Acercándome un poquito más al borde
del barranco donde se esconde el desafío; me asomo con prudencia, no sea que se espante
y se me escape, y eso es lo último que me conviene. Y es que sin ella no soy nada.
Siempre ha sido la mar de huidiza, me cuesta mucho retenerla a mi lado. Tanto,
que en alguna ocasión la he mantenido
por los pelos.
Por ello tengo que estar pendiente del
equipo, cuidar los detalles de lo aprendido. Concentrarme, adoptar la postura adecuada y saltar
con precisión.
Y es que cuando uno practica deportes
de riesgo, el miedo le estorba y la vida es lo único que no le gustaría perder.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Ja, ja, bonito texto dedicado a la vida. Pero digo yo, ¿si tanto la aprecia por qué se la juega y se expone a perderla tan tontamente?
ResponderEliminarNunca lo he entendido, pero claro, yo no soy nada dada a las acciones de riesgo de ningún tipo.
Un beso.
Me figuro que como en muchas circunstancias hay gente dispuesta a todo. De lo que no me cabe duda es que nadie desprecia la vida, aferrándose a ella en cuanto piensa que corre el riesgo de perderla.
EliminarYo también soy de los que se la juega lo justo y necesario en mis actividades deportivas. Uno ya nmo tiene edad de andarse con tontadas.
Un beso.
Intrigante. No esperaba que te refirieses a la vida. Me ha gustado mucho ese giro. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias. Como siempre en estos casos, me alegra el conseguir la sorpresa de mis relatos.
EliminarOtro abrazo para ti.
Había pensado en un principio que no se porque se trataba de una cámara fotográfica, pero no ,se trata de la vida, y es que cuando se practican deportes de riesgo es lo que realmente se pone en peligro, pero a quien le gusta no lo mide o no lo piensa.
ResponderEliminarEl otro día en Alcoy, cuando hicimos la ruta de senderismo de la Vía Verde, había unas chicas que se tiraron desde el puente, con sus arneses y todo y tan felices y yo sería incapaz, vamos me daba miedo verlas, pero bueno allí estaban ellas tan felices tirándose y aplaudiendo tal hazaña como si nada y yo me moría de verlas saltar, madre mía que valientes.
Un abrazo y muy bueno
Si pones a alguien en la tesitura de perder la vida a cambio de cualquier otra cosa material muy preciada, sin dudar elegirá la vida, pues con ella lo demás se puede conseguir, y ante su falta lo demás sobra.
EliminarYo no concibo como hay personas que se la juegan de manera tan inconsciente, otros en cambio se la juegan al servicio del prójimo, esos sí tienen mérito.
Un beso Teresa.
Yo creo que si de verdad la apreciara tanto como dice, no se arriesgaría a perderla, jeje.
ResponderEliminar¿Valiente o insensaro? He ahí la cuestión.
Un abrazo.
Creo lo mismo que tú, pero eso que denominan "Chute de adrenalina" es algo que una vez experimentado se convierte en adictivo. Si no, para mi tampoco tiene explicación el que se la jueguen tan alegremente.
EliminarUn abrazo Josep.
Siempre me he preguntado: si da miedo y sienten temor, ¿por qué lo hacen? ¡Ah, amigo, el chute de adrenalina es lo que tiene!
ResponderEliminarUn abrazo
Justo le respondía a Josep de la misma manera, esa sensación "Subidón" que lo llaman los entendidos en la materia de riesgo, debe de ser algo impresionante como para jugársela cada dos por tres solo por divertimento.
EliminarPero en fin, hay gentes para, y dispuesta a todo por tener ese tipo de sensaciones "taquicardiacas".
Un abrazo, amigo.
Coincido con muchos comentaristas en qua no entiendo por qué hay gente que arriesga hasta ese punto. Para mí no es un mérito sino de ser inconscientes (esto sin olvidar la guerra que muchos dan y los gastos que ocasionan a la hora de rescatarles o buscarles).
ResponderEliminarTu micro resume muy bien la actitud de una persona que se expone a ello y puede provocar lo otro.
Un beso, Francisco.
Lo que a mi me hace gracia es cuando alguno de estos se queja de los accidentes que sufren y lo mucho que arriesgan en sus apasionantes aventuras.
EliminarCada cual asume los peligros a los que se enfrenta, pero con todas las consecuencias que arrastran este tipo de actividades de riesgo que presumiblemente son tan divertidas.
Y lo que dan que hacer, como bien apuntas, a los servicios de emergencias.
Besos.
Creo que los "locos del riesgo" tienen un nombre, parece ser que tienen una adicción a la adrenalina. Yo soy más devoto de mi sofá, je, je, je... Estupendo micro. Un abrazo, Francisco!
ResponderEliminarGracias David. Yo me encuentro entre los unos y los otros. Entre el deporte moderado y el sofá. arriesgando solo las horas de sueño que escaqueo para practicar lo que me gusta los domingos tempranito.
EliminarGracias por pasarte y dejar tu comentario.
Un abrazo.
Al principio pensé que te referirías a alguiem que muere por hacerse una foto. Que los hay. Lo de los "selfies" a veces es otro deporte de riesgo. Un abrazo.
ResponderEliminarTambién, también los hay que se la juegan por una simple foto. Pero esos para mi que son unos inconscientes o por decirlo en plata o román paladino, son tontos del culo con todas las palabras.
EliminarOtro abrazo para ti.
Jugármela de esa manera, no lo haría. Como David, el sofá es mi pastor, ;)
ResponderEliminarY no entiendo las razones que les llevan a vivir con esos riesgos.
Un besote.
Tampoco vamos a demonizar a todos aquellos que les gusta tentar a la suerte con sus "deportes" de riesgo, solo por no comulgar con su concepto de diversión. Pero es verdad que las personas medianamente sensatas ni se plantean estos retos tan exclusivos, para seres que tan generosos a la hora de jugarse tan alegremmente lo más valioso que poseen.
EliminarUn beso.
Bueno, cuando se está al borde del abismo la probabilidad de perder ese don que tanto aprecia el protagonista es muy elevada. Si tanto la quiere (la vida) debería sopesar la posibilidad de cambiar de actividad, no sé, el ajedrez, o el mus.
ResponderEliminarUn beso.
No te creas cuando juegas al ajedrez, al mus o al parchís, es posible que también te las estés jugando, pues el contrincante puede tener mal perder, y en ese caso más te vale salir corriendo o dejarle ganar.
EliminarPero sí, tienes toda la razón, si tanto la aprecias por qué jugársela a cara o cruz. Quizá la situación en la que planteo la reflexión en el protagonista no sea correcta, y un deportista de estos ni se le pasa por la cabeza y lo hace de manera inconsciente. Como se dice vulgarmente: sin pensárselo dos veces.
Otro beso.
Algunos parecen disfrutar poniendo en riesgo lo que más valoran, pero la adrenalina y buscar el riesgo parece que les puede más.
ResponderEliminarViendo esa imagen inicial he sentido vértigo ajeno.
Besos
Cuando lo hacen es por que les merece la pena. Para poner a prueba su valor, como experiencia especial eventual, vaya, pero es que ellos repiten y no saben vivir sin arriesgar.
Eliminar¡Claro! los demás nos enfrentamos también a jornadas laborales maratonianas en las que también arriesgamos lo nuestro.
Un beso, Conxita.
n texto claro y muy interesante. Yo me juego a diario con mi vida de una manera diferente pero estoy totalmente de acuerdo con tu pensar el que sale de tu corazón
ResponderEliminarun abrazo
Ya me contarás como te la juegas a diario, pero me quiero figurar que será a causa de tu actividad laboral.
EliminarGracias por tu comentario que es siempre bienvenido.
Un abrazo.
Hasta que falla el equipo o cualquier detalle que se le escape por confiar en la suerte, la preparación o la práctica. Ya sabes tú que los accidentes más comunes los tienen los que confían en su pericia.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.