De. Susana Tamaro.
Quise cambiar el rumbo de mis lecturas,cambiando la temática de los libros,el último el de"Amor bajo el espino blanco" y ahora recién terminado,este otro;muy cortito,me duró un día escaso,leído a ratos;pero que me dejó con muchas horas de reflexión por delante;una lectura para pensar durante, y a posteriori.
La temática muy sencilla,y los personajes contados con los dedos,eso sí,solo aparecen dos en todo el libro;el resto son recordados y traídos con la memoria junto con sus vidas, al presente.
Una anciana llamada "Olga"sabiendo que le queda poco de vida decide en su soledad cotidiana escribir una carta a su joven nieta "Martha" a la que crió como a una hija,después de que esta, haya abandonado la casa,marchando a Estados Unidos para crear distancia entre las dos.
Una carta que es un intento de reconciliación,en lo que ha sido una relación agridulce entre las dos;
recuerda sus vínculos,aquello que las unió en la alegría,las pequeñas cosas;como aquella tarta que prepararon invirtiendo una mañana entera,esa rosa que cuidaban en el jardín ,y ese pequeño perro desgarbado llamado "Buck"que la nieta eligió después de tres días de reflexión.
La carta se va trasformando renglón a renglón en un vehículo de trasmisión de recuerdos,una confesión de su existencia,un acto de fe que abre su corazón desgarrado ante su nieta, para mostrarle todo aquello que ignoraba y que no se atrevió a contarle mientras estuvieron cerca la una de la otra.
"Lo que no supimos decir nos dolerá eternamente y solo el valor de un corazón abierto podrá liberarnos de nuestra congoja".
Le escribirá sobre su infancia truncada e incompleta, con sus sueños rotos al ver cortadas sus alas por los convencionalismos de la época en la que le tocó vivir; le hablará sobre su juventud, en la que las ilusiones y los proyectos no fraguaban y las esperanzas se rompían antes de hacerse realidad y trocaban en amargura y resignación a causa de una educación encorsetada,machista e hipócrita.
"No se enseñaba la coherencia sino el conformismo"
"El carácter es mucho más apreciado en el mundo que la personalidad....y la mayor parte de las veces uno excluye al otro"
Contará su primer amor de verdad y secreto,su infidelidad,el nacimiento de su hija "Ilaria"sus desencuentros,la falta de entendimiento entre ellas,la rebeldía,la soberbia,el orgullo y la violenta separación con su muerte, dejando tras de si una secuela de dolor y desazón por lo que quedó sin decir y nunca se dirá del todo, lo que se rompió y ya no es factible reconstruir.....
"Los muertos pesan,no por su ausencia,sino por lo que entre ellos y nosotros no ha sido dicho"
Su hija "Ilaria"también le dejó a su nieta, a la que educará como "Madre-abuela",ocultándole la verdad que ahora en la distancia se atreve a descubrir sabiendo,que cuando ella lea esas lineas,lo más probable es que ella no se encuentre a su lado,y ni siquiera entre los vivos.
Le enseña a restañar las heridas del alma y seguir sus dictados para encontrar la felicidad,no la presiona ni la corrige;solo aconseja e intenta que su nieta no cometa los mismos errores por ella cometidos;que no se encierre en el perjuicio ni intente complacer a la sociedad;que realice sus sueños aún a costa de equivocarse y ante todo que sea fiel a sus sentimientos.
"Susana Tamaro" en esta epístola intemporal nos llena de emociones, nos trae de nuevo a la memoria todo lo que dejamos atrás sin esperanza de recuperar;nos guía poco a poco por un sendero estrecho, donde deberemos parar en cada cruce para recuperar el aliento, decidir el nuevo camino a seguir y dar rienda suelta a las lágrimas o a la sonrisa.
Un libro en definitiva muy intimista,con mucha carga rememorativa,en la que veremos reflejada alguna etapa de nuestro propio periplo existencial.
Una voz cercana,como la de nuestra conciencia, que nos irá recordando de continuo, que lo más importante de lo que hagamos será siempre realizado con el corazón y que donde el te lleve es donde tú estarás.
"La felicidad es respecto a la alegría,como la lámpara eléctrica respecto al sol"
"Para ser fuertes hay que amarse a uno mismo,para amarse hay que conocerse"
Os dejo la última frase,pues de frases y párrafos concretos se construye toda historia,de palabras dichas que rompen o construyen los pedazos de nuestra vida, aquella en la que viviremos como protagonistas absolutos solamente nosotros.
Es un pasaje en la que la anciana "Olga" recuerda aquella tarjeta que un sacerdote le dio en un momento de crisis personal,sin intentarla sermonearla,sin darle normas de conducta ni corregirla...
simplemente escrita en el reverso ponía:
"Sentada bajo la encina no sea usted, sino la encina
en el bosque sea el bosque,
en el prado sea prado,entre los hombres sea como los hombres".
Leed el libro y comprenderéis su profundidad.
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