Aquel
día de verano de 1945 Berlín era una ruina. Esqueletos de edificios, y soldados de
varias nacionalidades paseando por sus calles desechas, conformaban el paisaje
de una ciudad fantasma.
Habíamos
ganado la guerra a costa de la pérdida de muchas vidas.
Stalin
se anunciaba como el salvador, los vencedores se repartían los barrios; la
puerta de Brandenburgo ennegrecida por el humo era testigo de una liberación
ficticia.
Otra
guerra más fría que la anterior encarcelaría a los ciudadanos detrás de un muro
de hormigón, cerca de un telón de acero…
...Por
fin regresé. Mi ciudad era escombro, mi casa no existía, mi familia y amigos
habían muerto
Ese
verano todo terminó: la guerra, y mi vida.
Derechos de autor: Francisco Moroz
A veces el final de una guerra no es más que el principio de otra pesadilla. En ese final se empieza a ser consciente de todo lo que se ha perdido.
ResponderEliminarBesos
Está claro que cuando parecen finalizar los horrores que acarrean las guerras, resurge los problemas subyacentes de la pérdida y la dolorosa reconstrucción de ciudades y vidas.
EliminarBesos
Qué hermoso relato, Francisco y qué época tan negra nos recuerda. Aquella gente creía que la guerra había había terminado y no sabían la que se les venía encima tras ese muro de hormigón.
ResponderEliminarMe ha encantado. Un beso.
Nada de lo que rodea un conflicto es positivo, nunca gana nadie, los vencedores lo son por derrota de los otros, pero las perdidas las asumen todos.
EliminarNos resta hacernos la pregunta sobre si las guerras terminan cuando cesan los disparos.
Besos
Qué duro tiene que ser perderlo todo y empezar de cero, sin familia, casa y amigos. No consigo ni imaginarlo pero planteárselo ayuda a valorar (más) lo que uno tiene.
ResponderEliminarQué bien, he sido la tercera detrás de dos chicas cuyos nombres me suenan ;-)
Buen corto, Francisco, ¡besos y bona nit!
Volver a empezar cuando tienes que reconstruir los pedazos rotos que han quedado de tu vida debe de ser duro, sí.
EliminarMejor no vivirlo ni imaginarlo, pero sí concienciarnos que un conflicto armado nunca resolvió nada definitivamente y que lo que queda, a parte de las ruinas y los muertos, son los rencores y el afán de venganza. O sea, la semilla de otras guerras.
Tú la tercera que no la última.
Besos
Que aliadas maravillosas tienes Francisco, y ya sabes por lo que lo digo. El relato nos lleva a ese tiempo de Alemania cuando los nazis hacían de las suyas. Una guerra para no olvidar. Un abrazo
ResponderEliminarTú también eres aliada ¿No? En este caso en mi relato, los alemanes ya no podían hacer mucho al respecto, eran derrotados por los aliados precisamente. Berlín había caído y el führer se quitó del medio el solito como cobarde que era.
EliminarGracias por venir Mamen.
Un beso
Es tan crudo, pero todo se resume a esom, destrucciòn de vidas. Parece mentira, mas en algunos paìses del mundo estàn atravesando por una situaciòn similar. Tragedia, eso es. De ayer y de ahora.
ResponderEliminarNaturalmente en el mundo siempre hay frentes abiertos donde mueren hombres, mujeres y niños. Creo que es condicionante el ser humano, para provocar luchas innecesarias que tan solo tienen lugar por intereses económicos, eso que llaman "Geoestratégia"
EliminarUn abrazo Arethusa
Un micro triste y muy duro. Si sobrevivir a la guerra ya es un milagro, el premio es encontrar que no queda nada de lo que dejaste atrás. Con muy pocas palabras nos has metido en situación y nos has hecho empatizar con el prota, genial.
ResponderEliminar¡Besos y feliz miércoles!
En una situación como esta no se yo si lo mejor es perecer, pues los que sobreviven tienen que invertir el resto de sus existencias a reconstruir y a olvidar traumas y pérdidas.
EliminarUn beso amiga.
Dramático microrelato, tanto como lo es cualquier guerra. La pérdida de amigos, familiares, seres queridos en general, es algo que nunca se olvida aunque pase toda una vida. Sa habla de vencedores y perdedores pero creo que en una guerra todos pierden.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo con tus consabidas palabras finales, que son compendio lapidario que resume lo que supone un conflicto violento: En una guerra todos pierden.
Eliminarotro abrazo para ti.
El final de una guerra no siempre implica el comienzo de la paz. Y menos para las personas que, aunque hayan sobrevivido, han dejado mucho en ella. Me gusta como has sintetizado todas esas emociones y otras en apenas pocas líneas.
ResponderEliminarSaludos.
Pues si según tus palabras: he conseguido sintetizar emociones, me basta. es lo que más me satisface recabar emociones de mis lectores, coleccionarlas y disfrutarlas.
EliminarTe quedo agradecido Gerardo.
Un abrazo.
Hola, Francisco, me estreno en tu blog con este microrrelato tan gráfico y devastador. Regresar de una guerra ha de ser similar a salir de la cârcel, tras un larguísimo período de enclaustramiento. Cuando sales ya no hay nadie, tus familiares muertos, y tu vida en suspenso. No se sabes si la cárcel o la guerra fue antes o es ahora. Buen microrrelato. Saludos.
ResponderEliminarCuando la ausencia es larga y forzosa, la probabilidad de encontrar lo que dejaste es improbable. El ser humano necesita ciertas seguridades y referencias a las que agarrarse para no perder la cordura. Un guerra o una estancia en presidio, por ejemplo, pueden ser fulminantes para acabar con una vida.
EliminarMi bienvenida y gratitud por comentar y quedarte junto a mi.
Un abrazo.
Un drámatico desgarrador microrrelato. Como siempre has sabido envolverme con tus palabras y hacerme sentir que estaba allí, en esas ruinas donde todos perdieron como en cualquier guerra.
ResponderEliminarUn beso.
Me encanta envolverte y que te dejes acariciar por mis letras y de vez en cuando, sobresaltarte con una cruda realidad para que no te adormezcas y seas testigo del drama.
EliminarUn beso y gracias por venir como vienes siempre.
Bueno tu micro expresando esa desesperanza cuando tendría que empezar la esperanza.
ResponderEliminarEn las guerras siempre se pierde, siempre y no hablo ni ganadores ni de vencidos, todos pierden, siempre se va algo en esas absurdas contiendas, a veces se va la vida, otras la esencia, la esperanza, el confiar en las personas... Terribles guerras que no hay manera de eliminar.
Un beso
Para que terminasen creo que tristemente deberíamos desaparecer de la faz e la tierra, el ser humano es un ser destructivo.
EliminarEstoy de acuerdo en que nadie gana una guerra, lo que se llamaron en la antigüedad las "Victorias "Pirricas" no era otra cosa que obtener una victoria a costa de unas altas pérdidas.
Gracias por tu comentario.
Besos.