Como sombras disipadas por el amanecer se sienten estos seres
Son barro,
dolor, y miseria, que a lo largo de duras jornadas se empeñan en sobrevivir.
Trabajan de
sol a sol, siguiendo el lema que está escrito en la puerta: “El trabajo libera”.
Pues eso es lo que ansían por encima de
todo. “La libertad”
Las rejas,
las alambradas y los perros guardianes no harán que pierdan su identidad como
hombres enteros, aunque estén desechos por la penuria.
Derechos de autor: Francisco Moroz
La verdad es que el texto es breve pero lo bastante claro para hacer rememorar esa oscura y dura etapa del género humano. Aunque a lo largo de la vida humana ha habido muchas tragedias y crueldades contra las personas, sin duda a la que haces referencia es de las que más arraigada ha quedado en la memoria humana. Un mensaje de lucha y supervivencia bien transmitido compañero.
ResponderEliminarUn triste episodio sin duda, aunque pase el tiempo pesará como losa en la historia de la humanidad como el mayor genocidio cometido de forma calculada.
EliminarGracias por pasarte y comentar compañero.
Es historia, Aunque la olvidemos... Sigue ahí, porque esa gente existió una vez. Un homenaje precioso e íntegro.
ResponderEliminarMil besitos.
Creo que nunca podremos olvidar esta historia, al menos los que tengamos conciencia y sepamos diferenciar el bien de la maldad absoluta. Todavía hay colectivos que niegan la realidad de estos episodios ¿Te lo puedes creer?
EliminarUn abrazo y mi bienvenida, espero verte más a menudo.
"Con sus magros cuerpos desnutridos, algunos de los pocos que consiguieron ver cumplido su sueño de libertad, vieron después su sueño convertido en pesadilla. La culpa del que sobrevive, los terrores nocturnos en los que los perros volvían a ensañarse con sus cuerpos descarnados, convirtieron su vuelta a la vida en un retorno al horror del que sólo los liberó al fin, la locura o el suicidio".
ResponderEliminarLo siento Francisco, no he podido resistirme. Me ha encantado tu microrrelato histórico y he enlazado.
Eliminé el anterior por erratas.
Un beso muy fuerte.
No te resistas nunca a expresar tus sentimientos ni tus opiniones, no al menos en este espacio que os acoge.
EliminarCierto es, que cuando escribía el micro habiéndosenos dado esa primera frase, lo primero que me vino a la cabeza fue la imagen de esos pobres seres condenados de antemano por su mera condición de raza, etnia o religión.
Un placer tenerte por aquí como siempre. Gracias por enlazar.
Besos
Una trágica etapa de nuestra historia, la del Holocausto, que no debe volver a producirse. Un homenaje a aquellos hombres buenos a los que se les arrebató el alma, no así la dignidad. Me ha encantado este micro-homenaje tan bien precisado por tu parte. Agradezco que con tu literatura y tu amistad estés siempre cuidando de tu gente de la blogosfera.
ResponderEliminarUn beso, amigo
Hola amiga.
EliminarLo triste es que se repite y se seguirá repitiendo. Stalin y Mao juntaron más muertos que Hitler, en su haber estadístico y macabro personal.
En la antigua Yugoslavia más de lo mismo y en Irán y Afgasnistán y en Corea y en China...Los países Hispanoamericanos lo mismo.
Es condición del ser humano y su intrínseca violencia genética de depredador. Cuando se pierde el alma aparece el demonio.
Mi amistad es simple reflejo de la tuya.
Un besos Marisa.
Un magnífico homenaje a las víctimas del hocausto, a los supervivientes y a lo que perdieron la vida, que no la dignidad, en los campos de exterminio. Me ha conmovido. Un beso enorme y feliz noche de Reyes
ResponderEliminarMás que homenaje es recuerdo circunstancial al relatar. El recuerdo de todas las barbaridades cometidas constantemente por el genero humano deberían estar presentes en nuestra mente para que fuera revulsivo para no volver a cometerlas.
EliminarA nivel personal deberíamos impedir toda forma de violencia circunstancial o meditada en nuestros entornos más cercanos. De esta forma, aunque a pequeña escala empezaríamos a crear un mundo más habitable supongo.
Gracias por conmoverte, eres humana y sensible. Te quedo agradecido Chari.
Besos
Un gran recuerdo a esas personas que sufrieron el holocausto, yo estuve viendo un campo de concentración y me lo imaginaba terrorífico.
ResponderEliminarY tu lo viste vacío del horror, vacío de olor a podredumbre y muerte, vacío de gemidos y gritos de dolor, vacío del sufrimiento reflejado en los rostros y arrastrado por los cuerpos de las víctimas.
Eliminar¡Y aún así! lo sentiste terrorífico. Algo de todo aquello quedó impregnado para siempre entre las alambradas y los barracones, seguro.
A los seres sensibles ha de conmover esta historia.
Un abrazo María y mi gratitud por las palabras.
Vengo casualmente de leer un libro que se desarrolla en pleno holocausto. En tan breves palabras, has logrado encerrar el verdadero significado de la palabra: sobrevivir y sòlo se sobrevive si se tiene esperanza.
ResponderEliminarLa esperanza como hierro candente al que agarrarse cuando la desesperación nos acorrala y acobarda. Una esperanza vana la de estos seres que desesperaron y murieron al fin de forma penosa.
EliminarMe gustaría saber el título de ese libro que te leíste.
Gracias Arethusa por pasarte a comentar.
Un abrazo.
Fiel reflejo de la terrible injusticia y del horror que vivieron por ser quienes eran.
ResponderEliminarY a pesar de todo, siguen produciéndose genocidios por doquier que ya no conmueven tanto por ser, quizás, demasiado habituales.
Ojalá nunca nos acostumbremos al horror y a las muertes injustas e injustificadas.
Un abrazo.
"El hombre es un lobo para el hombre"
Eliminar"Habría que erradicar a la especie humana para que en el planeta dejara de hacerse la guerra"
"El hombre es la peor enfermedad, peor que el cáncer, más maligno que cualquier virus infeccioso"
"El hombre en su violencia genética es capaz de matar lo que más aprecia"
Atento a estas frases, imagínate la confianza que tienen algunos puesta en el género humano. Yo personalmente me quedo con esa otra que dice: "Hay que educar a los jóvenes para no tener que castigar a los hombres"
¡Ojalá! no sólo que que no nos acostumbremos a la violencia, si no que además sepamos evitarla, corregirla y encauzarla en el entorno que nos atañe.
Gracias Josep
Un abrazo.
Imposible imaginar siquiera el horror que vivieron esas personas, y lo peor ver lo peor de lo peor de que son capaces los humanos, no tengo apelativos para nombrarlos.
ResponderEliminarSupongo que para mí, uno de los mejores libros de superación, de como sobrellevar esa barbarie, sin conseguir ni siquiera intentar entenderla, es El hombre en busca del sentido de Viktor Frankl, impresionante lectura e impresionante vida y lecciones que se aprenden.
Espero que los Reyes te hayan traído muchas lecturas y que nos ilustres con tus opiniones.
Un saludito festivo
Gracias por la aportación literaria que tendré en cuenta.
EliminarPor mucho que imaginemos y visualicemos documentales y películas sobre el tema, nunca conseguiremos acercarnos siquiera al sufrimiento no sólo físico si no también psicológico que soportaron las víctimas el holocausto. Tendríamos que mantener de por vida, un respetuoso silencio de duelo ante el intuido dolor.
Un beso Conxita.
Un gran micro, Francisco. Con muy pocas palabras has traído a nuestra mente un episodio de la historia que nunca debió haber tenido lugar. Y no por terrible hay que olvidarlo, sino más bien aprender de él.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este homenaje a las víctimas de la barbarie :)
Un beso!!
Se bienvenida de nuevo por aquí Julia.
EliminarYa sabes que las pocas letras son la condición para desarrollar este reto literario y como ya comenté en otra respuesta es lo primero que se me vino a la cabeza a la hora de relatar una historia.
Recordaremos y aprenderemos. olvidar nunca.
Besos
Y por desgracia, a pesar de que el micro nos recuerda tiempos pasados, también podríamos estar hablando de esta actualidad que nos anuncia una nueva era, donde lo nuevo se hace viejo, y lo antiguo vuelve al hoy.
ResponderEliminarMuy bueno, me ha encantado.
Efectivamente de momento no tenemos remedio a la injusticia, no protestamos ante los abusos, no reivindicamos derechos. Los de siempre se aprovechan del silencio y nos van encarrilando hacía donde quieren. Nos dan las herramientas de autocomplacencia que nos abotarga los sentidos para que la revolución se apague en su origen y no podamos pedir cuentas de sus acciones por sentirnos cómplices con nuestros silencios.
EliminarUna serpiente que se come así misma.
Gracias por tu apreciación María.
Si señor. Todo se sigue realizando con total impunidad. A menor escala o no, pero siempre con las mismas consecuencias de eliminación metódica de aquellos que nos sobran a nuestro entender, para conseguir nuestros propios y espúrios fines.
ResponderEliminarSaludos Julio David
Saludos Sofía.
ResponderEliminarEncantado de este encuentro, me pasaré a ver tu blog.
Un abrazo
El doloroso recuerdo permanecerá grabado en la historia de la humanidad. Quien sabe, si el hombre llegará a aprender de sus terribles errores. Espero que sí.
ResponderEliminarTriste recuerdo en un sencillo y estupendo texto.
Un fuerte abrazo Francisco.
Pues no lo se Mila. no creo que el hombre aprenda, vemos lo que ocurrió en tiempos de cruzadas y lo que está ocurriendo con el islam en tiempos actuales...¿Volvemos a ellas?
ResponderEliminarQue la historia no se repita es lo deseable, en nuestra mano esta el convivir con nuestros semejantes en paz
Tu micro traspasa la pantalla Francisco, dejas una sensación de horror y dolor a partes iguales.
ResponderEliminarY la esperanza ese soplo que nos da vida y nunca debemos perder.
Muy bueno, espectacular.
Besos, :)
¡Pufff! No se que responder ante estas palabras que has dejado.
EliminarGracias y más gracias...
Y besos
Maravilloso texto, Francisco. Consigues con poquitas palabras ponernos en la piel de aquellas personas.
ResponderEliminarUn abrazo. =)