Con
los pies a remojo mientras pescaban los dos compañeros hablaban sobre sus
conquistas amorosas.
Juan
decía haber echado el ojo a la preciosa hija del alcalde, que estaba a punto de
caer en sus redes.
Pedro
aseguraba que acababa de echar el cebo a la bonita sirena que picaría de un
momento a otro el anzuelo de su caña.
Derechos de autor: Francisco Moroz
¡Qué bonito, Javier! Aunque suena un poco a "cada loco con su tema". pero me temo que los dos imaginan más de lo que van a conseguir.
ResponderEliminarUn beso.
La inocencia quizá, o la ingenua esperanza en lo imposible.
EliminarEs más probable que la hija del alcalde caiga en las redes seductoras de Juan. Pero Pedro vivirá continuamente ilusionado en la espera de que alguno de sus sueños pudieran hacerse realidad.
Un beso.
No sé yo quien de los dos es más iluso, el que quiere pescar a la sirena o el de la hija del alcalde. Puede que ninguno consiga sus presas.
ResponderEliminarBesos.
Que no nos falten esas ilusiones. Vivir con los pies pegados a la tierra cansa mucho.
EliminarLos sueños no se atienen a la ley de la gravedad.
Otro beso para vos.
La ilusión es esencial en la vida. Estos dos niños, cuando crezcan, claro que harán realidad -¡¡¡transformadas!!!- sus ilusiones. Claro que sí.
ResponderEliminarMuy bonito tu relato, Javier.
Un abrazo
Totalmente de acuerdo contigo. No se puede andar solo con la dura realidad en la mochila. Los pies en el suelo y la mirada en las nubes o en el horizonte.
EliminarUn abrazo amigo.
Hola, Francisco. ¡¡Cuánto tiempo sin venir a verte!!
ResponderEliminar¡Que micro tan bonito! Yo sería como el niño que quiere pescar a la sirena, puestos a ser fantasiosos me convence más su estilo. Tu relato me ha recordado a una frase de Oscar Wilde: "Todos vivimos en el barro, pero algunos levantamos los ojos a las estrellas".
Un beso, feliz día
¿Pero dónde estabas metida querida Chari?
EliminarPregunté unas cuantas veces a Teresa, pero no me quiso responder o no sabía de ti. ¡Cuanto me alegro de volver a verte por aquí.
Espero que reactives de nuevo tu blog y pasar a leerte de nuevo.
Se bienvenida siempre que quieras.
Un beso.
Ya se sabe que los pescadores suelen exagerar, pero de ilusiones también se vive.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las ilusiones son como los peces: se escurren entre la nebulosa de lo imaginado. Cuando las tienes todo se engrandece y se hace más amable, te hace brillar mientras las tienes. Aunque la mayoría de las veces nos explotan como pompas de jabón...pero mientras duran ¿Qué hermosas son!
EliminarUn abrazo.
Dos pescadores, que sueñan de forma diferente en el amor, aunque quizás uno mas que otro aspira a algo inalcanzable, pero soñar es bueno aunque no sea consciente del chasco y el fracaso de la meta a conseguir. Un abrazo. TERE.
ResponderEliminarLo que más cuesta conseguir es lo más preciado. ¿Quién te dice que una sirena despistada no picará el anzuelo del joven pescador enamorado. Más incierto es ganar la lotería y algunos juegan todas las semanas.
EliminarUn beso Teresa.
Las ilusiones están en los corazones, y si se hacen realidad mejor. Bueno y corto micro, compañero.Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Mamen. La ilusión nos mantiene jóvenes a los que tenemos cierta edad.
EliminarOtro abrazo para ti.
Me encantó Francisco este micro. Abrazo.
ResponderEliminarComo me alegro Miry.
EliminarCuando os llega el mensaje me ilusiono.
Otro abrazo amiga.
Muy bueno, Francisco.
ResponderEliminarHablando de conquistas pero sin perder de vista los aparejos de la pesca jaja.
Un abrazo.
Lo que se dice: "Nadar y guardar la ropa"
EliminarEn este caso y como niños que me los imaginé a los personajes, no creo que piensen en cosas trascendentales, y que más bien dejan volar la imaginación, tan volandera ella.
Un abrazo.
Realidad e ilusión. Así es el amor y el cortejo. Un abrazo.
ResponderEliminarEnamorados nos volvemos volátiles y frágiles.
EliminarLa realidad se encarga de herirnos con su contundencia.
Otro abrazo en correspondencia al tuyo Zarzamora.
El amor es lo que tiene, nos vuelve de espuma, de algodón de materiales intangibles como el aire. Y lo romántico muchas veces es utópico, pero con el tiempo trasciende a la manera de sentir las cosas.
ResponderEliminarRecibo ese abrazo y te doy el mio.