“En
el lugar más recóndito de la isla está escondido el tesoro”.
Ese
era el mensaje que estaba escrito en el plano que había encontrado debajo de mi
almohada junto a otra serie de pistas.
Empecé
la búsqueda desesperada de lo que más ansiaba en aquellos momentos, me ayudaron
mis padres y mi hermano mayor ¡Y lo encontré!
Hoy,
veinticinco años después de aquella aventura, recuerdo con cariño el mejor de
los regalos que me hicieron en mucho tiempo: Aquella edición en tapa dura de
una historia de piratas escrita por un tal Robert Louis Stevenson.
Derechos de autor: Francisco Moroz