miércoles, 25 de julio de 2018

Historia de mi pueblo (4) El cofre del tesoro

Quizá sea este el momento propicio para completar las crónicas. Aquellas que empecé sobre mi pueblo y que quedaron resueltas en tres partes, aunque inconclusas.
En todo este tiempo transcurrido desde entonces, he tenido oportunidad de recabar alguna información más y algún que otro dato curioso sobre esta localidad que no desmerece en méritos propios por sus variadas historias acumuladas.
Por tanto queridos lectores, aquí os dejo la cuarta parte, que a ciencia cierta no será la definitiva por el momento. 
Espero no aburrir.

                            

Iglesia de San Salvador. Antes y ahora

En la tercera entrada al respecto de esta población madrileña, os terminé presentando las dos ermitas más importantes que posee en su patrimonio: La de San Nicasio y la de Nuestra Señora de Butarque.
En esta ocasión, y para seguir con la arquitectura religiosa, os mostraré la iglesia parroquial de San Salvador que en un principio fue consagrada a la santísima trinidad.
Su estructura entra dentro de los cánones constructivos de la época en la que se levanta. Empieza a edificarse durante el reinado de los reyes católicos, allá por el siglo XVI aunque algunos expertos adelanten incluso un cuarto de siglo más ese periodo ¡Ahí es nada! y parece que fue ayer.
Gracias a un extenso archivo parroquial que abarca desde el siglo XVI al XXI se puede asegurar documentalmente que la estructura general puede situar el proceso entre los años 1500 al 1720. Esta dilatación en el tiempo dio lugar a diferentes replanteamientos, ya que pasó por manos de diferentes maestros constructores. Como en principio la parroquia perteneció a la archidiócesis toledana, fueron de esta ciudad los principales arquitectos que la levantaron; entre los que cabe destacar a Bartologmé Zumbigo y Nicolás Vergara el joven.
Es el último tercio del siglo XVII cuando el templo adquiere la definitiva conformación que es la que se puede apreciar en la actualidad: Planta de cruz latina con bóveda de cañón dividida en tres naves, separadas las dos laterales de la principal por pilastras que sustentan arcos de medio punto.
En apariencia parece tratarse de una iglesia modesta en fábrica de ladrillo en su mayor parte, si exceptuamos un conjunto más antiguo situado en el ábside, construido con piedra labrada. Tres puertas facturadas en granito y una torre de ladrillo revocado, de planta cuadrada, rematada con capitel encamonado y calado con cubierta de pizarra. Las campanas datan del año 1675.


Interior de la iglesia. Al fondo el retablo

Pareciera engañarnos esta construcción con sus sencillas líneas, así como los modestos materiales utilizados en el exterior. Una pobre iglesia medieval convertida en cofre de un tesoro que se ubica dentro de sus muros.
Y es aquí donde empezamos a darnos cuenta que, como en la famosa frase de Exupéry: “La belleza está en el interior”
El conjunto es de estilo principalmente barroco (Siglo XVIII) que es el periodo en el que empiezan a construirse los retablos y la imaginería que contienen. 
Contemplaremos en primera instancia el altar mayor cuyo retablo principal tardó unos siete años en ver la luz. En el centro se ubica un lienzo del pintor veneciano Francesco Leonardoni.
Pintor de la reina que sustituyó en funciones a Claudio Coello. En el mencionado lienzo queda plasmado el misterio de la transfiguración. Fue costeado por el marqués de Leganés que también encargó personalmente la obra, al citado artista.
Este retablo principal, más los dos laterales pertenecen a José Benito de Churriguera, uno de los mejores maestros escultores del barroco universal, que dio nombre a otro estilo todavía más elaborado. Están labrados en madera con dorados y policromados, conformado por zócalo, banco, ático y cuerpo principal dividido por columnas salomónicas en tres calles.
Junto a dichas columnas posan los cuatro evangelistas al igual que lo hacen en la parte superior de las mismas, las cuatro virtudes: Fe, Esperanza, Caridad y fortaleza. Dios padre, aparece representado en la parte superior central de la estructura principal.
No podemos olvidar otra de los tesoros de la parroquia: El órgano fabricado por José de Verdalonga constituido con 985 tubos de estaño y madera noble torneada. El instrumento ha vuelto recobrar su sonoridad original, gracias a una labor de restauración que se efectuó en 1993 a cargo de José María de Arrizabalaga.

En resumen, Leganés guarda un conjunto de joyas, en modesto cofre de ladrillo. 




Órgano 

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte 


Quinta parte

Derechos de autor: Francisco Moroz





8 comentarios:

  1. Seguiremos leyendo la historia de tu pueblo. Muy bien documentado en las cuatro partes. Un abrazo.

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    1. Espero que sea así, y al menos alguien lea esta especie de artículos que comprendo, que por su temática referida solo a esta población, no sea del interés de muchos.
      Agradecido pues.
      Un beso.

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  2. Desde luego tiene que ser preciosa, es una joya que merece ser visitada si alguna vez me acerco por Leganés.
    Me ha gustado mucho lo bien que ha estado documentado tu post.
    Un abrazo

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    1. No todo monumento de interés histórico tiene que ser bonito en su estructura, incluso ni llamativo. Pero resulta muy interesante indagar sobre todo aquello que encierran sus cuatro paredes, eso sí puede llegar a serlo y por tanto sorprendernos con sus exclusivas particularidades.
      Un beso, Teresa.

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  3. Interesante y artística esta entrega de la historia de tu pueblo, Francisco
    Un abrazo

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    1. A ver si alguna vez nos cuentas en tu blog algo sobre esa ciudad natal tuya que es tan famosa y llena de historia.
      Un abrazo, amigo.

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  4. Menuda labor de documentación, Francisco. Un gran homenaje el que has hecho a tu pueblo. Un pueblo que es más grande que muchas capitales de provincia.
    El barroco no es un estilo que me entusiasme, pero se ve que te conoces de maravilla tanto la historia como el contenido más importante de la iglesia.
    Un beso.

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    1. Gracias a esa labor documentativa es como empiezo a conocer muchas de las historias que hay sobre esta villa: Sus edificios emblemáticos, sus personajes, el arte y los monumentos que conforman el pueblo. Pueblo que como bien señalas es más grande que muchas ciudades.
      Un beso y como no, gracias por leerme.

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