Creo haber sido testigo y a la vez víctima de una desgracia.
Me
hallaba sentado ante el ordenador delante de una página virtual en blanco,
intentando escribir algo coherente y con sentido, unas letras iluminadas que
formasen un relato corto que fuese mínimamente atractivo como para que un
supuesto lector exigente en sus gustos, se tomase la molestia de leerlo. Pero nada, la inspiración
debía estar de vacaciones, pues ninguna idea genial me venía a las mientes.
Cuando
más desesperado estaba, y ante la imposibilidad de coger la hoja y arrugarla
para tirarla a la papelera, uno de los grandes problemas de lo virtual; sentí
un escalofrió mojado en mi nuca y un pequeño temblor en mi cuerpo que me anunciaba que
un espíritu creativo y fértil estaba a mi lado.
De
pronto una chispa se encendió en mi cerebro, chispa que hizo funcionar las neuronas
con velocidad de vagoneta de montaña rusa en caída libre.
Mis
dedos empezaron a teclear frenéticos movidos por la inercia motivadora de unas células grises que habían recibido la señal divina de la musa de turno, que con suma generosidad acudió a mi llamada posándose sobre mis hombros, susurrándome una historia la mar de sugerente.
Como
pájaro áureo de fuego me incendiaba con su energía radiante y purificadora de ardiente sol. Todo mi ser
se calentaba con su aliento cálido traído desde el parnaso de los escritores...
Pero
la tragedia ocurrió de pronto: mis dedos se paralizaron, las ideas se esfumaron
tan rápido como vinieron.
Fue la desgracia a la que me refería en el comienzo:
Mi
musa se había derretido sobre mi cuerpo dejándome pringoso. O eso, o que la maldita e infernal temperatura me hizo sudar a mares, anulando toda capacidad de raciocinio
y concentración. Así es imposible escribir, está visto que las letras, al contrario que las bicicletas, no son para el verano.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Se te derritieron las neuronas y con ellas las letras del calor. Es que como en el norte, el calor es más llevadero. Un
ResponderEliminarabrazo
Las neuronas se derriten, y hasta el tuétano de los huesos si me apuras. No es normal este calor aún estando en verano...El cambio climático empieza a dar visos de realidad para aquellos que lo niegan aún.
EliminarBesos
ozú mi niño, genial!! Estamos todos los de estos lares así, ni buscando sombra que nos cobije, conseguimos el frescor de una mañana de primavera.. Besos!!
ResponderEliminarMe consuela, aunque triste consuelo es, el que los demás esteis igual que yo. Si solo escribir costase, pero otros menesterosos trabajos menos gratificantes se convierten en un largo penar.
EliminarBesos y gracias.
Y sí, pasa, pasa. Yo creo que ni el calor extremo que estáis penando vosotros estos días, ni el frío intenso de mi Buenos Aires querido de las últimas semanas ayudan a la hora de sentarse al ordenador e intentar ser creativo, pero tu creatividad, querido Francisco, es muy prolífica, y has sabido llevar tu relato a buen puerto.
ResponderEliminarTe dejo un beso grande y te deseo un excelente finde!
Fer
Es curiosa la vida, en la que se desea lo que no se tiene y se reniega de lo que se tiene. nunca estamos conformes, nada nos parece lo justo y adecuado.
EliminarLo extremos, verdad, nunca fueron equilibrados.
Te mando el calor sobrante y tu remíteme un poco del frío argentino.
Compañera recibe un fuerte abrazo desde este lado.
¡¡Qué gracia, Francisco!! Eso de "se me vino a las mientes" lo decía mi abuela y, muy de vez en cuando, lo dice mi madre. Con el calor que hace en León, me imagino lo que puede ser en Madrid. Se funden las musas, el genio y ten cuidado con el ordenador. Sin embargo, me dicen que en Santander está lloviendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una frase que los de nuestra generación hemos escuchado unas cuantas veces en boca de padres y abuelos.
EliminarEnvidio a los de León, pues disfrutan estos días de temperaturas muy agradables, y a los de Santander ni te cuento.¡Ay! que daríamos los de Madrid por no estar tan en el centro.
Besos amiga.
¡Genial! Creo que así nos sentimos más de uno. Las musas deben de estar en la playa tomándose unas vacaciones que nosotros no acabamos de atrevernos a tomarnos.
ResponderEliminarUn besillo.
Son inteligentes esas damas inspiradoras si es que se fueron de vacaciones. lo que no es justo en absoluto es, que dejen a sus protegidos tan desamparados y empapados de sudor, padeciendo las de Caín.
EliminarBesos refrescantes María.
Bienvenido al club de las víctimas del calor. Un abrazo.
ResponderEliminarBienvenida al infierno, donde arden los cuerpos en eterna combustión.Al menos lo parece.
EliminarAbrazos Zarzamora.
Jajaja Francisco muy bueno, yo no sé si ha fundido mi inspiración pero que en estos días apetece estar al aire libre y las musas lo saben.
ResponderEliminarLas mías hace días que han decidido que tienen vacaciones.
Un beso
Estas mujeres tan espirituales van por libre, si les apetece se acercan, pero tan pegajosos estamos estos días de tanto calor, que les entra la misma pereza que a los sufridos contribuyentes de la letra escrita.
Eliminar¡Necesito unas vacaciones!
Besos
Qué pena que se haya escapado la musa! Tanto que la buscamos algunos...
ResponderEliminarUn abrazo.
No, no sino se escapó. Directamente se me derritió encima, o al menos es lo que parece cada vez que me siento ante el ordenador. Ja,ja.
EliminarUn abrazo también para vos.Y se bienvenida tras tu descanso sabático.
Y yo quejándome de lo que cae por tierras levantinas, Alicante , madre mía, jeje, me a gustado y no poco, pero es cierto el calor no ayuda ni a inspirarse ni a dormir ni a nada,agrr, estoy aburrida de tanto calor ya. un abrazo Francisco. TERE.
ResponderEliminarHola Teresa. Que alegría volver a tenerte por aquí, pensé que me habías olvidado.
EliminarNos quejamos de vicio la mayor parte de las veces, y aunque tuviéramos razones de peso, tampoco nos vienen a solucionar el problema desde fuera... y menos las musas que van a lo suyo, y a su ritmo.
Besos y bienvenida amiga.
La pereza y la desgana se alían de forma sospechosa con la temperatura ¿Excusa? no te digo que no, pero niño, el calor me mata, cosa que el frío no consigue.
ResponderEliminarUn saludo compañero.
Las musas, Francisco, son inspiradoras pero también son muy listas y cuando el calor aprieta se piran de vacaciones a lugares más frescos, dejándonos a los que vivimos en lugares demasiado tórridos, a dos velas. Habrá que esperar a que refresque para poder hacer algo, aunque a ti parece que no te afecta mucho.
ResponderEliminarBesos
Yo tengo alguna musa metida en la nevera para que este fresquita a la hora de necesitarla.
EliminarEs verdad que no entran ganas de hacer nada, ni de tumbarse a la bartola... estos sudores nos matan
Besos inspirados.
Cierto que según el calor está pegando con ganas y te lo dice una que vive en una ciudad donde aprieta y mucho, a mi que me agobia y que prefiero el invierno pues como que no lo siento tan exagerado este año (algo bueno me tenía que tocar jajaja). Pero bueno lo que está visto es que con calor o con frío tú sigues escribiendo divinamente.
ResponderEliminarUn saludo.