Pero nunca,
sin saber por qué, dejarán de mirar hacia arriba.
Quizá porque
el azul les atrapa, o porque saben que no todo lo que llueve es agua ni
purifica.
Conocen su
historia, y saben que un día el terror invadió su ciudad cubriendo ese mismo
cielo de oscuridad y ceniza.
Todavía pesa
en la memoria colectiva el recuerdo de aquella jornada en que “Enola Gay” voló sobre
la población; eclipsando el sol,
cubriendo con un hongo gigantesco, toda la muerte que sembró la terrorífica explosión
que barrió a la población.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Un microrrelato que no me deja indiferente. Cuando volvía a casa hoy de madrugada miraba al cielo por que estaba bello con un cielo azul precioso que le adornaban unas nubes algodonosas preludio que va hacer un día estupendo. Me has dejado planchada con la vuelta que le has dado al final. Un abrazo amigo
ResponderEliminarLos micro-relatos consisten en eso: en no dejar indiferente a nadie, o plantearle un punto de reflexión, inquietud o sorpresa.
EliminarVeo que contigo lo he conseguido.
Besos y gratitud
Ayyyy un gran relato. Un momento terrorífico que paralizó a la población y aun así seguimos creando más bombas. Parece que la humanidad no aprende.
ResponderEliminarUn Besillo.
El ser humano es imprevisible y violento. Capaz de crear una gran obra de arte como de destruirla.
EliminarSomos animales ilógicos queramos o no , y muy salvajes cuando no nos somete la razón y el respeto.
Besos
Desde luego es muy bueno y relata como una población puede quedarse en estado de shock permanente ante semejante hecho. Ojala no existieran las bombas pero por desgracia ahí tenemos la amenaza de Corea por ejemplo. en fin que es muy bueno tú relato y no deja indiferente. TERESA
ResponderEliminarUn retal de una historia feroz y tristemente repetida: la de la guerra con todo lo que implica para los inocentes.
EliminarInocentes somos todos, e ignorantes de que nos jugamos la vida cada vez que creamos un monstruo.
Gracias Teresa. Un abrazo.
¡Qué prolífico estás últimamente, Francisco! Creo que además de mi musa se han mudado a tu casa algunas más. ¿Qué les das que te quieren tanto? :))
ResponderEliminarRespecto al micro, genial. Nos recuerdas un hecho histórico lamentable y al mismo tiempo, con poquísimas palabras, nos transmites a la perfección los sentimientos de las victimas. Muy conseguido y muy efectivo.
Un abrazo.
Tu musa es perfecta, me trajo tu inspiración. Se porta la mar de bien con su dosis diaria de ideas, nunca fui tan prolífico en relato. Hay que decir que con eso de que las musas son mujeres las trato muy bien, y ellas me tienen regalado como a Majará.No están nada celosas las unas con las otras, cosa que me aporta mucha tranquilidad.
EliminarGracias y gracias por tu comentario y por tu préstamo huidizo.jejejeje.
Tan fácil es pasar del azul al gris, que de la belleza al horror y de la calma a la desesperación. Qué bien lo has transmitido, Francisco, porque la brevedad no resta intensidad a tu relato, que me ha sorprendido y 'confundido' con ese bonito título.
ResponderEliminar¡Besos!
Gracias Chelo.
EliminarMe encanta sorprender, tener ese poder de arrebataros una idea predefinida y cambiaros la situación para que os quedéis con cara de...sorpresa.
Besos
Desde luego para quien tuvo que vivir ese horror el mirar al cielo debe suponer un acto de prevención puro y duro.
ResponderEliminarEstupendo, Francisco.
Gracias Kirke.
EliminarEs pura imaginación basada en un hecho real, pero lo que no se es si habrá todavía japoneses que miren al cielo con aprensión.
Besos
Un micro estupendo, Francisco, en el que pasas de una esperanza de cielo azul, al que elevar los ojos, al terror de esperar de él un horror como el que describes.
ResponderEliminarMe ha encantado. Mil besos
Gracias Chari.
EliminarNunca es el mismo el sentimiento cuando miramos al cielo: Unos para contemplar la nubes, otros para relajar sus ojos con el azul, los más por ver si lloverá y algunos con miedo.
Un beso.
Precioso relato (relatito), Francisco. Precioso nombre Enola Gay, manchado para siempre por la iniquidad. Maldito homenaje para la madre de cualquiera. Precioso tu homenaje a las víctimas de todos los horrores.
ResponderEliminarUn beso
El hombre y todos sus horrores adornando su panoplia mortal.
ResponderEliminarHomenaje a los pocos que trabajan por la paz. Maldición para los que buscan las salidas fáciles de la violencia.
Besos y gracias.
Qué horror, cuanto dolor y detrucción.
ResponderEliminarHace un tiempo vi una entrevista de la niña que desnuda huía quemada de ese horror, y fue una experiencia, que gran mujer, capaz de perdonar con una sonrisa, explicaba que se había encontrado con el piloto que lanzó la bomba y lo que hablaron. Impresionante.
Francisco, siempre encuentras esos temas punzantes que nos hacen recordar y reflexionar acerca del ser humano, capaz de lo mejor y de las bajezas más horribles posible.
Un saludo
Creo Conxita que te refieres a Kim Phuc, esa niña vietnamita que huía quemada por el napal lanzado contra una población.
EliminarEl relato se refiere a Hirosima cuando se lanzó la primera bomba atómica.
En ambos casos está presente el horror y todo lo negativo del ser humano.
Al menos la niña sobrevivió. Ahora tiene cuarenta años y una nueva vida junto a su hijo y su marido.
Un saludo y gracias por todo.
Si a esa me refería, su entrevista y sus palabras es un tributo a la vida y a la grandeza también del ser humano, me impresionaron sus palabras.
EliminarUn saludo
Breves pero tan profundos tus micros amigo.
ResponderEliminarPequeños relatos y ejercicios de reflexión.
EliminarGracias por leerme amiga
Por desgracia todavía hay muchos seres humanos que levantan la mirada al cielo con temor, temor a los bombardeos que dejan cientos y miles de almas sin hogar y sin familia.
ResponderEliminarUn estupendo micro que nos transmite el horror de la guerra.
Un abrazo.
Todavía y desgraciadamente y desde que el mundo es mundo, la violencia ha sido el conducto para solucionar los conflictos originados por ella misma. Un pescado que se muerde la cola. Un sin fin de despropósitos.
EliminarEl horror, el miedo, y la desesperación de muchos seres humanos que fueron y ya no son.
Agradecido por tus palabras Josep
La barbarie del ser humano no tiene límites. Los inventos más característicos que ha creado, se han desarrollado a través de la industria bélica. Hasta el papel de aluminio e Internet tenían propósitos militares.
ResponderEliminarY ¡Sí! a lo de ridículos añado yo, peripatéticos.
Un abrazo
Corto pero de una intensidad enorme, para mi con solo dos palabras "Enola Gay" has definido el horror en su forma más cruel posible. Un abrazo.
ResponderEliminarPuede ser así, que en un sólo nombre se esconda tanto recuerdo de dolor y desastre provocado por el hombre.
EliminarAbrazos para vos Mariola.
Aún con miedos y traumas logramos aplacarnos, somos nuestras propias víctimas y parece que nunca aprenderemos y seguiremos cometiendo los mismas atrocidades.
ResponderEliminarNo tenemos memoria, ni recuerdo.
Excelente micro Francisco, :)
Besos.
Gracias Irene.
EliminarUn posible mensaje el que escribes. Nunca aprenderemos del todo y estaremos condenados a repetir nuestros fracasos.
Besos