Sería por el horario laboral que teníamos los
dos, o porque nos buscábamos de manera inconsciente; el caso es que coincidíamos
en el ascensor un día sí y otro también, y en el intervalo de los cinco pisos
que nos separaban de nuestras respectivas viviendas, manteníamos charlas
insustanciales sobre el tiempo y el tráfico.
Pero en uno de esos encuentros cotidianos, no sé
bien por qué razón, le hablé de mi soledad, de mi falta de amigos provocada por
el perentorio y descontrolado deseo de jugar. Le confesé lo de mi ludopatía,
una tara que no soportaba fácilmente ninguno de los que me conocía.
Ella me confesó que había soñado inexplicablemente
esa noche con ese encuentro en el que yo le abría mi corazón, a su vez me
confió que su timidez también le suponía una barrera para conocer a hombres
sinceros como yo. Descubrió cierta afinidad con mis sentimientos, pues desde
hacía unos meses sufría el mismo problema que un servidor: sentía una urgencia
psicológica y física incontrolable a jugar de forma persistente.
Al preguntarla sobre los síntomas que sufría,
me contesto con una dulce mirada y una bonita sonrisa que había apostado su
corazón a una sola carta, y el que barajaba era el que escribe estas líneas.
Desde ese preciso instante, los dos jugamos con
intensidad a ese arriesgado y adictivo juego
del amor.
Derechos de autor: Francisco Moroz
Bonita forma de una declaración de amor. Un abrazo
ResponderEliminarAprovechar nuestras habilidades y debilidades para conseguir logros mayores.
EliminarBesos
Ooooh!!!
ResponderEliminar¡Qué bonito Francisco!
Sueños, apuestas y amor, combinación ganadora.
Mis felicitaciones sinceras por el texto, me ha encantado.
Gracias Miguel. Me halagas con tus palabras.
EliminarMe alegro que el texto haya sido de tu gusto.
un abrazo.
¡Saludos compañero! Esto del verano es criminal para leer tanto como en otras épocas. Pero bueno, aquí me tienes, leyendo este azaroso relato de amor y declaraciones sinceras jeje. ¡Buen trabajo, un abrazo!
ResponderEliminar¡Y que lo digas José!
EliminarEl verano no es la mejor época para crear, más bien lo es para disfrutar de lo creado por otros. Me refiero a la naturaleza y sus paisajes.
El amor surge de donde menos te esperas y hay que estar dispuesto a jugarnos todo por todo.
Un abrazo compañero y feliz verano.
Me encanta, un bonito juego y una gran adicción.
ResponderEliminarUn besillo.
Es el único vicio y adicción a la que me apunto sin pensármelo dos veces. Y es que el amor es droga que hace tanto bien como mal, y aún así nos empeñamos enteros en conseguirlo.
EliminarBesos María.
Precioso juego de palabras y de conceptos que desemboca en un relato genial. Enhorabuena!!
ResponderEliminarUn beso.
Siempre tan generosa y asertiva en tus comentarios.
EliminarDa gusto tener seguidoras y amigas como tú.
Mi agradecimiento por ello.
Besos
Ooooohh!! Eres un encanto..con este relato has hecho revivir sentimientos y hacerlos gratos al alma.
ResponderEliminarBesos.
Pues me alegro sobremanera de haber despertado esos sentimientos dormidos que te han resultado tan agradables.
EliminarGracias por tu piropo.
Besos mi amiga.
Arriesgado juego el del amor, si se pierde la derrota puede ser terrible, pero si las cartas son favorables y se gana... cuánta felicidad puede reportar.
ResponderEliminarEstupendo relato, con dobles sentidos y lleno de reflexión.
Besos.
Acertado comentario el tuyo que viene a concretar el juego de palabras escrito. Da gusto con vosotros-as que sabéis encontrar esos sentidos añadidos y ocultos a los relatos aportándoles mayor riqueza.
EliminarMuy agradecido como siempre Paloma.
Un beso
Me pareció un relato maravilloso. Como has jugado, nunca mejor dicho, con la ludopatía y los sentimientos para crear una atmósfera propicia para una perfecta declaración de amor.
ResponderEliminarFelicitaciones por el relato y el merecido primer puesto.
Besos.
Tú amiga, supones una oponente muy feroz en los retos a los que nos presentamos y creo recordar que con el tuyo conseguiste el segundo premio. Es toda una satisfacción el contar con tu agradable y querida presencia.
EliminarTe agradezco igualmente tu comentario. En el amor hay que jugárselo todo a una sola carta para ganarlo todo o perderlo en el intento, aún así y a la larga, lo arriesgado merece la pena.
Mil besos, relatora
Efectivamente mendigos somos necesitados de cariño. Si en nuestra mano está aunque sea solo por una vez, jugar y apostar, arriesgando hasta la camisa, lo haremos, siempre que sea por conseguir un poquito de amor y afecto.
ResponderEliminarUn saludo Julio David.
Un doble sentido el de tú relato que te a quedado sublime.
ResponderEliminarEs muy arriesgado a apostar y jugar al amor pero desde luego cuando apuesta bien y sabes jugar bien las cartas, eres un ganador, eso si, si pierdes desde luego es la peor derrotas de todas. un abrazo. TERESA, ah me encanta asomarme a tú ventana que lo sepas.
Como me gusta que te asomes por la ventana de mi casa que es la tuya, puedes venir cuando gustes eres bienvenida y lo sabes.
EliminarEl amor es una baza en la que merece la pena apostar de vez en cuando. puedes ganar un tesoro o perderlo todo en el intento. Pero si no lo pruebas al menos lo que pierdes es una gran oportunidad.
Besos