viernes, 9 de junio de 2017

Un traje viejo





Se pone el traje raído y la corbata gris, añadiendo un pañuelo blanco que sobresale ligeramente del bolsillo de la chaqueta.
Sonríe solo de imaginar la cara de su amada Carmen si le viera vestido como cuando se encontraron por primera vez en la Estación del Norte.

El venía a recoger un paquete para sus padres que le mandaban unos tíos suyos desde Medina del Campo, y ella bajaba tímida y desconcertada de uno de los vagones. Se la notaba nerviosa y asustada.

Se quedó prendado de esa muchacha desde que la vio. Recuerda que no pudo resistir el impulso de dirigirse a ella con la educación y el respeto que le inculcaron sus progenitores.

Al principio desconfió de él, una chica de provincias que viene por primera vez a la capital, no puede menos que hacerlo. Mucho desalmado intentaría aprovecharse de su inocencia; eso les dicen todas las madres a sus hijas. Pero una vez que él se presentó y le prestó su ayuda para encontrar el domicilio donde ella iba a servir como doncella de unos señores, pareció bajar un poco la guardia relajando la tensión de su rostro y regalándole una bonita sonrisa.

Recuerda que la invitó a café, el primer café compartido, de los muchos que tomarían después juntos.

Por eso cada aniversario se pone este traje y se pasa por la estación ¡Cómo ha cambiado todo! Hace muchos años que ya no vienen trenes del Norte, pero a él no le importa. El que tuvo que venir ya lo hizo hace muchos años.
Después se va al local, aquel donde tomaron su primer café, “Gijón” se llama. Se sienta justo en el mismo espacio donde se sentaron hace tanto tiempo, eso no ha cambiado en esencia todavía. 

Se conservan las mismas mesas y sillas donde ellos se sentaban; los mismos espejos donde veía reflejado su bonito rostro. Cada vez que salían a pasear, paraban allí para saborear ese café que significaba todo un vínculo entre los dos. 
Naturalmente que lo hacían cada aniversario, desde el primer encuentro, como hoy, uno más de los muchos que ya va celebrando solo.

Más tarde comprará un ramo de flores rojas y blancas e irá a llevárselas al cementerio. Se sentará junto a ella y le dirá lo mucho que la echa de menos, que sin ella nada es lo mismo. Le contará de esos hijos que crecieron y marcharon lejos, y que alguna vez de tarde en tarde vienen a verle. Acariciará el frío mármol como cuando acariciaba su cálida mejilla mientras imagina, su cara bonita de muchacha provinciana. La de esa mujer que posa junto a él en un retrato que se hicieron en la plaza Mayor hace…ni se acuerda cuantos años, y que conserva en su mesilla de noche, al lado de esa cama que se le hizo grande y fría desde que ella volvió a coger un tren que nunca regresó a la estación de la vida.

Sonríe de nuevo, como cuando salió hace unas horas a la calle, volviendo a imaginar la cara picara que ella pondría si le pudiera ver con este traje gastado que ya le viene grande haciendo juego con la corbata gris y el pañuelo en el bolsillo de la chaqueta. 
Lo guarda como oro en paño, solo para ponérselo en las grandes ocasiones como la de hoy. Para encontrarse con su amada esposa una vez más, hasta que la muerte los vuelva a unir.

Una lágrima furtiva se le escapa mientras vuelve a marchar a casa con andares cansados y espalda encorvada.

Reflexiona sobre el eterno amor y la breve vida.




Derechos de autor: Francisco Moroz

26 comentarios:

  1. Triste y emotivo. Estas cosas de la muerte y la soledad en la vejez y todo eso me ponen muy triste. No lo puedo remediar.
    Un beso.

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    1. A todos nos conmueve la soledad y tememos el vacío que dejan cuando se van, las personas con las que compartes la vida. Es irremisible el destino con el que nacemos, que es tener un final cierto e ineludible. Ese final es difícil de asumir.
      El recuerdo, es lo que nos queda y a lo que nos agarramos para poder superar el dolor.
      Un beso y gracias por dejar tus amables palabras como es habitual en ti.

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  2. Oh qué triste Francisco, pero sí conmueve porque la soledad después de compartir la vida con la persona que se ha querido aún es mucho más dura. Al menos se ha vivido porque es mucho peor no tener ni siquiera esos recuerdos del amor vivido.
    Un beso y feliz fin de semana

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    1. Creo que por un lado y como tú, que la soledad es muy mala cuando la vida ha sido acompañada de alguien tan querido. Pero cierto también, que los recuerdos que nos quedan de esos momentos son insustituibles por otra cosa.
      Inmensa la suerte de poder vivir con y junto a seres amados, que la soledad de continuo es muy mala.
      Besos y buen fin de semana querida Conxita.

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  3. Que hermosa historia nos has regalado preñada de recuerdos del protagonista y aunque al leerla nos de una primera sensación de tristeza por el contrario creo que es una inyección de alegría. Ese hombre ha conseguido por lo que muchos luchan toda su vida: encontrar un amor, compartir una vida, sonreír con la persona querida... ¿Triste? No, más bien una lección de saber disfrutar de lo hermoso que nos depara el destino.
    Me encantó.
    Un beso grandote.

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    1. La felicidad está creada por pequeños momentos, y estos son en los que sonreímos, luchamos, nos sacrificamos, celebramos, viajamos y nos deleitamos junto a personas que son importantes para nosotros.
      Lo triste es no tener con quién compartir esos pequeños momentos insustituibles. Con lo cual es verdad, que como bien dices, la historia es triste pero con ese poso de felicidad implícita en cada recuerdo del pasado con el que volver a disfrutar.
      Besos Mariola.

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  4. Que bonito Francisco! Me ha encantado, de verdad. Es tierno, nostálgico, pero al mismo tiempo me parece precioso. Enhorabuena! ; )

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    1. Muchas gracias Ramón, por tus palabras y aprecio. Si he conseguido eso que dices con mi realto, me basta.
      Un abrazo

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  5. Un relato precioso, digno de una matrícula de honor si yo fuera el profesor de literatura y tu el alumno, sin duda aventajado, que ha escrito la prueba de redacción. Hacía tiempo que no leía algo tan bonito.
    Una historia de amor llena de nostalgia y de ternura. Cuando se pierde al ser amado, se sustituye su ausencia por esos recuerdos tan bellos que nos devuelven el pasado y nos otorgan unos minutos de felicidad.
    Magnífico!
    Un abrazo, Francisco.

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    1. ¡Madre mía! Querido profesor, es usted muy amable para con un servidor. Si alguien que escribe esas pequeñas novelas tan adictivas y que tiene editados dos libros, dedica esas palabras a un aficionado ¿Cómo no agradecerlo de corazón?
      Eres generoso Josep y lo demuestras en tu comentario.
      Un abrazo de compañero.

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  6. Me has emocionado porque la verdad es que has tratado un sentimiento tan duro como la muerte de alguien al que quieres con tanto sentimiento. Me ha gustado muchísimo. un abrazo y buen fin de semana. TERE.

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    1. Siempre eres muy amable al expresar lo que te hace sentir lo que lees.
      Me alegro motivar esos sentimientos con mis escritos.
      Un beso y feliz final de martes.

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  7. Precioso relato, Francisco. No creo que ninguno de tus lectores hayamos podido evitar un suspiro y una sonrisa triste. Ciertamente la muerte separa a las parejas, pero también vuelve a unirlas cuando llega el momento... Muy emotivo :))

    ¡Un beso de domingo!

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    1. La nostalgia y el recuerdo de los seres queridos por nosotros nos hacen ese tipo de jugadas.
      Aunque tan solo fuera por que el roce hace el cariño nos cuesta despedirnos de todos aquellos que pasaron por nuestra vida, si además son amados de verdad, nuestro dolor es provocado por la inmensa soledad que nos producen sus ausencias.
      Es una tristeza muy habitual en los ancianos.
      Besos.

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  8. A mí también se me acaba de escapar una lágrima. Precioso relato. Abrazos.

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    1. recojo tu lágrima como valioso recuerdo de tu sentida lectura.
      Abrazo también para ti.

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  9. Bonito y tierno relato, Francisco. Qué gran verdad: cuando el amor es eterno la vida es demasiado breve.
    Besos.

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    1. Es lo que siempre decimos. Qué corto se hace el tiempo cuando estás bien acompañado y en situaciones agradables y cuan duro y eterno se nos hace cuando nos consumimos en soledad y olvido.
      Besos y gracias por tu presencia.

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  10. Qué bonito relato Francisco.
    Conmueve, este amor que no entiende de tiempo ni de soledad.

    Besos.

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    1. Esto es a lo que llamo amor eterno y de los buenos. Conozco unos cuantos, aunque ahora parezca primar el aquí te pillo y te mato (En ciertos casos bien literal) Los hay de los que creen todavía en que dos seres se pueden amar hasta el final de sus días, y aún así parecerles corta la vida para hacerlo.
      Besos y gratitud Irene.

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  11. Cuando el amor desaparece por la muerte de uno de los dos, y aún más si es inesperada, se tiende a ensalzar y cada uno encuentra la manera de mantenerlo vivo en su memoria. Tu protagonista, 'recreando' la escena de cuándo conoció a ella. Eso supongo que le reporta felicidad o, mejor dicho, merma su tristeza por la ausencia.
    Bonito relato, Francisco.
    Un beso

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    1. Si una película te emociona la vuelves a ver, si un libro te conmueve lo vuelves a leer. Si un amor te llena lo vuelves a vivir por medio de tu recuerdo, por desgracia no nos queda otra manera de hacerlo.
      Besos Chelo. Y gracias por ser tan fiel lectora de lo que escribo.

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  12. Más allá de la tristeza que provoca la ausencia quedan todos esos recuerdos, que probablemente mantengan vivo al protagonista de tu historia y es que, como él mismo va desgranando, el tiempo pasa para todos y todo. Muy bueno, Francisco.
    Abrazo!!!

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    1. El recuerdo de los momentos vividos en compañía querida es lo que nos quedará a todos al final del recorrido vital. Lo demás es pasajero como los años.
      Un abrazo y gracias por leerme Mª Jesús.

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