domingo, 19 de noviembre de 2017

Tu lucha





El infierno se ha desatado a tu alrededor, los demonios rojos están a las puertas de tu fortaleza. Destrozan a su paso todo aquello en lo que creías, aquello que amabas y protegías con denuedo. Pisotean con sucias pezuñas las ideas que te movieron a crear algo grande en su concepto. Corrompen con sus alientos fétidos el mismo aire que respiras.

Consideras como algo inconcebible el que esto esté ocurriendo, que en breves instantes te localicen y acaben con tu sublime existencia de una forma indigna que no mereces.

Años de conflicto y enfrentamientos en diversos campos de batalla te dieron la razón. Eras el dios supremo que con mano fuerte, regias los designios de los pueblos sometidos a tu firme voluntad.

Lo que deseabas lo obtenías a sangre y fuego. Ahora la anterior prepotencia se ha convertido en gemido, en rabiosa e insistente súplica que nadie parece escuchar. Los que te protegían, abanderando tu causa, te abandonan o mueren inútilmente. 
Solo quedas tú, relegado en el último bastión que asaltarán en breve las fuerzas que representan el mal. También permanece, la más fiel de las compañera que uno podría desear, aparte de la muerte cierta.

La besas por última vez, la tomas de la mano y te diriges a una habitación adjunta donde de manera pausada y ritualista le descerrajas un tiro, para a continuación dirigir el arma contra tu persona y hacer lo mismo.

Antes de exhalar tu postrero, aliento tienes una visión certera de un futuro mejor, en el que miles de guerreros tomarán el testigo defendiendo tus mismos ideales. Continuarán tu lucha y volverán a desatar otro infierno.

–El dos de mayo de 1945, mientras los defensores rendían la ciudad al ejército rojo, seguía lloviendo ceniza sobre Berlín.–



Derechos de autor: Francisco Moroz

lunes, 13 de noviembre de 2017

Suspicacias





¿Qué será lo que le ponía su madre?

Me gustaría saberlo, pues cada vez que recibía un mensaje de ella en el móvil se azoraba y miraba para todos los lados. Después, con una sonrisa tonta, tecleaba frenéticamente la respuesta.

Un día vino con un ojo morado al trabajo, nos dijo que se trataba de un accidente domestico en la cocina. Ya no volvió a recibir más mensajes maternos.

Yo opino que su mujer tiene un poco de mal genio, los compañeros piensan que la tal “mami” no era realmente quien decía ser.

Los mal pensados abundan, pero, ahora me he empezado a poner celosa. 

Derechos de autor: Francisco Moroz

jueves, 9 de noviembre de 2017

Te vestiré de letras






Te despojaré de tu ropa vistiéndote con letras,
escribiendo en la piel desnuda mis deseos,
los anhelados sueños convertidos en renglones
en el folio palpitante de la intimidad entregada de tu cuerpo.

Los transcribiré en caracteres, en signos y grafemas,
haciendo un listado de adjetivos merecidos
que consigan retratarte enteramente
sin epítetos, hipérboles o silogismos.

Solamente tú al natural, con ausencia de sofismas,
arropada con palabras de lenguaje universal y transparente.
Sin metáforas ni adornos, sencilla como eres.
Pues solo así sabré leer la historia que quieras transmitirme.

La trama argumentada de tu esencia,
el vibrar de sentimientos y emociones lingüística perfecta.
Abrazando tu alma de mujer literalmente, sin inflexiones ni dudas.
Con la pasión que despierta lo admirado, sin interrogante alguna.

Besaré con premura, las líneas escritas con trazo
enamorado.
Los renglones torcidos, tus curvas placenteras.
Acariciaré cada verbo que conjugue, todas las formas de amarte.
Aceptaré cada preposición propuesta por tus labios.

 Me posaré en cada adverbio de lugar donde reposes
y donde escuche tu nombre, versaré mi prosa.
Permaneceré gustoso el tiempo que quieras ofrecerme
cual regalo generoso de musa inspiradora.

Te dedicaré mi obra, y la vida entera que cueste el realizarla.
Sin comas ni suspiros, que no fueren los que salgan de tu boca.
Sin pausas que condenen, en un punto y aparte nuestro encuentro,
ni ponga en suspensivos el futuro perfecto.

 El epígrafe que fuiste en un comienzo
grabaré en mi corazón como epigrama.
 Con tinta indeleble, como aquellas oraciones trascendentes
que no pierden su carisma si las nombras, ni desgasta el tiempo, ni el olvido borran.

 lo que digo vuela, lo escrito permanece
los incisos sobran. 


Derechos de autor: Francisco Moroz

martes, 7 de noviembre de 2017

Insistencia





Y se ríe a pesar de mi resolución para callarlo a base de manotazos. Su insistente risa me crispa los nervios de una manera insoportable.

Aprieto a rabiar su cuerpecito de bebé, lo golpeo una y otra vez, pero continúa como si nada le afectase.

Me desespero, y en un arranque de maldad resolutoria, lo agarro con rabia y lo estrello contra la pared. 
Es entonces cuando cambia su risa por un llanto cansino igual de agobiante.

Definitivamente, pienso, el mecanismo del muñeco se ha estropeado.


Derechos de autor: Francisco Moroz

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Un Halloween para celebrar





Me acuerdo todavía como si fuera ayer, aunque ocurriera hace ya unos cuantos años, coincidiendo con las fechas en que la celebración de Halloween nos proporcionaba a los estudiantes, la excusa perfecta para desmelenarnos y montar fiestas para disfrutar de una noche de juerga en mitad del curso universitario.

Recuerdo que mi disfraz de bruja era de lo más original. El negro me favorecía, y el rímel destacaba estos ojos verdes del que todavía se quedan atrapados los hombres como en una tela de araña.

A todos los que se me arrimaban aquella noche, con la intención de hacer conmigo, conjuros en la oscuridad del parque donde estábamos reunimos para beber, cantar, y hablar a voces. A todos ellos, les di calabazas y les hice perder toda esperanza como a los que entran en el infierno de Dante. Yo me reservaba para un ser superior.

Pero la bebida, la juventud y la insensatez, no son precisamente los elementos de una fórmula magistral, y aquella noche me dio por mezclar alcohol como si preparara pócimas mágicas que me permitiesen volar con la escoba que portaba como complemento de mi disfraz. Estudiaba químicas, y tendría que haber sabido que esto, como lo de la piedra filosofal, es algo imposible.

Llegó un momento en que las carcajadas parecían provenir de seres malignos que me rodeaban de manera siniestra, las luces desvaídas de las farolas parecían indicarme un camino sin retorno, e incluso la música heavy que sonaba, la oía como los ladridos del cancerbero que guarda las puertas del reino de los muertos.

Perdí el control de mi cuerpo, cayendo al suelo estrepitosamente golpeándome en la cabeza con el borde de un parterre. Pero eso lo sé porque me lo contaron a posteriori.
Algún compañero llamó al Samur y una unidad me trasladó al hospital más cercano.

Cuando desperté me encontré en una habitación donde dominaba el color blanco, hasta las luces fluorescentes me parecieron ese túnel que antecede a los que se despiden de la vida. Cuando mi mente comenzó a centralizar y ordenar los datos, mis ojos enfocaron a un ser luminoso vestido con el uniforme que deben vestir los seres celestiales que habitan al otro lado, donde van aquellos que no son tan malos como aparentan.

Me miraba fijamente a la cara y me sonreía como dándome la bienvenida a otro plano trascendental más perfecto, donde es imposible sentir dolor ni inquietud. En donde la seguridad era prioritaria y la felicidad alcanzable.
Sus primeras palabras fueron:

–Parece que la brujita Samantha regresa de su viaje astral por mundos etílicos imaginarios.

Y yo como muchacha ingenua y algo atolondrada le pregunté:

– ¿Cómo sabes mi nombre y de donde vengo? ¿Eres un ángel?  –enmudeciendo a continuación muy sorprendida cuando me respondió que era mucho más que eso.
Pensé para mis adentros que ese era el ser superior que me correspondía, y que la casualidad no existía.

Y de esta forma es como conocí a Gabriel, vuestro padre. Por entonces un joven médico de urgencias con la carrera recién terminada. Y es por ello que os llamamos como os llamamos de forma cariñosa.


Pues de la unión de un Arcángel y una bruja solo pueden nacer diablillos inquietos como vosotros.

Derechos de autor: Francisco Moroz

sábado, 28 de octubre de 2017

Mi tirano favorito




De forma continuada pretendes que me someta a tus caprichos, que forme parte de un juego entre dos que nunca quieres que se acabe. Y yo me canso, pues miro por ti más que por mí. Y tú actúas como si nada te importasen mis necesidades ni mis gustos. Eres ladrón de mi tiempo y de mi sueño.

Nunca te sacias de mi presencia y a veces desespero y rabio queriendo liberarme de tu acaparadora atracción. Cuando te interesa, despliegas todas tus armas de seducción.
No soy capaz de negarte nada, me tienes atrapada en un bucle de encuentros y desencuentros, de llanto y sonrisa. 

Algo más fuerte que el orgullo me empuja a quererte tal y como eres: egoísta, exigente, tirano y algunas veces maltratador.

Porque a pesar de todo siento que las entrañas se me desgarran cuando no te tengo cerca, que eres la luz que me alumbra y el sentido de mi vida. Te amo de veras y me desvelo por darte gusto.

Aunque hoy, ante tus requerimientos, tendré que proponerte otra forma de abordar nuestra necesidad de mutua compañía. Vengo agotada de trabajar y tendrás que concederme el favor de no tener que arrodillarme en el suelo para jugar con los Play Mobil.




Derechos de autor: Francisco Moroz



miércoles, 25 de octubre de 2017

Una vez más





Vuelve a pedirme que la empuje, y yo hago oídos sordos a su petición mirando para otro lado como si el ruego no fuera dirigido a mí. No quiero complicarme la vida con pleitos, juicios y otras zarandajas legales.

Las madres me observan con suspicacia, como para pillarme en falta y poder denunciarme por acosador, por pervertido, o vete tú a saber por qué otras transgresiones más.

Pero la miro, y veo esa carita tan linda y esos ojos que en silencio, me ruegan que la impulse de nuevo, para subir hasta el cielo sentada en la silla del columpio.

¡Qué diantres, soy su padre!... La empujo.



Derechos de autor: Francisco Moroz

domingo, 22 de octubre de 2017

Historia de mi pueblo (3) Una historia nos lleva a otra




No me gustaría pasar de largo por la historia, sin hacer referencia al santo patrón que rige los designios espirituales de esta localidad desde el año 1580, año en el que hay constancia documental.
Se trata de San Nicasio, un antiguo obispo nacido en Grecia en el siglo I d.,C y que murió decapitado a manos de los romanos como muchos otros mártires cristianos que no renunciaron a su fe.
La fama del santo llegó a Leganés a través de Francia y a causa de sus muchos milagros realizados. Entre otros el de salvaguardar de las fiebres e infecciones pestilentes; calenturas y disentería. Ya sabéis que por estos lares tan legamosos, los miasmas campaban a sus anchas y abundaban en demasía este tipo de afecciones.
 Con lo cual en el siglo XVII  se fundó la cofradía encargada de procesionar al santo, por las calles de la ciudad el día 11 de Octubre en el que se le celebra.
La ermita donde se guarda la imagen es un edificio de estilo neoclásico erigido sobre el 1775-1785 siendo su arquitecto Ventura Rodríguez. Está formado por una planta en forma de cruz griega rematada con una fachada de frontón triangular y en lo alto una cúpula centralizada apoyada en cuatro pares de pilastras de orden corintio.
Aquí están enterrados Julián y Leandro. Los afamados hermanos Rejón que participaron de forma activa en las revueltas del 2 de Mayo del 1808 en la Puerta del Sol, y que fueron fusilados por los franceses en el patio del famoso cuartel de guardias walonas.


Este complejo fue edificado en el 1775 por Francisco Sabatini por orden de Carlos III.
Los guardias walonas, primeros ocupantes del cuartel, participaron en el famoso motín de Esquilache. A estos les precedieron una división de Húsares franceses comandados por el mayor Maignet. Estos fueron los encargados de fusilar a los hermanos Rejón.
A ambos, y a dos vecinos más, los nombra y les dedica Arturo Pérez Reverte unas cuantas páginas en su libro –Un día de cólera-.


En el año 1833 el cuartel acogió al regimiento de infantería princesa y durante la guerra carlista fue depósito de sementales.
Más tarde pasarían por allí los regimientos de infantería Isabel II e Iberia.
Durante la guerra española fue acuartelamiento de legionarios y guardias civiles. Ya correría el año 1939 cuando llega desde Cuenca el regimiento Saboya, heredero de los tercios creados en 1537 y conocidos por el pueblo como: “El terror de los franceses”  por el notorio papel desempeñado en la batalla de San Quintín.
Este regimiento ocupará el edificio que se conocerá desde entonces, hasta 1991 como “Cuartel de Saboya”.
En la actualidad el edificio, tras las reformas pertinentes es sede de la universidad de Carlos III

Por otro lado tenemos también a una patrona de importancia relevante. La mismísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra señora de Butarque. Ya os comenté de pasada que esta imagen tenía su propia historia que comienza con la característica aparición.
No os llaméis a engaño, en este caso la aparición fue prosaica, aunque después se la adornara de manera que pareciera algo más fantástico a ojos del vulgo. El caso es, que un molinero apodado “El cristiano” allá por el año 1117, fue a abrevar a sus animales y mientras realizaba la tarea cotidiana, observó que de entre unas zarzas que crecían entre las ruinas del antiguo poblado, se alzaba una imagen de una mujer morena que le dijo: “Quiero un templo y un altar para mi hijo”
El sujeto corrió con la imagen entre sus brazos a pedir consejo al cura y de acuerdo con las autoridades decidieron llevarla a la parroquia para su veneración y custodia. Al día siguiente desapareció la imagen, algo que achacaron a la malevolencia de algún vecino.
La sorpresa fue grande cuando el molinero la encontró de nuevo en el lugar de la aparición inicial, repitiéndole idénticas palabras: “Quiero un templo y un altar para mi hijo”.
Como parecía que esta virgen tenía las ideas claras y un poderoso poder de convicción, se le edificó una ermita que data del 1536 y que se levanta al lado del antiguo cementerio de la población.
No se conoce el nombre del constructor pero sí, que en una capilla panteón dentro del edificio, están enterrados los restos mortales de los Duques de Tamames.
Se la festeja el 15 de agosto, celebración que coincide con la asunción de María.
Juan de Austria, hermanastro de Felipe II vivió parte de su niñez en Leganés; era conocido cariñosamente como “Jeromín” y era tal la devoción que profesaba a esta virgen, que en 1571, siendo comandante de la liga santa contra el turco, se llevo la imagen ni más ni menos que a la batalla de Lepanto para que le protegiera.
Tras el triunfo de las tropas cristianas contra Selim II peticionó a Felipe II intercediera ante el papa PíoV para la concesión por primera vez a la virgen, del título de Capitán General de los ejércitos. Algo que el rey piadoso consiguió.
La segunda fue a la del Pilar de Zaragoza y la tercera la Virgen de Guadalupe de Extremadura. Las únicas que lucen en su talle un fajín rojo.




Derechos de autor: Francisco Moroz






jueves, 19 de octubre de 2017

Chicos conflictivos






Fede y Ricardo conocieron a Bosco en las puertas de la Luna. Allí, un cartel avisaba:¡
“Cuidado con el perro” Un Pitt Bull enorme, de esos que imponen respeto y algo de miedo cuando los ves por primera vez. Pero este, con mucha diferencia, era un buen perro que se dejaba acariciar.
Cuando pasaban hacia el Instituto mostraba su júbilo; brincaba, movía la cola y los invitaba a acercarse para jugar.

Muy al contrario, el dueño del bar de copas con nombre del satélite terrestre, era un tipo ceñudo y malcarado.
Por norma siempre se encontraba dentro del garito a esas horas, pero cuando lo veían afuera apoyado en la pared haciendo ostentación de músculos y tatuajes, se cruzaban de acera y lo evitaban.

Tenía fama de violento. El típico matón de barrio bajo, el mismo donde ellos nacieron y se hicieron amigos.
Un día vieron al animal abatido, atado con correa corta, herido en un costado y con el hocico sangrante. Fede juró más tarde que incluso le pareció verlo llorar.

El bruto los sorprendió hablándole con cariño mientras intentaban aflojar el collar que lo ahogaba.
A Ricardo lo tiro al suelo de un bofetón y a ambos los alejó con cajas destempladas y un lenguaje grosero lleno de exabruptos y amenazas.

Esa noche a ambos la cama se les hizo incómoda y acordaron, por medio de un mensaje corto, quedar en el portal con las mochilas repletas de artefactos y bien tapados con las capuchas de las sudaderas para salvaguardar su anonimato.
Iban a dejarle un regalo inolvidable a ese mastuerzo que era capaz de hacer daño a un ser noble e inocente.

Las primeras luces de la mañana mostraron a los transeúntes una esplendorosa obra de arte a todo color que ocupaba la fachada de un local nocturno.
Un graffiti que mostraba al dueño del bar, mientras apaleaba a un perro parecido a Bosco; y un cartel donde se podía leer: “Cuidado con el hombre, ¡este sí que es peligroso!”


Y naturalmente interpusieron una denuncia por maltrato animal





Derechos de autor: Francisco Moroz




Quiero agradecer a los compañeros de la comunidad de escritores compulsivos, las oportunas y desinteresadas correcciones que han hecho de este texto. Ha quedado un relato con mejor estilo.  

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