Creo que fue
una tarde al regresar del curro, al abrir la puerta y encontrarnos a aquella
muchachita tumbada sobre nuestras camas.
Uno de mis colegas dijo algo sobre
intrusismo, allanamiento de morada e ilegalidad; a mí me pareció simplemente
una monada de chica.
Cuando
despertó se pegó un susto de muerte al ver a seis enanos barbudos y uno lampiño
mirándola fijamente. Ella, como después nos dijo, pensaba que los que allí vivíamos
éramos niños, por el tamaño de las camas y el resto de mobiliario casero comprado en el "Idea"
En realidad
son los niños los que invaden nuestras casas. Os recuerdo a Hansel y Gretel con
la de la bruja de la casa de chocolate, o la tonta niña llamada ricitos de oro metiéndose en la de los tres osos.
La única excepción fue la del lobo introduciéndose en la de la abuela de caperucita, pero sólo porque la engañó y llego antes que ella.
Los cuentos están plagados de niños entrometidos.
Esta
mujercita era bella, irradiaba energía por todos los poros de tal manera que no
podía permanecer quieta; nos recogió la habitación, fregó el piso, quitó telarañas, saco agua
del pozo, maqueó todo el habitáculo interior en un santiamén. Algo, que
nosotros no hacíamos desde hacía años, si es que lo hicimos alguna vez.
Somos un
poquito descuidados con el aseo, y eso también lo notó la muchacha, más que nada
por el olor.
Tenía un don
especial: hablar y cantar con los pájaros y los animalitos del bosque. Se
aficionaron estos tanto a su presencia, que desde que ella habita con nosotros,
los alrededores de la cabaña parecen un parque temático sobre la fauna de la
región.
Algo la
contrariaba pese a su aparente felicidad, tenía miedo a la obsesión de su madrastra, que
después de pedir el divorcio y arruinar a su padre, parecía querer eliminarla por hacerla sombra con su
belleza.
Hay mujeres que no saben envejecer y se vuelven peligrosas con quien
no las mira con deseo y no se sienten atraídos por sus arrugas, lo de” la
arruga es bella” es otro cuento que circula por estos lares de mundo fantástico.
El caso es,
que lo que nos contó la chica a la que llamamos desde nuestro primer encuentro:
Blanca nieves, por la extrema palidez de su piel que parecía exanguinada. Fue que esa malamadre contrató a un
furtivo para que terminara con su vida, le extrajera el corazón, y se lo
entregara para demostrar su muerte ¡Ahí es ná! Morbo gore bajo "manga", para público infantil.
Somos conscientes sabedores de la bondad de los cazadores a la
hora de perdonar vidas ajenas a la suya, por tanto este, eligió a otra víctima
propiciatoria para arrancarle la víscera palpitante y demostrar con ello a la arpía, los hechos consumados de la muerte de tan dulce niña.
Tuvo que ser un
cerdo el donante, pues es sabido que es el más parecido al ser humano.
El caso es
que la madrastra cayó en la trampa durante un tiempo, el justo, para darse
cuenta que el tamaño del músculo era exagerado para haber estado alojado en el exiguo pecho de la niña.
Es entonces
cuando empezó el acoso que tuvimos que sufrir durante una larga temporada por
parte de una vieja desdentada con una verruga, que rondaba por casa, con una cesta
de manzanas.( La vieja, no la verruga)
Si es que, tendrían que hacer un casting
para acceder al puesto de comercial; que es que hoy en"Día", admiten a cualquiera.
Nosotros seguíamos
trabajando bajo tierra, en la ampliación de la línea VI del metro, y la vida nos
sonreía, nos sentíamos realizados. Eramos felices trabajando con un mísero sueldo (Otro cuento que nos han contado los cuentistas).
Íbamos aseados, con la ropa planchada al trabajo, teníamos comida caliente en casa, y chacha
de gratis que nos hacía la colada, la limpieza y habitualmente nos deleitaba con su dulce voz (Y ahora se quejan por nada las feministas)
Descubierta
esta cualidad cantarina, propusimos a la empresa ampliar el horario de trabajo.
¡Ay! Nuestra
niña inocente fue tentada con la oferta envenenada del tres por dos, y la aceptó con alegría inconsciente, y como
eso de: esperar con paciencia y compartir con los demás, es un concepto que a los jóvenes no les entra en
la cabeza.
Decidió morder la manzana con la inmediatez de la acción. Que es por otro lado lo que le iba a ella al
igual que bailar y hacer coros con los tejones, las ardillas y los pájaros. Desfalleciendo pues, con elegantes y gráciles movimientos hasta caer al suelo.
Llegamos
tarde ese día por culpa de la huelga de transportes y nos la encontramos
tumbada cuan larga era, como la primera vez, pero encima del enlosado y no en las camas. No
respiraba, y el color azulado de su cara nos hizo plantearnos otro nombre para
ella.
En esto, un
gallardo príncipe de los que abundan por estos contornos del reino y que parecen salir de
parideras de conejos; pasó casualmente, como si nada, luciendo palmito sobre caballo
blanco y preguntó qué es lo que acontecía, que estábamos todos cabizbajos y
llorosos como plañideras en entierro.
¿Por qué tuvo
que hacer la pregunta el muy patán? Si con la alzada de su caballo y
la menguada estatura nuestra, nada le impedía la visión de la dulce y cursi niña
tumbada en una urna de cristal. Que a saber de qué museo o centro electoral la sacó el más sabio
de mis compañeros.
Allí expuesta parecía ofrecerse como mercancía al primer príncipe pilpil que
pasara por allí, y a este en concreto, que es el primero que pasó le hizo tilín
y se encaprichó de ella, y con un beso casto en los labios, pretendió reanimarla, poniendo posturita,
y posando para los anales (Que mal me ha sonado siempre esta palabra)
El caso, es que consiguió
que a la niña le entrara una oportuna
arcada que provocó la expulsión del fruto envenenado y del resto del
desayuno sobre el rostro del apuesto doncel.
¡Claro está!
que el toque musical y dramático que se escuchaba de fondo como banda sonora, se interrumpió de repente
y se hizo un mutis sepulcral por el foro.
Todo esto, mientras salían de detrás de los árboles
unos tíos vestidos de negro y gafas de sol, con una de las manos metidas en la sobaquera, que
rodeando al príncipe deslucido lo apartaron de la escena llevándoselo discretamente a palacio; no fuera que los paparazzi de Walt Disney estuvieran
por allí.
Por eso,
Blancanieves sigue con nosotros, y sus animalillos.
La mala prensa
se hizo eco, y a esta mujer le crecieron los enanos y se quedó para vestir santos medievales.
Ya tiene una
edad, pero para nosotros siempre será nuestra dulce niña.
Hoy,
mientras la ayudaba a hacer la colada y daba vueltas literalmente dentro de la
lavadora; pasándolo como un enano con el programa de centrifugado. Quise hacer memoria de la historia real, y no de ese
cuento para crédulos infantes que os contaron de niños.
Entre otras cosas porque
después de aquel suceso fue de todos conocido que los príncipes destiñen, sudan, les huelen los pies y tienen mal aliento. Y que las perdices son aves que no encontrareis en un bosque como para ser eternamente felices, más que nada porque lo que hay a patadas son cazadores.
Con lo
cual, os quiero dar a entender como moraleja: que los finales edulcorados, son milongas de unos hermanos llamados Grimm, que mataban el tiempo inventando historias, a causa del vicio adquirido después de trabajar largo tiempo en el periódico del "País"
¿Qué cuál es
mi nombre? –Me llaman Tontín. Como las campanas.
Nota 1-: todo parecido con la realidad es pura "Pulp fiction"
Nota 2-: Me comunican que estos hermanos Grimm no eran milongueros en sus finales, más bien lo contrario. Lo voy a dejar escrito como está, para no confundiros más.
Nota 1-: todo parecido con la realidad es pura "Pulp fiction"
Nota 2-: Me comunican que estos hermanos Grimm no eran milongueros en sus finales, más bien lo contrario. Lo voy a dejar escrito como está, para no confundiros más.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Me ha encantado tu nueva versión de Blancanieves. Aunque he de decir que lso hermanos Grimm no edulcoraban mucho. Sus cuentos son aterradores, yo tengo una colección de ellos, y aún no he encontrado ninguno que le pueda contar a mis hijas, jejeje. No sé quien los endulzó después, supongo que para darle más dinero al bueno de Walt Disney, que nos trajo estas bellas historias a la pantalla. Ahora ue si te digo la verdad, la película de Blancanieves da miedo. Cuando se la puse a mi hija por primera vez, yo llevaba sin verla desde que era pequeña. Y no me extrañó para nada que me dijera que la quitara, ni las historias que me cuentan sobre mí, que me ponía a llorar como una loca.
ResponderEliminarCreo que tu historia es mucho más divertida. Por lo menos a mí me ha hecho reír.
Un besillo.
¡Ay sí! María. Hasta en eso me permití ser mordaz con los "escribidores" de cuentos. No eran nada melifluos en sus descripciones, no eran nada melosos ni suaves. Lo que nunca me creí de esos cuentos era por ejemplo la castidad de las doncellas, las intenciones románticas de los príncipes y la bondad y justicia de los reyes...Eso sí : las brujas eran todas feas, los lobos todos feroces y las madrastras...De esas no te cuento que tú ya sabes ¿O no?
Eliminarjejeje.
Gracias por tus apuntes tan bienvenidos.
Besos
Ja, ja, ja... Me ha entretenido esta excursión tuya de aquí a allá y a acullá de la mano de esta niña inocente, su perversa madrastra y sus angelicales siete enanitos (¡anda que no se han hecho "peliculitas" y chistecitos poco castos a propósito de esta cohabitación.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comenta María Campra, estoy con ella en que los cuentos infantiles de los hermanos Grimm, igual que los de Charles Perrault y hasta Anderssen no evitaban los momentos duros (temor, miedo...) a los niños; ha sido la industria del entretenimiento actual la que ha cambiado finales para "proteger" la inocencia de los niños, con lo que el didactismo que se perseguía con la mayoría de estas narraciones se ha perdido o apenas es entendida por sus destinatarios.
Un abrazo
Bueno, bueno es un triunfo por mi parte el haber conseguido que a una persona culta como tú le de por comentar un cuento infantil pasado de rosca y sacado un poquitín de sus quicios y formalismos literarios.
EliminarCierto que los cuentistas eran gente sesuda y no se andaba con chiquitas a la hora de reflejar enseñanzas a base de meter miedos con sus descripciones macabras.
Gracias a los apuntes de María como a los tuyos, me he permitido poner una segunda nota al final del relato.
Un abrazo Juan Carlos.
Esta nueva versión me gusta casi más que la de antes.. y bien es cierto que si bien todos aquellos cuentos tenían su moraleja, dejaban algunos bastantes cosas en el tintero pero el fin bien vale el medio, dicen.. LA VUELTA A LA REALIDAD.
ResponderEliminarTodo lo que sea variar a los clásicos para salir de la rutina manida, merece la pena, aún siendo sólo para echar unas risas.
EliminarBesos Marijose
Soy eternamente fan de los cuentos clásicos cambiados como si fuesen fanfictions. Me has ganado con este cuento, te sigo :)
ResponderEliminarMe alegra el haberte ganado a la causa literaria "Cuentistaida"
EliminarYa me paso por tu blog y dejo huella de mis piececillos.
Abrazo
¡¡¡Buenísimo!!! Esta nueva versión del cuento, llena de juegos de palabras y de descripciones mordaces, me ha encantado. Me fascina esta vuelta de tuerca que le has dado, Francisco, está genial,.
ResponderEliminarUn beso enorme
Es el humor que más me gusta: sacar de contexto las historias conocidas y jugar con las palabras. Soy mordaz y algo irónico.
EliminarGracias Chari y besos
Muy mordaz eres Francisco ¡¡siii!! Me ha encantado como has metido la puntilla a este cuento sacado del su contexto y traído a esta realidad que hoy tenemos. Es verdad que los cuentos de de los hermanos Grimm eres de miedo. Yo casi nunca he contado a mis hijos ese tipo de cuentos . Ellos tenían sus propias versiones. Que pena que no conservo nada de aquellos ellos cuando mi hijos eran pequeños. Flipabamos siempre con sus preguntas y teníamos que reconstruir las historias siempre, les encontraban la punta a casi todas. ¡¡Genial!! tu cuento con mayúsculas. Un abrazo
ResponderEliminarNo sabes hasta que punto puedo llegar a serlo.
EliminarMe gusta el humor inteligente, de ese que saca punta incluso al más inocente de los argumentos urdidos por los engañabobos.
Esto sólo ha sido un ensayo para otro cuento que se avecina y es´ta en preparación. Otro clásico.
Un beso y gracias por leerme María
Una versión muy tuya del cuento, Francisco, y también podemos decir que algo más actual que la original. Yo, al menos, la he encontrado muy cercana :D
ResponderEliminarLo único que me sabe mal es que Blancanieves al final se quedara soltera y sin "conocer varón". Claro que a lo mejor "conoció enano", ya que había donde elegir :P (son más de las doce, ya no hay niños despiertos, ji, ji).
Me ha gustado mucho la historia y me ha hecho estar atenta, no sabía en qué momento habría nuevos motivos para la sonrisa de la mano de tu ingeniosa pluma :)
Besos nocturnos!!
Ya sabes que en el fondo soy un cuentista como el de Hamelin ¿O ese era un flautista?
EliminarBueno el caso es, que estaba obligado a hacer una entrada más humorada e informal dado que en algún comentario se me indicaba oportunamente que estaba entrando en una línea argumental gris,triste, y meditabunda. Por tanto es lo que tocaba para quitar hierro y elevar las comisuras de los labios en amplia sonrisa así como la audiencia.
Siempre agradecido a tus fieles visitas y amables palabras.
Besooooos
Muy buena reinvención amigo Francisco, áspera y picante..
ResponderEliminarBesos
Es que los cuentos, como toda historia fantástica, da mucho juego a la hora de cambiar finales y argumentos.
Eliminar¿Qué son las noticias y la información que recibimos a diario?¿Qué son las promesas electorales?¿Qué hacen con nosotros las compañías automovilísticas y las aseguradoras del coche?¿Y nuestros jefes cuando nos invitan amablemente a doblar el turno? ¡Pues eso!
Un beso Suni.
Saludos Llu_Ra.
ResponderEliminarBienvenida a esta casa y gracias por quedarte. Debes ser persona interesante, con lo cual me paso ahora mismo a ver que me cuentas.
Un abrazo.
Jajajaja me encantó!!!
ResponderEliminarEcho de menos contar a mis hijas los cuentos que cada noche les contaba, incluso poniendo distintas voces, con sus canciones de cuna para que se durmiesen...ainsss amigo...
Gracias.
Besitos miles!
Creo que yo también soy de los que echa de menos esas sensaciones que te proporcionaba el convertirte en un cuentacuentos. que tenía el poder de mantener con los ojos bien abiertos y calladitos por un tiempo a los peques. Aunque los míos me interrogaban de continuo sobre ciertas incongruencias difíciles de explicarles.
EliminarGracias por rememorar.
Besos amiga.
Esta versión tuya de Blancanieves mola mucho más que la de los Grimm. Ya sabes que yo le tengo algo de ojeriza a los príncipes azules así que esta visión del cuento tradicional me ha encantado.
ResponderEliminarSe lo voy a contar a mi sobrinita de cinco años para que vaya adaptándose a la vida real.
Podrías seguir y darnos versiones de otros cuentos infantiles. Tengo curiosidad por conocer tu visión de la pánfila de Caperucita o de la pringada de Cenicienta.
Un besote.
Ja,ja,ja Tú hubieras sido una malvada madrastra, sólo por tus pensamientos con respecto a los personajes de cuento. Ya sabes que con respecto a ellos soy más de los que se identificaba con lo que versaba Goytisolo.
EliminarUn beso. Me alegro que te guste esta versión. Ya te aviso que tengo otra pero más dura sobre otro cuento.
Reconozco que tengo más de bruja que de princesa y no me importa porque "mientras las princesas sueñan las brujas vuelan". Además los personajes malvados yo creo que se lo pasan mejor que los bondadosos, jajaja.
EliminarEspero impaciente tus versiones aunque sean más duras.
Un beso