.
EliminarOtro para ti.
El hombre se empeña en cometer los mismos errores una y otra vez, por muchas advertencias que reciba. No sabe escuchar ni aprender de sus fracasos. El planeta tierra hace tiempo que está avisando de que vamos hacia un cataclismo inevitable y seguimos haciendo oídos sordos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Porque no nos interesa nada más que lo propio. Nuestro placer e interés inmediato. No nos preocupa nada de lo que pueda afectar a los que vengan después. Va implícito en el carácter, impreso en la genética del "Homo Sapiens" que de lo segundo tantas veces tiene tan poco.
EliminarUn abrazo, Josep.
Un micro estupendo, Francisco, y es cierto que siempre volvemos a lo mismo, no importa lo que hayamos vivido o lo que se supone que hayamos podido aprender. Hasta tu Cristo se da cuenta de que no tenemos remedio...
ResponderEliminarUn beso enorme
Llega un momento que hasta los dioses se hartan de nuestro "Cerrilismo" empecinamiento en hacer las cosas mal por que sí.
EliminarMuchas veces nos damos cuenta de nuestros errores, pero pocas veces estamos dispuestos a reconocerlos.
Otro de esos besos para vos.
Está claro que si no adquirimos la conciencia necesaria y ponemos los medios para evitarlo, así ocurrirá. Lo más triste es que lo pagarán los que no tuvieron la culpa de nuestra desidia.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo que va a pasar no importa
ResponderEliminarlo que estamos viviendo y no tiene arreglo importa
un texto lleno de vos Me ha encantado