jueves, 14 de marzo de 2019

La purga






Mientras contemplaba como llevaban al cadalso al último candidato, recordaba como hacía solamente cinco años todos aquellos que se dedicaban a tan lucrativo oficio, medraban, ganaban dinero, y eran reconocidos como personas honorables que estaban por encima de todo juicio y castigo.

Hasta que llegaron las hordas inconformistas y vociferantes, hartas de abusos y despropósitos. Estas tomaron el control del gobierno y la judicatura; castigando con mano de hierro a todo aquel que aceptaba sobornos y comisiones. Cualquier tipo de corrupción se pagaba con la muerte.

Ahora, todo aquel que se dedica a la política es presunto culpable, mientras no se demuestre lo contrario.
La purga es constante, no parece tener un final.

Derechos de autor: Francisco Moroz



jueves, 7 de marzo de 2019

Requiescat in pace





Bajo la escueta sombra de un ciprés algo apartado, espera impaciente a que terminen de enterrar el cuerpo.
El sacerdote ha dado consuelo espiritual a la familia, elogiado al difunto magnificando sus cualidades como buen esposo y padre. Hombre decente, trabajador, humilde, cariñoso, entregado a su familia. Ahora por fin reposa después de su paso por este triste mundo.

Los presentes muy recogidos y silenciosos parecen afectados, pero nada tan lejos de la realidad, cada cual piensa en sus cosas; contadas las lágrimas que resbalan por algunas mejillas.

Observa que la esposa, se tapa la boca con un pañuelo arrugado, escondiendo sus ojos enrojecidos tras unas gafas de sol. La niña pequeña agarrada a su otra mano, la mayor al lado, como una mujercita de quince años obligada a mantener la compostura que las circunstancias requieren, pero con deseos de salir corriendo para alejarse de allí.

Las dos serán las que menos echarán en falta a su padre, las que antes lo olviden. Pues el tiempo cicatrizará las heridas que deja con su ausencia.
El amor que siente por ellas como tío, es lo que motivó la decisión meditada que tuvo que tomar a lo largo de los últimos meses.

Está seguro que todo se ha resuelto de manera muy convincente, con escrupuloso detalle. Él se ha encargado de que así sea.

Como médico de confianza, certificó la muerte del finado. Contrató el tanatorio donde se veló al fallecido, atendió a los amigos y familiares, dio apoyo a la viuda para superar la pérdida resolviendo toda la burocracia requerida. La acompañó en todo momento como representante familiar; tanto en el funeral como en el entierro que finalizará en breve.

Ahora, junto al árbol, rememora los años pasados mientras observa a su dolorida hermana y sus sobrinas.
Aquél individuo que yace bajo tierra la cautivó en su momento con su arrebatadora presencia, su impulsiva personalidad, su fuerte carácter.

Recuerda un noviazgo compulsivo, una boda precipitada, unos embarazos dificultosos y una mujer destrozada psicológica y físicamente por los insultos y los golpes, que solo se quejó cuando las víctimas empezaron a ser sus hijas.

Las causas que han llevado a su cuñado a la tumba, serán el secreto que él se llevará a la suya.

Ahora todos podrán descansar en paz al igual que el finado, gracias a su acertado criterio de ayudarle a bien morir, quitándole de enmedio en el momento adecuado.



Derechos de autor: Francisco Moroz






viernes, 1 de marzo de 2019

Mosquita muerta






La fastidiosa mosquita con su lengua veloz por fin ha sucumbido.

Tras cuatro largos años de soportarla, hemos decidido terminar con los problemas que ocasionaba a la comunidad de propietarios.

Yo me ofrecí voluntario para ejecutarla, por ser uno de los inquilinos más afectados a causa de sus molestos hábitos.

Ha muerto como por accidente. De un manotazo, por impacto, tras caer escaleras abajo.

Esta vecina injuriosa y cotilla ha dejado de ser un problema para todos.
Un mal bicho del que ya no tendremos que preocuparnos.

Derechos de autor: Francisco Moroz

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