La
casa ha comenzado a llenarse de hormigas desde que el inquilino desapareció.
Me
alertó el que dejará de ingresar el alquiler en mi cuenta corriente.
Ha
dejado atrás perchas con ropa usada, productos de limpieza e higiene personal,
un par de zapatillas bajo la cama y una maleta vacía.
Le prohibí
hacer reformas y aún así, veo restos de argamasa y ladrillo en una de las
habitaciones. Justo donde va a parar, la interminable hilera de himenópteros
que campan por sus respetos saliendo por el balcón con lo que parecen ser ¿Trocitos
de carne?
¡Me
va a oír este individuo cuando me lo eche a la cara!
Derechos de autor: Francisco Moroz